Agua y vida a través del Ebro en coche eléctrico

Tortosa, la ciudad del Ebro

Tortosa será el punto de salida en nuestro coche eléctrico. Atravesada por el río Ebro, la capital del Baix Ebre se encuentra rodeada por el macizo de Els Ports y por las sierras de Cardó. La ciudad, con más de 30.000 habitantes y una superficie de 218,5 km2, es un importante centro histórico, cultural, religioso y turístico de las tierras del Ebro.

Declarada como conjunto histórico-artístico, Tortosa fue conquistada por musulmanes, aragoneses, castellanos y franceses. La riqueza cultural adoptada de la mezcla de culturas hace que circulando por las calles de la ciudad se pueda respirar un aire de corrientes moriscas, renacentistas, barrocas y judaicas.

Indudablemente, el primer punto de parada de la ruta será la catedral de Tortosa, un imponente templo gótico ubicado a los pies del río Ebro. Santa Maria de Tortosa fue construida en 1757 sobre un foro romano, una mezquita y una catedral románica. Destacan su nave central, el claustro y la capilla de la virgen de Cinta. Marcada por su grandilocuencia y su lujosa decoración, se pueden admirar numerosos frescos y materiales. Además, en la catedral también se puede encontrar la tumba de Lluís de Tena, obispo de Tortosa y presidente de la Generalitat de Catalunya de 1617 a 1620.

Después de la catedral, la visita al Castell de la Suda también es obligatoria, ya que es un conjunto imponente que cautiva al visitante. Este es uno de los principales monumentos históricos de la ciudad de Tortosa. Sus murallas y fortificaciones son uno de los tesoros de la capital del Baix Ebre y ocupan la colina central de la ciudad antigua. Desde allí se erige por todo lo alto por encima del resto de edificaciones y se convierte en un magnífico mirador de la ciudad.

Dejando atrás el castillo, encontramos el barrio y el monasterio de Santa Clara, un edificio protegido como bien cultural de interés local. Situado en el noreste junto a la muralla del siglo XIV, tiene su origen en el templo de Sant Miquel, de la orden de los Templarios. Se conservan las arcadas apuntadas y destaca su magnífico claustro, datado del siglo XIII.

Por último, otro trozo de historia de la ciudad que hay que visitar y conocer es el Portal del Romeu, uno de los lugares más turísticos de Tortosa. La construcción se ubica en el casco antiguo y es el único de los portales interiores de la Tortosa medieval que todavía se conserva hoy en día. Del Portal del Romeu, además de su arquitectura, destaca también su simbología, con dos relieves de san Jaime y san Cristóbal obrados en el siglo XVIII.

Tivenys y la inmensidad del Assut

Maravillados por la riqueza monumental de Tortosa, abandonamos la capital por la carretera secundaria T-301 y recorremos 12,5 kilómetros al norte, siempre en paralelo al río Ebro, para detenernos en el municipio de Tivenys después de unos 15 minutos de trayecto.

Tivenys es un pequeño y encantador pueblecito ubicado en el margen izquierda del río Ebro, tiene una extensión de 53,5 km² y una población de 800 habitantes. El término tiene la forma de un gran circo cerrado y queda coronado por las cimas de las montañas de Cardó.

En Tivenys es imprescindible visitar la zona del Assut, una impresionante obra hidráulica de 375 metros de longitud por 7 metros de altura. El Assut tiene el objetivo de elevar el nivel del agua para canalizarla a acequias de regadío de la zona. Tivenys y los pueblos de la zona tienen una vida estrechamente relacionada con el río.

Con la tranquilidad que caracteriza a la zona, la flora, la fauna y el cantar de los pájaros nos acompañarán en una espectacular vista que continuará por la playa fluvial y la antigua harinera.

Además, también podremos disfrutar de un área de ocio ideal para niños y un centro de interpretación de la pesca.

Junto al Assut de Tivenys se encuentran los restos de la Farinera, una fábrica de harina del siglo XIX donde por debajo de la cual pasa el canal izquierdo del Ebro. La industria aprovechaba la corriente del agua del canal para mover las ruedas que trinchaban el trigo que después pasaba a ser harina. La harinera es sólo una muestra intacta del pasado industrial del pueblo y de la vida que da el río a todos aquellos que habitan en su cauce.

