Los protagonistas del asedio de 1714

Rafael de Casanova, personaje capital

Rafael de Casanova es uno de los personajes principales del sitio de Barcelona. Fue elegido consejero tercero de Barcelona como partidario del archiduque Carlos de Austria en 1706 y en 1707 fue nombrado ciudadano honrado. En 1713 recibió el título de consejero y, por tanto, comandante de las tropas barcelonesas de la Coronela.

Una de las decisiones que tomó fue llevar a cabo ataques continuos cada noche contra las tropas borbónicas, a finales del 1713, con el fin de debilitarlas. A finales del mes de febrero, Rafael de Casanova se convirtió en el máximo mandatario de Cataluña, tanto a nivel político como militar.

A pesar de varios intentos, no admitió ninguna negociación para aceptar la rendición de las tropas austracistas y fue constante en las convocatorias del ejército. Incluso, ya en la primavera de 1714, cuando se encontraba en Barcelona, les anima diciendo que "la defensa debe ser efectiva e inalterable hasta la última gota de sangre de todos los habitantes de esta plaza".

Durante el sitio de Barcelona, Rafael de Casanova fue herido mientras sostenía la bandera de Santa Eulalia, aunque no murió en la batalla. Tras el asedio encontró refugio entre las poblaciones que marcarán su vida: Barcelona , Moià y Sant Boi de Llobregat. No se le volvió a ver hasta en 1719, cuando volvió a su oficio de abogado.

En Moià, encontramos la Casa Museo Rafael de Casanova, dedicada a él.

Rafael de Casanova, símbolo de Cataluña

Hijo de Moià , Rafael de Casanova se trasladó a Barcelona a estudiar derecho, donde vivió con su mujer e hijos en la calle Banys Nous, muy cerca de la Plaza del Pino y los baños judíos. De hecho, muy cerca de la casa donde vivió la familia Casanova aún se conservan los restos de los baños que subsistieron hasta en 1716.

Rafael de Casanova continuó haciendo sus funciones de abogado hasta 1734, momento en que se trasladó a Sant Boi de Llobregat, ciudad donde estaba la casa solariega de la familia y que fue utilizada como alojamiento de las tropas borbónicas. En esta población es el lugar donde murió Rafael de Casanova en 1743.

Fue enterrado en un vaso sepulcral anónimo en la iglesia de Sant Baldiri, situada en el casco antiguo de la ciudad. Tras varias reformas, sus restos no han sido encontrados en ninguna parte.

Ya en el siglo XIX, Rafael de Casanova, se convirtió en un símbolo de la lucha por las libertades de Cataluña. Se hicieron muchos monumentos dedicados a él y la Diada del Once de Septiembre, estos monumentos acogen la mayor parte de las ofrendas que se hacen durante la celebración de la Diada Nacional de Cataluña.

Día Once de Septiembre

Día Once de Septiembre o Día Nacional de Cataluña es la celebración de la fiesta nacional de Cataluña, en la que se conmemora la caída de la ciudad de Barcelona en el cerco del 11 de septiembre de 1714 ante las tropas borbónicas.

La institucionalización de este día como fiesta nacional de Cataluña se declaró en la ley que promulgó el Parlamento de Cataluña en 1980, una vez reconstituido.

En esta misma ley se promulgaron legalmente otros símbolos catalanistas como el himno de Els Segadors y la bandera de Cataluña, formada de cuatro barras rojas sobre fondo amarillo.

La entrada en vigor de la ley era efectiva desde el día en que se publicaba en el Diario Oficial de la Generalidat de Cataluña, que fue el 12 de junio de 1980.

Es habitual, en las poblaciones catalanas, encontrar monumentos dedicados a Rafael de Casanova que son homenajeados con flores y parlamentos con motivo de la celebración de la Diada Nacional de Cataluña. En Barcelona, podemos encontrarla en la ronda San Pedro, junto a la calle de Alí Bei, cerca de la calle Gerona.

Antonio de Villarroel, comandante de las tropas

Antonio de Villarroel fue un militar que defendió la Barcelona de 1714 Fue nombrado teniente mariscal por el archiduque Carlos de Austria.

