Las colonias textiles del Llobregat en coche eléctrico, un mundo por descubrir

Berga, Queralt y La Maixerina

Proponemos empezar la ruta en Berga, capital de la comarca y concretamente en el santuario de Queralt que Josep Pla describió como "el balcón de Cataluña". Desde este mirador privilegiado veremos Berga y el bajo Berguedà donde se encuentran las antiguas colonias textiles.

El visitante descubrirá el porqué de esta definición del escritor ampurdanés cuando contemple las hermosas vistas panorámicas que ofrece esta atalaya que atesora una gran riqueza geológica y también de flora y fauna. La cordillera está incluida dentro de un Espacio Natural Protegido. La zona es frecuentada por los senderistas y hay diferentes rutas para realizar a pie de diferentes niveles.

En la montaña berguedana, encontramos el santuario de la Virgen de Queralt, emblema muy querido de los berguedanos. Cada año, el 8 de septiembre se celebra La Gala, una fiesta para honrarla. La primera noticia documentada de este evento data de 1667. Históricamente, los berguedans han pedido la intervención de su Virgen por muchos motivos: acabar con sequías persistentes, plagas, guerras o enfermedades como la peste o el cólera.

El campanario y la fachada de este edificio religioso son obra del arquitecto Josep Antoni Coderch de Sentmenat. Se puede subir a pie desde el aparcamiento donde dejaremos el vehículo o bien con el ascensor inclinado inaugurado en 1991. Encontraremos una tienda de recuerdos junto a la antigua hospedería. En el frontispicio de este edificio hay una placa con una frase que define el espíritu del lugar: "Paz, paz y siempre paz."

Además de visitar el santuario con la talla de la imagen berguedana, podemos llegar hasta La Cova situada a pocos metros del templo. La leyenda dice que fue en este lugar donde un pastor encontró la imagen de la Virgen de Queralt y en su honor se levantó, originalmente, una capilla.

Dejamos Queralt y nos detenemos en Berga donde podemos contemplar algunas de las piezas originales de La Maixerina o Berguedana que se conservan en el Museo Comarcal y al mismo tiempo sede de la Oficina de Turismo, situada en la calle dels Àngels número 7. Se trata de una máquina de hilar que creó el carpintero berguedá Ramon Farguell y Montorcí entre los años 1790 y 1795. En su día, esta máquina dio un impulso a la industria algodonera catalana dado que permitía hilar a la vez con más de un huso y se obtenía mayor rendimiento y permitía hacer más trabajo que con las máquinas que existían hasta entonces en el mercado. También puede verse una maqueta que reproduce la pieza original. Es un ejemplo del papel destacado que Berga y el Berguedà tuvieron en la industria algodonera del país.

Cal Rosal, una de las mayores colonias de Cataluña

Seguimos la ruta hacia el sur por la carretera C-1411z que transcurre paralela a la autovía C-16 para adentrarnos en algunas de las colonias que forman parte del parque fluvial del Llobregat. Nos detenemos en Cal Rosal, un núcleo que pertenece a tres municipios: Berga, Avià y Olvan. Había sido una de las mayores de Catalunya y la que tuvo más trabajadores en la comarca, casi 2.000.

La fábrica todavía está de pie aunque cerró en 1992. También se conserva el edificio original del que había sido el convento de las monjas donde se alojaban las trabajadoras que provenían de casas de payés. Actualmente, el edificio acoge un centro de arte contemporáneo, el Konvent, que ofrece una programación cultural estable.

Pasado el puente, encontramos la parte importante de la oferta comercial de cal Rosal y en la época de las setas de otoño hay un mercado de la seta donde se pueden comprar. Justo al otro lado de la carretera C-1411z, estaba la estación del tren hasta hace medio siglo. Éste era un medio básico para transportar mercancías de las industrias textiles y también de las del carbón y el cemento al alto Berguedà.

La historia de cal Rosal está íntimamente ligada a las vías de comunicación con hitos cruciales como el estreno de la carretera en 1840 o la llegada del ferrocarril, en 1887. Y es que los industriales algodoneros del alto Llobregat fueron los promotores de la construcción del tren para transportar las materias primas y productos terminados.

Como centro de comunicaciones, cal Rosal era un punto de parada de los carruajes que encontraban animales de refresco para afrontar la empinada subida hacia Berga en la lejana época de los arrieros y las tartanas.

Esta colonia fue fundada en 1858 por los hermanos Antoni, Ramon y Agustí Rosal y Cortina que regentaban una industria de hilados y tejidos de algodón en Berga y que se habían trasladado a Mataró a raíz de la última guerra carlista. Compraron unos terrenos que sirvieron para fundar la que acabó siendo colonia Rosal.

La Plana: de colonia a polígono industrial

Continuamos por la carretera c-1411z (que sigue en paralelo al antiguo trazado del tren) y llegamos a la vecina colonia de La Plana del municipio de Avià . Su origen data de 1857 cuando fue fundada por Miquel Roca y Noguera de Casserres. El conjunto incluía las instalaciones industriales y viviendas plurifamiliares.

