Paseo de los árboles de Santa Maria de Palautordera

El punto de salida y llegada puede ser el punto de información turístico. La distancia total del recorrido es de 5,6km. Es un itinerario que se puede hacer durar todo un día, observando los árboles y los paisajes, comiendo en uno de los parques o en alguno de los muchos restaurantes que se pueden encontrar cerca del itinerario.

Apto para personas con movilidad reducida excepto el tramo de bosque de Ribera, que se puede salvar por la Carretera Nueva de Sant Esteve. 

Salimos del Punto de información turístico dirección norte, por la parte izquierda de la rotonda, por el Paseo del Estatut, dejando aparte el Parque de los Quatre Hereus. Aquí ya podemos disfrutar del primer tramo de carretera con plátanos, solamente se conservan los del lado derecho de la carretera, el resto son replantados.

El plátano

El plátano (Platanus hybrida) es un árbol caducifolio, corpulento y de copa ancha que puede llegar hasta los 40 metros. Tiene un tronco derecho, cilíndrico y una corteza delgada y gris verde que cae periódicamente en forma de placas irregulares. Sus frutos son pequeños, numerosos y se agrupan de dos en dos, tienen forma de pelotas (4 centímetros de diámetro), y sueltan las semillas en deshacerse. Florecen a principios de la primavera. Las flores tienen un pedúnculo largo y no son nada vistosas. El platanero puede llegar a vivir algunos siglos. Se encuentra en las calles y las plazas, ya que tiene una sombra excelente. Hacen nidos la garza, el gorrión, el verderón, verdecillo, jilguero. En los plataneros viejos crían la lechuza, el autillo y el búho. Su madera se aprovecha para hacer juguetes y remos. Las hojas son grandes y tienen tres o cinco lóbulos dentados. El peciolo es largo y acabado en forma de pipa y de él salen tres nervios principales y de éstos, otros de subprincipales.

Seguimos el Paseo hasta la calle Àngel Guimerà, que cogemos a la izquierda y lo seguimos hasta cruzar la calle Mas d'en Sala, allí encontramos a mano izquierda la Torre Buxeda, junto a la Masía Can Sala, masia que da nombre a todo el barrio. Desde fuera del patio de la Torre Buxeda (550m. 5min.) podemos observar los inmensos Cedros en la parte lateral, el Tilo en la parte de delante queda tapado por el propio muro de la casa. La Torre Buxeda fue construida a inicios del siglo pasado por unos joyeros de Barcelona.

El cedro

Es un género de plantas con flores de la familia de las pináceas, adoptan la forma de árboles siempre verdes, de hojas aciculares agrupadas en fascículos y piñas ovoides y derechas, que caen con la madurez. Son árboles de copa grande y figura cónica en la juventud pasando a la forma tabular cuando son viejos. Un bosque de cedros se llama cedreda.

Continuamos la calle, girando ligeramente hacia la derecha para ir a coger a la izquierda el camino del cementerio y nos acercaremos, allí podemos encontrar unos impresionantes Cipreses, (1.000m. 6 min.) Típicos en muchas necrópolis de nuestra cultura.

El Ciprés mediterráneo

Es un árbol originario del oriente de la zona mediterránea desde Irán hasta Libia y actualmente crece en toda la zona mediterránea en lugares donde las heladas no superen los -10 ºC.

La forma columnar característica de las plantaciones hechas por humanos es en realidad una mutación. Pueden llegar a hacer 35 m de altura y tener 100 años de edad. Las hojas son imbricadas. La floración es monoica con flores masculinas y femeninas en el mismo árbol la emisión de polen es en febrero-marzo. Los frutos en forma de gálbulos más o menos redondeados miden unos 40 mm. Los cipreses viven en lugares que serían demasiado áridos para determinados tipos de pinos o para las encinas. Madera para ebanistería o construcción, perfumada y muy resistente a la podredumbre.

De bajada del cementerio dejaremos el primer desvío a la izquierda, que nos llevaría al torrente del Reguissol (puede ser interesante ir a observarlo si disponemos de tiempo) y volvemos a ascender hacia el barrio de Can Sala, tomaremos la primera calle a la izquierda, calle dedicada a Martí Boada, eminente geógrafo, naturalista y doctor en Ciencias Ambientales de Sant Celoni y que fue el director de la Escuela Taller que realizó el Arboretum, que es el siguiente lugar que pasaremos a visitar, a mano izquierda de la calle.

En el Arboretum (1.500m. 16 min.) Podemos pasar todo un día, el Arboretum reúne aproximadamente unas ochenta especies de árboles, que son los que se pueden encontrar por el macizo, y que a la vez constituyen el mapa de los árboles del país. Saldremos del Arboretum por el mismo lugar que hemos entrado, la puerta principal, dejando las salidas del Parque del Reguissol y de los Lavaderos, tomaremos la calle Vic, hasta encontrarnos, en el siguiente cruce la calle Mas d'en Sala, que tomaremos a la izquierda para la siguiente esquina girar a la derecha, por la calle Olot, hasta el Paseo del Estatuto.

En la misma esquina de la calle Olot con el Paseo del Estatuto encontramos la Torre Deó, donde podemos admirar desde la calle la inmensa copa del Tilo y unos Cedros altísimos, fijémonos en lo que hay en la parte delantera de la casa, muy deteriorado por los rayos.

Los tilos

Los tilos (las tiliàcies) son nativos de las regiones templadas del hemisferio norte. Son árboles de buen volumen, alcanzando entre 20 y 40 m de altura, con maderas rectas de hasta un metro de diámetro. Son caducifolios, con hojas cordiformes, con el borde aserrado, de hasta 20 cm de ancho, de color verde oscuro en el haz y verde claro plateado en el envés, fuertemente aromáticas.

