Buscando la Libertad por los caminos del Pirineo

A lo largo de su historia, Cataluña, ha sufrido distintas guerras; todas con un trasfondo político. Una de las más sanguinarias, feroces y recientes ha sido la Guerra Civil. Esta se llevó a cabo entre los años 1936 y 1939, y finalizó con la victoria de los nacionales prosiguiendo un régimen franquista.

Evidentemente, el final de la guerra comportó represalias para los Republicanos. Miles de ellos fueron encarcelados y muchos ejecutados. Otros tuvieron la posibilidad de huir y exiliarse a otros países vecinos, como Francia, o incluso, a otros países más lejanos, como Méjico.

Los que huían lo hacían por el Pirineo decidiéndose entre dos opciones: el Pirineo Gironí –mucho más fácil de cruzar en algunos puntos, por ser más bajo– o el Pirineo Lleidatà. Quizás, la respuesta ya venía condicionada según su lugar de procedencia.

Sort; población que para algunos significó todo el contrario (mala suerte)

Sort, capital de la cuarta comarca más grande de Cataluña, el Pallars Sobirà, seguro que os suena a todos por los grandes premios de lotería que ha repartido su administración estatal conocida como “la Bruixa d'Or”. Pero ahora, lo que querríamos destacar de esta población, es que ha sido una de las poblaciones más transitadas a lo largo de su historia y no, precisamente, por este motivo.

El hecho de que la situación geográfica de Sort sea tan cercana a la frontera ha condicionado que durante varios años fuese una zona de paso. Quizás, como salida transitada por los exiliados procedentes de Lérida y también en sentido inverso, de entrada por personas de distintos países. Se cree que por este motivo se decidió implantar en esta población una pequeña prisión (24m²) de hombres del partido judicial en una antigua capilla gótica que anteriormente había sido un pequeño hospital, en la cual muchos arrestados se quitaron la vida. Desde esta prisión se les trasladaba a otras más grandes como la de Huesca, Lérida o Barcelona.

Ahora, esta prisión se ha restaurado y acondicionado para ubicar en ella el museo camino de la libertad donde podréis obtener más información relacionada de esta temática y poneros a la piel de aquellos que no consiguieron su objetivo y acabaron encarcelados.

También Sort cuenta con el museo de las mariposas, el observatorio meteorológico y el centro de interpretación Turística del Pallars Sobirà, que aprovechando el trayecto serían interesantes de visitar.

Sort tuvo otras épocas mejores, y buena muestra de ello son el castillo de Sort, que en su interior alberga un espacio destinado a exposiciones y otras actividades. El castillo esta fechado del siglo XV o eso nos indica su fachada de estilo gótico. En este castillo vivieron los Condes de Pallars.

Paso a paso hasta llegar a Llavorsí y Esterri d'Àneu

Una vez hemos entrado en la comarca del Pallars Sobirà y hemos pasado por Sort el camino transcurre en dirección a Llavorsí, que será nuestro segundo punto de paso. Actualmente podemos llegar por la carretera C-13 que cruza Rialp.

A un quilómetro y medio de Llavorsí podemos visitar la ermita de la Madre de Diós de Biuse de estilo barroco y que presidía el antiguo poblado medieval del mismo nombre. Cabe añadir que hace años cerca de esta población se encontró un yacimiento con piezas de la Edad de Bronce.

También, podemos encontrar restos del Castillo de Gilareny. Este fue imprescindible para la defensa del Valle d'Àneu.

Dentro del mismo municipio no podemos dejar de visitar la iglesia de Sant Serni de Baiasca, esta iglesia románica contiene en su interior unos murales de esta época. Son magníficos!

El siguiente paso que realizaban aquellas personas que buscaban una vida mejor continuaba hacia Esterri d'Àneu. Llegaremos a ella a través de la carretera que ya hemos cogido anteriormente, la C-13.

Este municipio tiene un patrimonio excepcional y una rica vida cultural. Aún se conserva parte de la fachada de la iglesia de Sant Vicenç fechada del siglo XV. De hecho, la nueva iglesia ubicada en la calle mayor (datada del siglo XVIII) continúa llevando el mismo nombre.

Muy cerca de aquí podemos encontrar el puente, que algunos autores sitúan en la tradición románica, y que une los dos centros históricos del pueblo. Tampoco podemos dejar de visitar la Creu de Terme de estilo renacentista, que según la tradición popular fué construida por los franceses.

Paseando por Esterri d'Àneu podemos recorrer el trayecto que resigue el camino del río y que nos permitirá conocer con detalle interesantes rincones, de gran valor natural y cultural, de este pueblo pirenaico.

Para acabar de completar la visita y enriquecernos aún más con conocimientos sobre la zona es imprescindible la visita al ecomuseo de la Vall d'Àneu, y visitar la casa Gassia. En este interesante edificio, nos proponen hacer un viaje en el tiempo y poder vivir e imaginarnos como era la vida doméstica en el interior de una casa durante los siglos XVIII y XIX.

Salardú, el último paso

El siguiente punto de paso, o bien anterior (según como se mire) se ubicaba en Salardú. Este era el último tramo por territorio catalán hasta llegar al siguiente punto que ya se encontraba justo en la frontera Francesa, Sant Joan de Toran, el último pueblo del Valle de Aran.

Salardú es una villa que ocupa la competencia de capital de todos los pueblecitos que forman parte del extenso municipio de Naut Aran o Cap d'Aran, es decir, su término. Este municipio se ubica en la comarca del Valle de Arán.

Podremos llegar a él tomando la carretera C-28 desde Esterri d'Àneu que cruza Baqueira y Tredós, este último es uno de los pueblos que forma parte de su pedanía.

En la plaza mayor del pueblo destaca la iglesia de Sant Andreu de estilo románico en transición, que el año 1974 fue declarada monumento histórico-artístico y, en el interior de la cual, se esconde una talla románica fechada alrededor del finales del siglo XII y que recibe el nombre de Cristo de Salardú. Antiguamente, donde se encuentra la iglesia, había un castillo, ahora en ruinas. De la misma época se conserva parte de la muralla y concretamente, los restos del Portal de Pallars.

Dentro de este término municipal podemos visitar el paraje dera Mòla, un molino de grano para hacer harina y que se accionaba mediante la fuerza hidráulica.

¿Cuando realizar la ruta?

Esta ruta no tiene una fecha límite para realizarse. Podríamos decir que puede ser factible casi todo el año. Aunque, la accesibilidad para llevarla a cabo depende de las condiciones en las que se viaje, ya que en el noroeste de Cataluña, predomina un clima Atlántico (único en Cataluña), en el que el registro de lluvia más elevado es entre los meses de Mayo y Junio, y no hay meses estrictamente secos.

Según la época del año podremos gozar de unos paisajes bien distintos. De cara al invierno encontraremos los pueblos nevados y un ambiente bastante frío; aunque esta es una razón de más para hacer la ruta y complementarla haciendo deportes de invierno. En este caso hay que ir bien preparado.

De cara a la primavera / verano los paisajes son más verdes y dan pié a multitud de excursiones a pié.