Rialp

El bautizo de las aguas del Noguera Pallaresa anima los rincones más pequeños del pueblo de Llavorsí, de donde vuelve a arrancar el río después de recibir las aguas del Noguera de Cardós. En el momento del deshielo, el río baja con fuerza y se llena de canoas de rafting que descienden entre la alta montaña en un entorno natural único.

Las tradiciones marcan el carácter de las otras cinco poblaciones del municipio: Aidí, un mirador exclusivo con vistas al valle de la Noguera Pallaresa; Arestui y Baiasca, plantada en un magnífico valle digno de postal; Montenatró, situado en el corazón del parque natural del Alt Pirineu; Romadriu, un oasis perdido de paz y tranquilidad; y Sant Romà de Tavèrnoles, pueblo abandonado y rico en anécdotas.

Tradición y modernidad

La tradición impregna las calles empedradas de los pueblos del municipio de Rialp. Rebaños de ovejas, vacas y caballos salpican los prados del impresionante valle de Àssua, donde la ganadería todavía está viva. Los restos del castillo de Rialp atestiguan el pasado medieval del pueblo, de tradición obrera, mientras que la riqueza del patrimonio arquitectónico se refleja en las montañas locales a través de los campanarios y las cubiertas de pizarra.

Sin renunciar a su pasado, los pueblos de la villa se han sabido adaptar a los tiempos modernos para ofrecer los servicios necesarios a los esquiadores de la estación de Port Ainé, a los aventureros que han venido a desafiar las aguas blancas del Noguera Pallaresa ya los excursionistas preocupados por descubrir la naturaleza apasionante por los numerosos caminos del parque nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici y del parque natural del Alt Pirineu.