Esta colonia ha vivido altibajos: estuvo parada entre 1903 y 1908 y cerraron en 1962. Un incendio calcinó la fábrica histórica en 1999. Con todo, la actividad industrial pervive en ella gracias a la construcción de un polígono industrial.

Se pueden ver las 200 viviendas que se construyeron para los trabajadores y que todavía están ocupadas.

Cerca está la iglesia de Sant Vicenç d'Obiols que se alza en la orilla derecha del Llobregat y es de estilo prerrománico. Forma parte de un conjunto con la masía Obiols, la rectoría, el cementerio y la necrópolis, además de otros elementos aislados: una tina, la fuente de Obiols, una cruz de pedrón, un cobertizo y los agujeros de la torre de vigilancia medieval.

La iglesia es de una sola nave, alta y estrecha, con ábside trapezoidal en la cabecera junto a levante, flanqueado por dos capillas laterales cubiertas con bóveda de cañón.

Viladomiu Vell y Viladomiu Nou, dos colonias gemelas

Vamos Llobregat abajo, en dirección a Gironella, para visitar dos de las colonias textiles de este municipio. Viladomiu Vell es la que encontramos primero, justo después de Cal Bassacs. Fue fundada por Tomàs Viladomiu y Bertran que en 1896 compró los terrenos de la llanura de Sant Marc de Cal Bassacs para construir una fábrica de hilados y tejidos de algodón y una colonia industrial anexa.

Su biógrafo, mosén Casals, explica así la llegada del industrial a los terrenos que había adquirido : " a principios de 1868 alquiló una tartana y subió Llobregat arriba. Deteniéndose aquí y allá, llegó hasta los planes de Sant Marc de Gironella, que miró más detenidamente que no había hecho en los otros lugares donde se iba deteniendo, así que hubo acabado el reconocimiento del terreno, con una cara de pascuas que denotaba algo satisfactorio, se dirigió al tartanero diciéndole que ya podía girar la tartana y volverse hacia Sallent pués ya tenía lo que deseaba ”.

La fábrica se puso en funcionamiento en 1871 en paralelo a la construcción de las primeras viviendas de obreros que formaron la calle Vell. Es una de las colonias mejor documentadas y se conocen los datos más significativos de la fundación y el crecimiento como la llegada de la electricidad a las casas de los trabajadores y al campo de fútbol en 1923.

Los antiguos pisos de los trabajadores distribuidos en hileras de bloques, están habitados y es un lugar tranquilo para vivir y descubrir, paseando, la arquitectura y la disposición urbanística colonial con elementos típicos y comunes como son la iglesia, la torre de los dueños y el chalet del director y la fábrica.

Un poco más al sur encontramos Viladomiu Nou que es la colonia "gemela" de Valadomiu Vell y fundada también por Tomàs Viladomiu y Bertran. Se accede desde la carretera C-1411z, después de cruzar el puente de la riera de Clarà en sentido norte.

La fábrica histórica cerró en 1982, pero posteriormente se instalaron otras empresas que realizan diferentes actividades industriales.

Aquí se puede visitar la Torre de l'Amo que se acabó de construir en 1905 y donde dormían los dueños cuando permanecían en su colonia. Los fines de semana se pueden realizar visitas guiadas. Recientemente, se ha estrenado una nueva musealización que permite descubrirla en poco menos de media hora. Si viaja en familia, una buena opción es el escape room "El Secreto de la Torre" pensado para todos los públicos. A través de las pistas y juegos nos adentraron en su historia de una forma amena y divertida.

El edificio que había albergado el cine, ha podido rehabilitarse como teatro no sólo de la colonia sino del municipio. También dispone de salas de usos polivalentes y despachos.

Cal Pons, núcleo monumental

Cal Pons es una de las pocas colonias del Berguedà que es de titularidad pública ya que en su día la compró el Ayuntamiento de Puig-reig . Fue construida entre 1875 y 1920, impulsada por el industrial manresano Josep Pons i Enrich. Fue un emprendedor y hombre de negocios, fundador de la Caja de Manresa y promotor del ferrocarril de Manresa a Berga. También se dedicó a la política.

Los expertos la consideran como una de las colonias textiles más interesantes de Catalunya desde un punto de vista monumental porque conforma un conjunto urbanístico y arquitectónico de gran belleza. Se ubica en unos terrenos de una fuerte pendiente desde la parte más alta, junto al casco urbano de Puig-reig, hasta la más baja junto al río Llobregat. En esta pendiente existen diferentes niveles con explanadas que sirvieron para separar las áreas de trabajo y la vida diaria y la de los directivos y dueños reproduciendo la estructura jerárquica propia de estos espacios.

Un paseo nos permitirá descubrir la iglesia neogótica, el convento, el teatro, las dos torres de l'Amo (la Nova y la Vella) y el chalet del director. Cal Pons estaba rodeada por una muralla que servía para controlar a los trabajadores. Unos porteros vigilaban las entradas y salidas de las familias que vivían allí. Los horarios eran estrictos: no se podía entrar o salir del recinto después de las 8 o las 9 de la tarde.

