Ruta por la Sierra de las Torretes i el Castillo de Rosanes

Información técnica

• Punto de salida: el inicio del itinerario es en el extremo superior de la calle Muntanya, al que se accede desde la calle del Mercadal. Hay que pasar bajo el viaducto de la autopista A-7 y seguir la pista que nace en este punto. La ruta finaliza en este mismo lugar.
• Extensión: la extensión aproximada de este itinerario es de 5,5 Km.
• Itinerario: desde el extremo superior de la calle Muntanya seguiremos la pista que, con una pendiente notable, nos lleva hacia la montaña, remontando el Torrent de Rosanes.

Antigua mina de agua

Poco después de haber iniciado el ascenso, a mano izquierda, se encuentra una puerta de hierro que cierra una antigua mina de agua. Esta mina es una de las pocas que se han conservado de las muchas existentes, construidas para proveer de agua las casas de la villa.

La propiedad de las minas era privada y las casas más ricas disponían de agua directatemte de la montaña. Al entrar en la mina, bajando unos pocos escalones, se puede observar la llegada del agua y la instalación de decantación para evitar el arrastre de tierra y suciedad.

La mina se adentra en la montaña, sin ningún tipo de obra. El agua, con un caudal escaso, proviene de filtraciones de carácter bastante superficial. Por las características de la captación, el caudal está directamente ligado a la pluviometría.

Desde este punto tenemos una buena vista panorámica de Martorell y de su estructura urbana (podemos observar la diferenciación entre el casco antiguo, las zonas urbanas modernas, las zonas industriales y las zonas de cultivo).

La Torreta Griminella y la Torreta del Clos

Siguiendo arriba encontramos la Capilla de San Francisco.

Más arriba podemos observar la vista panorámica sobre el Congost y el Puente del Diablo, que muestra la importancia de Martorell como núcleo de comunicaciones a lo largo de la historia.

Camino arriba se llega a una pequeña llanura con algunos olivos. A la derecha se abre una pista estrecha que nos da acceso a la Torreta Griminella y a la Torreta del Clos. Desde este punto hay una interesante vista sobre el Congost y sobre la comarca del Baix Llobregat. Unos pocos metros atrás está la desviación que nos lleva hasta la Torreta del Clos.

Entre ambas torres se pueden observar algunos restos de la antigua vegetación que cubría la montaña. (Olivos, almendros y viña). La viña entró en regresión en la zona de montaña debido a la plaga de filoxera de finales del siglo XIX y no se volvió a replantar. Desde entonces la viña pasó a ocupar exclusivamente la llanura. Los márgenes de piedra seca que se observan a lo largo del itinerario corresponden a la obra de los agricultores para facilitar el uso de la tierra y limitar la acción de la erosión.

Castillo de Rosanes

Desde la Torreta del Clos hay que deshacer el camino para retomar el itinerario principal y seguir a la derecha hasta llegar al punto llamado los Cuatro Caminos. Aquí confluyen los caminos provenientes del Palau, con el de la Roca Dreta, lo que sigue hacia las antiguas minas de plomo y el castillo de Santiago.

Desde los Cuatro Caminos, una pista moderna nos permite rodear las Rocas del Matauet, sobre las que se conservan los restos del castillo de Rosanes. Esta zona conserva sectores de bosque especialmente denso, con pinos y cipreses plantados en una repoblación en 1964. Entre estos árboles se conservan algunos olivos y avellanos, vestigios de antiguos cultivos. El conjunto de rocas es especialmente interesante por las formas que ha tomado la acción de la erosión.

Al pie de las rocas nace el torrente del Valle, en el llamado Rincón del Valle, una zona ligeramente húmeda.

Vuelta entre rocas

Retrocediendo hasta los Cuatro Caminos, reencontramos el itinerario principal que, siguiendo el torrente de Rosanes, nos situará ante la torreta del Clos. Desde este punto se puede observar claramente el conjunto de rocas del Cap de l'àguila, también interesante por los efectos de la erosión.

El último punto del itinerario corresponde a la Roca Dreta. Esta roca la encontramos representada en la obra de varios artistas, especialmente en la de Lluís Rigalt. Este pintor escogió este lugar para realizar algunos dibujos y pinturas, con vistas de la Roca y de Montserrat. Una de ellas se puede contemplar en el Museo del Prado de Madrid