Ruta por la acequia Vinyals

Desde el ayuntamiento de Bordils tomad la calle Almeda y el paseo de Aimeric para llegar al casco antiguo donde se puede visitar la espectacular iglesia de San Esteban. Habrá que seguir por la calle de la Cruz apenas unos 50 metros y girar a la derecha por el camino del Pla, aunque también se puede visitar un lavadero municipal de 1932 que se encuentra un poco más abajo por la calle de la Cruz.

Volviendo a la ruta, se sigue el camino del Pla hasta el puente de Cal Peix y la riera de Sant Martí Vell, donde termina la acequia. Se sigue el arroyo hacia el sur, hacia las Gavarres, para bordear el mas Riera, que quedará a mano derecha en medio de los campos de cultivo. Una vez dada la vuelta se encuentra la esclusa de Can Riera y la acequia Vinyals. En este tramo también se pueden observar algunos de los árboles monumentales de Bordils.

Como apunte histórico, en 1748 y 1750, el Real Patrimonio otorgó al hacendado Mateu de Vinyals de Flaçà dos concesiones para el aprovechamiento de las aguas del Ter, así como la construcción de dos molinos, uno en Campdorà y el otro en Bordils.

La acequia Vinyals es un ejemplo del desarrollo de la agricultura catalana del siglo XVIII, la cual permitió regar tierras desaprovechadas hasta entonces, y a una escala mucho mayor. La esclusa construida a la altura de Campdorà desvía el agua del Ter por un riego maestro que pasa por debajo de la línea del ferrocarril y la carretera de Palamós. Se dice que a la hora de hacer limpieza de la acequia, cuando no se hacía pasar agua, el señor de Vinyals se paseaba por dentro sobre un caballo. Tras superar el Congost el riego circula ya a cielo abierto por todo su recorrido.

La sociedad moderna, más industrial que payesa, abandonó en buena parte los cultivos tradicionales del regadío (hortalizas, alfalfa y maíz), con poca rentabilidad, pero gracias a la acequia se ha podido reconvertir y modernizar el sector agrario con la extensión de viveros de plantas ornamentales, especialmente arbolado, que hoy en día conforman un paisaje propio en esta área del Ter. La acequia está llena de pequeños puentes y pasarelas, elementos de ingeniería hidráulica, o infraestructuras más grandes como el molino de Bordils, al tiempo que transcurre por los paisajes más humanos de la zona, desde el agrario del entorno de la acequia, el polígono industrial, y los urbanos de los pueblos de Celrà y Bordils.

Volviendo a la ruta, a partir de ahora sólo será necesario seguir la acequia y disfrutar de los distintos paisajes. Se cruza Bordils de lado a lado, donde hay que destacar un par de elementos interesantes como el lavadero municipal de la calle Almeda, de principios del s. XX, que se encuentra un poco escondido a la altura de la escuela de Bordils, un poco por debajo del nivel de la calle. Los lavaderos de ropa fueron un importante espacio de socialización antes de la llegada de la electricidad, el agua corriente y las lavadoras, especialmente para las mujeres que tenían que hacerse cargo de este tipo de tareas. De aquí vienen expresiones como "fer safareig" para referirse al cotilleo.

Siguiendo por el lado de la acequia se llega al molino de Bordils, actualmente en rehabilitación, donde se pueden observar los mecanismos de la esclusa que distribuía el agua. Pasado el molino deberá rodear de nuevo un par de casas dirigiéndonos de nuevo a las Gavarres y tomar dirección al polígono industrial de Celrà, y volver hacia arriba para reencontrar la acequia, que se podrá seguir bordeando el polígono. Además de pequeñas pasarelas y puentes como el del Aumet o el de Lucas, en este tramo el elemento más interesante para ver es el refugio antiaéreo, que se encuentra al otro lado del puente de la Aviación, antigua construcción del campo de aviación republicano que se extendía por los actuales campos de cultivo de árboles ornamentales y que ocupó unas 126 hectareas entre 1937 y 1939. Una vez cruzado el polígono se pueden seguir las indicaciones para llegar a la fábrica Pagans de Celrà, gran complejo industrial modernista que actualmente alberga un bar-restaurante, un espacio museístico para el centro de Interpretación del Campo de Aviación Republicano y diversos servicios municipales, como la biblioteca, el centro cívico o la escuela de música.

Esta ruta no es circular, por tanto, la vuelta a Bordils se puede hacer en tren, o si se tienen ganas de caminar o se ha hecho la ruta en bicicleta, también se puede seguir la Ruta del Ter.

Historia de la Acequia Vinyals

La acequia Vinyals tiene sus orígenes en las concesiones otorgadas por el Real Patrimonio a Mateo Viñals de Flaçà para el aprovechamiento de las aguas del río Ter. La primera, del 21 de mayo de 1748, permitía usos industriales y riegos propios, y la segunda, del 15 de abril de 1750, el riego de otras tierras.

Estas concesiones se mantuvieron siempre dentro del patrimonio de la familia Viñals de Flaçà. Actualmente, este aprovechamiento pertenece a la Comunidad de Regantes de los acequia Vinyals, que lo adquirió a José Luis Viñals y Gomes y Irene Gomes y Barbosa, el 20 de agosto de 1981.

La acequia Vinyals es una auténtica obra maestra de ingeniería, si tenemos en cuenta la época en que fue construida. Supone el aprovechamiento hidráulico de aguas públicas del río Ter en Campdorà, con la toma de derivación, el canal principal, los canales secundarios o riegos maestros, las derivaciones con sus obras de fábrica, las compuertas, las tuberías, los grupos de elevación y otros accesorios.

La zona de regadío de la acequia Vinyals está formada por unas 804 hectáreas aproximadamente, de las que se riegan 224 en Celrà, 305 hectáreas en Bordils, 90 hectáreas en Sant Joan de Mollet, 75 hectáreas en Flaçà y 110 hectáreas en Juià. Gracias a la acequia, esta zona de regadío es una llanura llena de vida, con extensiones de árboles frutales, cereales, huerta, chopos, plátanos y viveros de plantas de jardinería y ornamentación reconocidos internacionalmente.

Uno de los episodios más importantes de la historia de la acequia Vinyals se produjo a raíz de la guerra civil, en 1937, para hacer el campo de aviación de Celrà, se tuvieron que tapar todos los riegos maestros que había en la zona situada en el límite de los términos municipales de Celrà y Bordils, con máquinas y animales taparon todos los riegos maestros que había en la zona, allanaron el terreno y luego sembraron en ellos alfalfa. En 1940, una vez acabada la guerra, rehicieron el regadío y las parcelas del sector, para rehacer las acequias y repartir los límites entre sus propietarios, se basaron en los planos existentes y en las señales de los riego que aún se veían.

Descarregar folleto