Benifallet, tierra y agua

Sin abandonar la dirección norte del río Ebro, después de 19 minutos en coche, la carretera T-301 nos llevará dirección a Benifallet. Éste es un pueblo pequeño y encantador, muy similar a Tivenys. Tiene una extensión de 62,61 km² y una población de 700 habitantes. Se encuentra en el extremo más septentrional de la comarca del Baix Ebre, en el límite con las comarcas de la Terra Alta y la Ribera d'Ebre.

El municipio de Benifallet ofrece un amplio abanico de propuestas turísticas para disfrutar y conocer a su gente, el río y la vida. Pero la más destacada se encuentra bajo tierra.

En 2021, las Cuevas de Benifallet fueron declaradas bien cultural de Interés local por el Consejo Comarcal del Baix Ebre. La Cova Meravelles y la Cova del Dos son dos cavidades abiertas al público donde se ofrecen visitas guiadas. En su interior se pueden observar restos del Neolítico, de la Batalla del Ebro y también unas espectaculares formaciones rocosas que se han ido creando con el paso de los años debido al lento goteo de las aguas de infiltración.

Y saliendo del interior de la tierra, volvemos al líquido más mágico de las tierras del Ebro, el agua. En Benifallet podemos subir a un laúd que intenta ser una réplica de los antiguos barcos que circulaban el Ebro y transportaban mercancías arriba y abajo. El Llagut de Benifallet tiene una capacidad para 47 pasajeros y tiene un recorrido que circula hasta el cruce de las comarcas del Baix Ebre, la Terra Alta y la Ribera d'Ebre.

Además de tierra y agua, Benifallet nos ofrece otras propuestas turísticas para rememorar su historia como los yacimientos arqueológicos de Aldovesta, el Castellot de la Roca Roja o la masía del Cadell.

Cabe destacar también la belleza de su centro histórico, donde convergen construcciones de distintas épocas.

Miravet y su pasado templario

El último punto de nuestra ruta será el pueblo de Miravet. A 19,6 kilómetros de Benifallet, siguiendo la carretera N-230C y T-324, se ubica un pequeño municipio de la comarca de la Ribera d'Ebre. Con una superficie de 32,41 km² y una población de 700 habitantes, Miravet es dominado desde las alturas por una antigua fortaleza templaria del siglo XII.

El llamado Castillo de Miravet se encuentra en un gran estado de conservación y se pueden visitar sus murallas y diferentes estancias como caballerizas, cisterna, cocina, refectorio, almacenes o la importante iglesia románica. Ubicado sobre una colina que guarda el pueblo de Miravet, es una de las fortalezas templarias mejor guardadas de toda Europa. Por eso, el castillo de Miravet es uno de los monumentos más visitados y admirado de todas las tierras del Ebro.

Con el castillo siempre presente si levantamos la vista, de Miravet también destacan la Iglesia Vieja y el casco antiguo, también llamado por la gente de la zona el Cap de la Villa.

Esta zona es un hervidero de admirables viviendas que cuelgan sobre el río y que se fusionan para crear un espectáculo visual genuino. El tiempo de dominación islámica puede apreciarse en sus calles y también se ven restos de la cruenta Guerra Civil. Al Cap de la Villa sólo se puede acceder andando y está prohibido el paso de vehículos.

La Església Vella es un templo renacentista que fue construido entre los siglos XVI y XV y durante la Guerra Civil Española recibió el fuerte impacto de una bomba que atravesó su cúpula. Actualmente, la iglesia puede visitarse y acoge exposiciones sobre su historia.

En último lugar, de Miravet cabe destacar los nombres de Isaac Peral y Monturiol. Son dos llaguts que permiten a los vehículos atravesar el río Ebro entre Miravet y la C-12 (Eix de l'Ebre). El paso de barca de Miravet es el último transbordador fluvial que queda en la zona y funciona con los métodos tradicionales. Los llaguts funcionan como en el pasado, sin motor, y con la fuerza del agua y de los barqueros que ayudan a transportar los vehículos de un lado para otro.