Los edificios más emblemáticos de Cal Pons son las dos torres junto con los jardines que le dan su personalidad. La torre Vella fue construida antes de 1885 y la Nova se inauguró en 1897. Destacan las pinturas murales del recibidor con temas alegóricos de los continentes de América, África y Asia representados por una figura femenina.

Viendo este inmueble, la imaginación nos permite evocar el esplendor de estas señoriales construcciones que acogieron a visitantes ilustres. Aquí, después de visitar la iglesia y la fábrica, almorzó, el 31 de octubre de 1908, el rey de España Alfonso XIII durante la estancia de tres días que hizo en el Berguedà. Conoció también las colonias de cal Rosal y Cal Monegal, la fábrica de cemento Asland de Castellar de n'Hug y las minas de carbón de Fígols.

cal Vidal, la colonia museo

La siguiente parada de nuestra ruta es la antigua colonia Vidal en el mismo término de Puig-reig junto a la autovía C-16. Fue la última que se construyó en el Berguedà. La fábrica se puso en marcha en 1901 de la mano de la familia Vidal, originaria de Manresa que sigue siendo su propietaria y ha orientado su actividad hacia usos culturales y turísticos.

En la década de los sesenta había llegado a tener entre 700 y 800 habitantes. Los trabajadores hilaban y tejían algodón que se compraba en Egipto o la India y que llegaba en tren. Se recogía en la estación cerca de la colonia.

Hasta que no llegó la jornada laboral de 8 horas en 1919, los turnos de trabajo eran realmente duros: 66 horas semanales en horario diurno y de 51,30 horas en horario nocturno. Los dueños ofrecían distintos servicios. Por ejemplo: durante la posguerra pagaban la leche a los niños que iban a la guardería, regentada por las monjas Dominicas, para que crecieran fuertes y sanos.

Urbanísticamente estaba dividida en tres espacios: el industrial presidido por la fábrica, la residencial de los obreros y servicios y el conjunto del dueño y el director.

En 1995 la colonia se convirtió en un museo. De modo que un completo recorrido nos permite conocer aspectos de la vida cotidiana de estos núcleos: cómo vivían, trabajaban, se educaban o el peso que tenía la religión en estos núcleos a principios del siglo XX.

Como curiosidad, cabe mencionar que se conserva en buen estado, el lavadero que se utilizaba para lavar la ropa de las personas sanas, llamado lavadero de los vivos y también el lavadero de los muertos. Éste último, era el que por cuestiones de higiene, se utilizaba para lavar la de los enfermos y difuntos. En caso de muerte por enfermedad infecciosa, servía de tanatorio provisional hasta que llegaba el sepulturero.

Cal Vidal ofrece visitas guiadas y también teatralizadas. Los espacios de este conjunto han sido escenario de rodaje de películas o series. Y también se alquilan para celebrar celebraciones privadas como bodas.

l'AmeTLLA de Merola, un sentimiento de pueblo

También dentro del término de Puig-reig, pero tocando ya a frontera sur con el Bages siguiendo la autovía C-16, llegamos a la Ametlla de Merola, una de las colonias mejor cuidadas del Berguedà y con un tejido asociativo vivo y dinámico con un claro sentimiento de pueblo.

La fábrica original entró en funcionamiento en 1874 y se cerró en 1999. Aunque posteriormente se han ubicado nuevas actividades industriales que continúan hoy en día.

El lugar invita a adentrarse por las cuidadas calles y ver las hileras de bloques de viviendas bien arregladas, la iglesia, el café que es un punto de encuentro vecinal, la plaza, los huertos en este meandro que forma el Llobregat o el paseo de los plataneros hasta la esclusa y el canal.

Uno de los rasgos diferenciales de esta colonia es su vitalidad festiva y cultural con entidades de referencia como la Agrupación Teatral L'Esplai. El edificio del teatro, construido en 1902, acoge los Pastorets "La Flor de Nadal" con texto de Francesc Picas y Josep Conangla, ambos de Ametlla. Es una representación más que centenaria que obtuvo la Cruz de Sant Jordi que otorga la Generalitat.

A lo largo del siglo XX, L'Ametlla ha mantenido una rica actividad cultural que ha involucrado a los vecinos que han organizado obras y también han llevado a compañías y actores foráneos reconocidos como Els Joglars, Joan Capri, Maria Barbany, Alejandro Ulloa o la manresana Maria Matilde Almendros. Y, por supuesto, de Ametlla como el director teatral Jaume Estruch o la actriz Xus Estruch. Una anécdota es que la madre del reconocido actor y director Josep Maria Flotats había trabajado en la fábrica de L'Ametlla.

A mediados de la década de los noventa, el teatro acogió la presentación del Parque Fluvial del Llobregat que fue concebido para poner en valor un sistema de 14 colonias y 15 fábricas situadas en un tramo de poco más de 20 kilómetros del Llobregat entre Berga y Navàs.