Siguiendo el río la Mugueta

El nacimiento del río la Mugueta

Antiguamente, el río la Mugueta nacía y desembocaba en dos estanques ya que unía estos dos embalses de agua que se encontraban cercanos al estanque de Castelló.

A pesar de esto, con el desecamiento de la zona, de la cual solo restan, hoy en día, algunos fragmentos costeros que han formado humedales, se ha convertido en un afluente del río la Muga, perdiendo su propia personalidad.

Desde entonces, el río la Mugueta ha sido considerado un brazo del río la Muga, el itinerario del cual transcurre desde Castelló d'Empúries hasta el Golfo de Roses, donde desenlaza, finalmente, al grau de la Muga o grau de Santa Margarida de Roses, como ya hacía antiguamente.

El Parc Natural dels Aiguamolls de l'Empordà, punto de partida

El estanque de Castelló fue uno de los embalses más importante de la región, sobretodo por su extensión que correspondería actualmente, con la parte norte del Parc Natural dels Aiguamolls de l'Empordà. De hecho, la ruta pasa, en gran parte, por este espacio de interés natural.

La relación del río la Mugueta con el estanque de Castelló es clara ya que, como hemos dicho, su caudal inicia el camino en este espacio.

Tanto uno como el otro se influenciaron, en gran medida, con su morfología, ya que, por ejemplo, fue el río la Mugueta uno de los determinantes de que este estanque se secara como consecuencia de la desviación de su curso.

Por este motivo, hemos creído conveniente iniciar esta bonita ruta en este punto, concretamente, lo haremos en el municipio de Sant Joan Sescloses, que se encuentra dentro del antiguo término de Vilanova de la Muga y en el cual, haciendo camino hacia Castelló, podemos visitar la ermita de Sant Joan Sescloses ya que el estanque de Castelló la limitaba, por el extremo oeste y norte con las localidades de Sant Joan Sescloses, Pedret, Montmajor, Vilaüt y Torroelles.

El camino natural del río o vía verde

Después de poder visitar la ermita medieval de Sant Joan Sescloses y su entorno, donde hasta este municipio en el siglo XIX aún llegaba uno de los estanques, seguiremos nuestro curso hacia Castelló d'Empúries.

Podemos llegar caminando por el sendero que transcurre por el lado del Rec del molí y por el pueblo de Castelló, este camino comunica con el municipio de Palau.

En Castelló d'Empúries es de visita obligada la basílica gótica de Santa Maria. Ésta es conocida como la catedral del Empordà y es la joya de esta comarca. También, es del todo recomendable adentrarse en el núcleo histórico.

De Castelló partiremos hacia el barrio de Empuriabrava y lo haremos a través de la vía verde, que discurre siguiendo el mismo camino natural del río la Mugueta. Debemos tener presente que por las vías verdes no pueden pasar los vehículos motorizados.

La vía verde permite observar los márgenes fluviales del río como su flora y fauna.

En esta vía nos encontramos a medio camino un puente que nos permite cruzar el río y acceder al parque natural a través del estanque Europa.

El estanque Europa fue creado a partir de una depuración biológica de la depuradora de Empuriabrava. El agua que se acumula crea un ambiente ideal y apto para muchas especies de aves. Por este motivo, en este espacio encontramos distintos observadores.

El último tramo, Roses

Desde Empuriabrava nos dirigimos hacia Roses.

Todo este camino lo haremos por el Golfo de Roses, llamado, impropiamente, bahía de Roses ya que, hasta ahora, nos hemos desplazado por la parte litoral central del mismo.

El litoral del Golfo está formado por distintos municipios de costa, concretamente, Roses, Castelló d'Empúries, Sant Pere Pescadory l'Escala.

Pero, realmente, el término que nos interesa en este tramo es el de Roses, a cuyo territorio pertenece desde la cala Jóncols hasta la desembocadura de la Mugueta.

La Mugueta y, consecuentemente, el río la Muga se comunicaban con el mar a través del grau de Santa Margarida. Lugar ideal para finalizar nuestra ruta, que podemos concluir con un baño en las playas de Roses y la visita de este pueblo que esconde atractivos rincones, sobretodo en el conjunto monumental de la ciutadella.

El maravilloso golfo de Roses

El golfo de Roses suele recibir muchos elogios pero a veces nos cuesta percibir su encanto a través de las palabras que queremos explicar aquello que ven nuestros ojos. Aun así, hubo un autor del Baix Empordà a quien, en este sentido, le salío del todo bien. Éste es Josep Pla, el escritor catalán que a través de sus palabras fotografió nuestro territorio.

Entre muchas cosas, una parte de su tiempo la dedicó al golfo de Roses con la creación de este fragmento descriptivo: “¿Cómo seria posible, describir las maravillas de esta agua engolfada? Hay mañanas de sol que el golfo es una gloria de cuernos de mar, de caracoles, de tritones de plata sobre un azul encantado, infinito, inexpresable. Hay tardes de calma que la mar parece ensoñada escuchando las melodías de este mundo cantadas por alguna sirena vaga. Hay puestas de sol en que el mar se deshace en un delirio de colores reblandecidos” – Maravilloso Golfo de Roses, Josep Pla.