Nacido en Barcelona, Antonio de Villarroel fue defensor de las tropas francesas de Luis XIV que apoyaron a Felipe V. En julio de 1713 consigue su nuevo cargo: comandante supremo de las fuerzas catalanas. En esta posición organiza la defensa de la ciudad de Barcelona.

A principios de septiembre, quería aceptar la rendición de la ciudad aprovechando la oferta del duque de Berwick. El consejero, Rafael de Casanova, y el resto de consejeros, no la aceptaron.

El 6 de septiembre, Antonio de Villarroel dimitía de su cargo. Pero el día 11 de septiembre de 1714, se volvería a poner al frente de las tropas y emprendería un último ataque desesperado. Cae herido y al saber que Rafael de Casanova también había caído, capituló para evitar más muertes.

Una vez terminado el sitio, todos los jefes militares son detenidos, entre ellos Villarroel, y encarcelados en Alicante. Antoni de Villarroel fue trasladado a la Coruña, a una celda húmeda que le provocó parálisis en las piernas y donde murió en 1726.

En el barrio del Eixample de Barcelona encontramos una calle dedicada a él, la calle de Villarroel.

Josep Bellver i Balaguer, en "Josepet"

Josep Bellver i Balaguer fue general de batalla del ejército catalán. Nacido en Lérida, su carácter duro, la impasibilidad y su determinación marcaron su manera de hacer, pero sus soldados le tenían tal afecto, que se le decían "En Josepet".

Fue Sargento Mayor del Regimiento de las Reales Guardias de Barcelona, donde luchó toda la Guerra de Sucesión. No acató la orden de marchar de Cataluña, como la mayor parte de soldados del regimiento y ascendió como General de Batalla. Su superior entonces será Antoni de Villarroel y caerá herido en mayo de 1714.

En septiembre, una vez de las tropas austracistas rechazan la propuesta de rendición, Josep Bellver i Balaguer, como General de Batalla lee la respuesta al ejército francés que al parecer decía lo siguiente:

"Los Tres Comunes se han reunido, y habiendo considerado la proposición hecha por un oficial de los enemigos responden que: no quieren ni oir, ni aceptar ninguna propuesta del Enemigo". Sólo habrá un camino: el Martirio. Entre los catalanes se ve una Bandera Negra.

Una vez la ciudad es ocupada, Josep Bellver i Balaguer es encarcelado y trasladado a Hondarribia. Murió y fue enterrado en Viena en 1732.

Josep Moragues, el Miquelet

Nacido en Sant Hilari Sacalm en 1669, Josep Moragues i Mas se ha convertido en uno de los símbolos de la causa austracista durante la Guerra de Sucesión

Proveniente de una familia campesina acomodada, ya formó parte en los movimientos de defensa que se llevaban a cabo en Cataluña durante la Guerra de los Nueve Años contra los franceses. Más tarde, formó parte del Pacto de los Vigatans, se erigió como comandante de la compañía de los miquelets y fue gobernador de Castellciutat (La Seu).

Esta villa se rindió el 28 de diciembre de 1713 ante los borbones. Moragues se refugió en Sort desde donde volvió a Castellciutat para intentar sofocar la rebelión que se llevaba a cabo allí, a pesar de que acabó volviendo al Pallars para resistir en esa zona.

Una vez caída Cardona, el general Moragues volvió a Sort con su familia. Aún así, fue reclamado en Barcelona por el capitán general y, temiendo una conspiración, intentó huir, pero fue traicionado y lo detuvieron. Fue arrastrado vivo por las calles de la ciudad, ejecutado, decapitado, descuartizado y mostrado en público en el Portal de Mar.

Hoy en día encontramos varios monumentos dedicados al general Moragues. Destacamos el de Sort, situado en la plaza Mayor donde está representado con un busto y en la calle donde vivió; también en Sant Hilari Sacalm en la plaza de Josep Moragues y el de Barcelona, en el Pla de Palau, el lugar histórico donde fue colgada su cabeza.