Ripoll

Ripoll es la capital de la comarca del Ripollès. Se encuentra situada en medio del corazón del Pre-Pirineo, en un punto estratégico como cruce de caminos. Por su término transcurren los ríos Freser y Ter que dan al valle una forma peculiar.

Los orígenes de Ripoll los encontramos en la época prehistórica, pero lo que le da forma al pueblo que es ahora es el conde Guifré el Pilós, quien en el año 879 fundó el monasterio románico de Santa Maria bajo la orden benedictina. Con el paso de los años el monasterio fue adquiriendo fuerza e importancia, hecho que se muestra con la representación como responsable del monasterio por parte del abad Oliba. Esta importancia también se reflejó en otros aspectos: político, económico y jurídico de todo el territorio catalán.

Esto hizo que los habitantes de Ripoll se fueran ubicando cerca del monasterio, para conseguir seguridad y prosperidad futura. Pero en el siglo XV, esta seguridad se ve truncasa por los desperfectos que causó un terremoto. Con esto, los ciudadanos reaccionaron y la reconstrucción del monasterio se produce con la aplicación del gótico. Aun así, la población continúa desarrollándose y adquiere fuerza desde la Guerra dels Segadors con la fabricación de armamento. A pesar de esto, hay sectores diversificados en la industria de la población: textil, chocolate, harina, etc.

Así pues, hoy en día, Ripoll nos muestra los resultados de su historia a través de sus vestigios, entre los que destacamos, tal y como hemos comentado, el Monasterio de Santa Maria de Ripoll donde encontramos un claustro de doble planta en el que aun hay capiteles del siglo XII.

También encontramos el renovado Museo Etnográfico de Ripoll, que hace casi cien años que muestra, recoge, documenta y estudia la vida, las costumbres y las industrias de  la comarca, el Scriptorium, un espacio para conocer la producción de manuscritos de los siglos X al XII. Igualmente, es destacable La Farga Palau lugar imprescindible para conocer la época industrial de la zona.

Además, Ripoll nos ofrece una ruta a través de diferentes edificios de su ciudad, en la cual podemos conocer la iglesia de Sant Pere, fragmentos de la antigua muralla y un séquito de casas, de las cuales destacamos la Casa Muntades, la Casa Bonada, la Casa Codina y el Casal dels Taurinyà.

Además, Ripoll también destaca por su entorno natural y por eso os recomendamos dar una vuelta por el Paseo de Martí Ragull y por el Paseo dels Aurons. Pero tampoco podemos olvidar las orillas de los ríos con sus palancas y puentes, que os ayudaran a entender la importancia que han tenido para Ripoll.

LUGARES DE INTERÉS

• Monasterio de Santa Maria: visitar Santa Maria de Ripoll es acercarse a uno de los edificios más bellos y evocadores de Cataluña. La portalada, la basílica y el claustro hacen un conjunto único, un disfrute para los amantes del arte.
• Museo Etnográfico de Ripoll: en 1929 se fundaba el Archivo Museo Folclórico de Ripoll, que se instaló en el desván de la antigua iglesia de Sant Pere y fue el primero de Cataluña dedicado a la etnografía. A lo largo de setenta años y de forma ininterrumpida, recogió, conservó, estudió y difundó el patrimonio de los lugares. El resultado es el Museo Etnográfico de Ripoll, del que destacan las colecciones relacionadas con los pastores, el campesinado, los oficios, la religiosidad popular, la ferrería catalana y el hierro forjado y las armas de fuego portátiles ripollesas.
• Scriptorium: el Scriptorium de Ripoll es una exposición permanente, que de manera interactiva y didáctica, ofrece la posibilidad de conocer el pasado cultural de la población y la importancia que el Monasterio de Santa María de Ripoll, tuvo a lo largo de los siglos X- XII, en la producción y copia de manuscritos, que se convirtieron en los más importantes de Europa.
• Farga Palau: un auténtico taller de fragua que cerró las puertas de manera definitiva en 1978. Podrás observar dos martinetes, las trompas (que caracterizan la fragua catalana), la rueda hidráulica... y conocer el proceso mediante el cual la mena se convierte en hierro apto para ser trabajado posteriormente.