El coral rojo: una historia milenaria de Cataluña

Begur

El tiempo, los indianos, los industriales del corcho y los coraleros, han escrito las páginas más importantes de la historia de esta zona, que se refleja en las casas y rincones del pueblo.

Begur es el pueblo más conocido en la historia del coral por sus pescadores, gente que buscaba la aventura fuera de las aguas más conocidas y llegaban a pescar coral en el Mediterráneo peninsular, en Cerdeña, Sicilia, Barbaria (Túnez y Argelia) y las islas de Cabo Verde.

En el pueblo encontramos dos calles de nombre Vera y San Antonio, en los que encontramos casas hechas con las ganancias de las temporadas de pesca en Vera (Provincia de Almería) y San Antonio (Provincia de Alicante). Eran tantos los hombres que se embarcaban en los barcos para la pesca del coral que durante los diez meses que duraba la campaña en la villa sólo quedaban niños y hombres mayores. Y las mujeres paseaban libremente por las calles de la ciudad con las enaguas sin temor a ser molestadas.

Cuando los intrépidos pescadores retornaban para hacer la venta de coral en la misma playa ya los esperaban con ansia los compradores napolitanos. El pueblo montaba una gran fiesta en la que participaban mayores y pequeños y donde se cocían bueyes enteros y corría la bebida.

Le recomendamos que visite la iglesia de Sant Pere, en el interior encontrará la Virgen del Coral que lleva en brazos un niño que tiene una rama auténtica de coral en la mano.

En "La fada de Roses" Jacint Verdaguer ya hablaba de los coraleros de Begur que trabajaban en la Brama de Palafrugell, hoy en día conocido como el canal de Begur o de Tamariu. Se trata de una gran grieta submarina que se encuentra en el frente de Palafrugell a más de 1.000 metros de profundidad y que va a terminar en los 150 metros, bajo el Cabo de San Sebastián, con un ramal que pasa por delante de Tamariu para ir a morir a los 80 metros bajo el cabo de Begur.

"Los coralers de Begur
coralen dins llur barqueta.
– Coralers, si m'hi voleu
fareu bona pesca.

Si voleu saber qui só,
só una fada empordanesa,
les fades del Pirineu
me diuen Sirena–.

Quan ells se tiren al fons
jo en sortia amb les mans plenes,
ells trauen rams de coral,
jo aquest ram de perles".

 "La fada de Roses". Jacint Verdaguer. "Canigó" (1886).

Begur tiene ocho preciosas calas de las más bonitas de la costa ampurdanesa, de norte a sur: Playa del Racó, Sa illa Roja, Sa Riera, Aiguafreda y Sa Tuna, y pasado el Cabo de Begur, Playa Fonda, Fornells y Aiguablava. Todas acogedoras, de agua gélida y transparente.

Por su propia configuración no hay un camino de Ronda para hacerlas todas seguidas; encontramos tres: de la Playa del Racó hasta Sa Riera, de Aiguafreda en Sa Tuna y de Aiguablava a Playa Fonda. El resto hay que hacerlas por el interior.

L'Estartit

L' Estartit comenzó como una pequeña población de pescadores de coral. Gracias a sus fondos excepcionalmente ricos, en los años cincuenta del siglo XVII había crecido ya hasta unas veinte casas. Toda su industria estaba ligada al mar y al coral. Los pescadores tenían zonas personales que no se podían canjear entre ellos. Tan ricas eran las Medes que cada dos por tres los coraleros se peleaban entre ellos para intentar apropiarse de los rincones más productivos.

Se considera que nace como pueblo en el siglo XVIII, cuando ya no había prácticamente piratería en la zona. Hoy en día, es un municipio descentralizado de Torroella de Montgrí, limitado al norte por el Macizo del Montgrí y coronado por el Castillo del Montgrí.

L'Estartit, al cobijo de las Islas Medes, sigue siendo la zona más rica de coral de toda la zona norte del Mediterráneo, y su principal atractivo es el buceo. Cada día salen de su puerto, las barcas de los clubes submarinistas, llenas a rebosar de buceadores, que quieren disfrutar del maravilloso fondo de las Islas Medes y ver el coral rojo en su hábitat natural. Las Islas Medes forman parte del Parque Natural del Montgrí y han sido declaradas reserva marina con la prohibición total de la pesca de coral y grandes restricciones para la pesca en general.

Los visitantes podrán disfrutar también de un paseo marítimo en La Foradada, La Pedrosa o La Farriola, tres bonitas calas.

Pero no sólo en el mar se ve coral, lo podrá ver de manera excepcional en la tienda situada en el centro de la población, de nombre Mar del Coral propiedad del Eduard Vila, hijo de Pere Vila, un importante pescador de coral de los años cincuenta y sesenta, que ejercía la vez de intermediario con los compradores napolitanos en principio y también, más tarde, con indios y chinos.

L'Escala

Esta población conocida por sus anchoas, está totalmente orientada al norte, y está castigada fuertemente por la Tramuntana, el viento del norte predominante en la región.

Saliendo por mar hacia el sur encontramos toda la costa del Macizo del Montgrí, zona montañosa al lado del mar de origen calcáreo, hoy parque natural pero que en la época de su esplendor con el coral, era explotada en toda su longitud. Por su formación, con los embates del mar, se desmenuza con cierta facilidad y con el paso de los años se han formado, cuevas, grutas y túneles en el fondo marino, por lo que es una zona muy rica en coral.

También influye la desembocadura de los ríos Ter al sur, y el Fluvià y la Muga al norte, que a través de las corrientes marinas hacen unas grandes aportaciones de nutrientes que propician un crecimiento más rápido.

La Cala Montgó fue uno de los lugares de concentración importantes de los coraleros de la zona, justo en el límite de L'Estartit (Baix Empordà) y L'Escala (Alt Empordà).

Hacia el norte y a unas 8 millas náuticas se encuentra la Punta Falconera y a partir de este punto disponemos de todo el litoral pasando por Cadaqués , Port de la Selva y Llançà, hasta llegar a la Cataluña Norte, donde el coral se ha criado en una cantidad y calidad también excepcionales, de los que hablaremos más adelante.