Las flores de este árbol son muy aromáticas, en forma de pequeños racimos amarillos con una bráctea alargada. Estas son conocidas por sus propiedades curativas para combatir resfriados, u otras afecciones. También son utilizadas como tranquilizantes o somníferos preparándose en forma de una infusión o té llamada tila. Llegan a vivir hasta 900 años, creciendo lentamente. Las hojas que caen del tilo, al descomponerse, proporcionan un humus de alto contenido mineral y de nutrientes, que resulta muy útil para mejorar tierras escasas de minerales y otros nutrientes.

Tomaremos el Paseo del Estatut dirección al pueblo, pasaremos por encima del Torrent del Reguissol y veremos el Parque del mismo nombre, por delante de la iglesia de Santa María cruzar la carretera y entrar en la Plaza Mayor (2.020 m. 23 min.) que atravesaremos y al final tomaremos la calle Mayor a la izquierda, por la isla peatonal, hasta que se acaba el Paseo del Remei, donde encontraremos otro exponente de los Plataneros que se plantaban a ambos lados de las carreteras para poder disfrutar de la sombra, este tramo era la carretera que iba de Santa Maria de Palautordera en Sant Esteve de Palautordera.

Haremos este agradable tramo de paseo hasta la Ermita del Remei (2.970m. 34 min.), Un buen tramo de paseo en el que en primavera, verano y otoño se puede disfrutar de una sombra refrescante. Una vez en la ermita tomaremos la calle de la ermita a mano derecha, atravesando la carretera nueva de San Esteban hasta la calle Europa, siguiendo los indicadores del itinerario del Reguissol a la Tordera. y seguiremos recto, atravesando un pequeño parque hasta el Paseo de los Deportes que tomaremos a la derecha hasta el final, en el Paseo de las Escoles que haremos a la izquierda, pasando por delante de la piscina municipal y el Club de Tenis, para acercarnos al Parque de la Fontmartina (3.600m. 41 min). En este Parque, además de la Fuente, también podemos observar plátanos de grandes alturas.

Al final del Parque, a mano izquierda, un poco escondida hay unas escaleras que bajan hasta el Río Tordera (65 escalones), allí podemos disfrutar de un bosque de ribera replantado con plátanos.

Los bosques de ribera

Los bosques de ribera son bosques caducifolios que crecen a ambos lados de los cursos fluviales sobre suelos que, a partir de una cierta profundidad, suelen estar empapados de agua proveniente del río o torrente vecino (agua freática). En el área mediterránea y submediterránea, son los más productivos porque raramente les falta el agua, el principal factor limitador del crecimiento de la vegetación en estas áreas.

Si a este hecho añadimos la riqueza en nutrientes minerales que suele caracterizar los suelos formados a partir de sedimentos llevados por las aguas fluviales (aluviones), no es de extrañar que las alamedas, los bosques que corresponden a la mayor parte de las orillas con suelos profundos de los ríos y arroyos, puedan superar fácilmente los 20 metros de altura. La vegetación de los bosques de ribera está adaptada a las inundaciones periódicas que eventualmente pueden girar o arrancar árboles y arbustos. En Palautordera han plantado para aprovechamiento de madera y encontramos básicamente plataneros, aunque crecen también acacias, y árboles propiamente de bosque de ribera como: fresnos, verso, sauces...

Seguiremos el curso del río por el sendero, observamos muros de piedra seca, de inicios del siglo XX para contener las aguas; podemos disfrutar del rumor del agua y del viento en las hojas altas de los Plataneros hasta que encontramos un camino cementado, que tomaremos a mano derecha, dejando el vado que atraviesa la Tordera, y subiendo hasta Can Balada, primer molino que producía electricidad en el pueblo.

Subiremos hasta la rotonda, que cruzaremos para coger la calle Industria, donde medio ahogado por las casas y el asfalto aún podemos encontrar un gran almez (4.600m. 53 min.). Seguiremos hasta tomar la calle Antoni Gaudí a la derecha, hasta el final, donde por la calle Nueva, cogiendo a mano izquierda llegaremos a la Ronda Sur, donde giraremos a la derecha para a los pocos minutos llegar al Punto de información turístico, de donde hemos salido (5.600m. 1 hora y 5 min.).

Los almezos

Es un árbol caducifolio con una copa densa, redondeada y muy ramificada, su tronco es derecho y con la corteza lisa y de color gris, puede llegar a medir 25 m de altura. Las hojas, ásperas al tacto y con tres nervios muy marcados en el anverso, son simples, alternas, pubescentes, ovadas o lanceoladas, presentando una cierta asimetría, con el margen finamente dentado, el pecíolo largo y la punta torcida y alargada. Las flores, hermafroditas o masculinas, son pequeñas, solitarias, muy pedunculadas, de color verde-amarillento y aparecen entre abril y mayo en las axilas de las hojas.

El fruto es una drupa comestible, la almeza, pequeña del tamaño de un guisante, redonda y lisa con mucho hueso y poca pulpa, verde antes de madurar y oscuro, casi negro, cuando madura en otoño. Además de la utilización como árbol ornamental, el almez se ha utilizado tradicionalmente para hacer herramientas agrícolas como horcas, palas de aventar, mangos, yugos, etc. aprovechando su flexibilidad y duración; sus ramas han sido utilizadas como alimentación para el ganado, y también se obtenía leña y carbón, por lo que se encuentra frecuentemente cerca de las masías. Tiene propiedades medicinales como astringente, lenitivo, antidiarreico y estomacal. Las raíces se habían utilizado para extraer un colorante amarillo para teñir la seda.

Fuente: Ayuntamiento de Santa Maria de Palautordera