Francesc de Verntallat, el camino de los Remensas

Francesc de Verntallat (1428 - 1499) nació en una masía de la Vall d'en Bas, donde comienza esta ruta. Cerca de su masía podemos encontrar elementos que tienen relación con los orígenes de Verntallat, descendiente del linaje de los Puigpardines. Es por eso que cerca del Mallol, y continuando en el término de la Vall d'en Bas, encontramos la iglesia y el castillo de Puigpardines y el Mas Toralles, antigua Casa de los señores de Puigpardines.

Verntallat era el líder más radical de los campesinos en la lucha para acabar con las condiciones de esclavitud y determinadas costumbres feudales. Los señores feudales ejercían un control excesivo sobre los agricultores y sus familias. Aparte de los malos tratos físicos que recibían, los agricultores también tenían que pagar unos tributos abusivos para poder trabajar las tierras del señor. En este clima, Verntallat supo erigirse como la figura a quien los campesinos siguieron para lograr la justicia y la libertad. Tuvo la voluntad y la habilidad de construir un pequeño ejército que le permitía controlar gran parte de la Garrotxa y las Guilleries.

La guerrilla de Verntallat creció rápidamente. Los campesinos que se unían a su causa tenían la ayuda de otros campesinos que se quedaban trabajando la tierra, con la promesa de mantener sus cultivos mientras durara la guerra. Este sistema de solidaridad permitió a Verntallat y los remensas aguantar el pulso durante muchos años, hacerse fuertes y terminar ganando la guerra.

Otro de los factores fundamentales en la victoria de los remensas fue la alianza con el rey Juan II. Juan II se vio obligado a exiliarse en Aragón, y en su ausencia dejó el mandato a su mujer, la reina regente Juana Enríquez, que mantuvo la suspensión de los malos usos durante su regencia, lo que le servió para ganarse la simpatía de los agricultores. Cuando la reina sufrió un asedio en Girona y Verntallat y sus hombres bajaron a la ciudad para socorrerla, se fortaleció una alianza que sería clave para la vida de Verntallat y en el devenir de la guerra. La reina, agradecida, le nombró capitán real. Este hecho significaba formalmente el liderazgo de Verntallat. A partir de ese momento, sus seguidores fueron llamados verntallats.

Cuando subimos a la Garrotxa por la Selva interior, vemos el Castillo de Hostoles. El castillo fue el centro del poder remença durante todo el periodo bélico. Tras la fortificación se convirtió en un punto inexpugnable para las tropas enemigas, y siempre fue utilizado como un lugar de repliegue seguro. También lo fueron los Castillos de Puig-Alder y Colltort, que antiguamente marcaban la frontera entre los condados de Besalú y de Girona. Se encuentra situado entre los municipios de Les Planes d'Hostoles y Sant Feliu de Pallerols.

En las Planes d'Hostoles encontramos la Ermita de San Salvador, donde años después se construiría el Castillo de Puig-Alder. Al otro lado de la carretera que conecta Girona, Les Planes d'Hostoles y Sant Feliu de Pallerols, encontramos la iglesia de San Pedro Sacosta. Se tiene constancia de que, ya en el siglo XIII, todas las masías de la parroquia estaban sometidas a los malos usos. En las Llanuras también encontramos la Casa Jonquer, cuna de una importante saga garrotxina de la época. En Sant Feliu de Pallerols podemos visitar el molino de la Conqueta, un molino de harina mencionado por primera vez en el siglo XII. Durante la guerra no dejó de funcionar para alimentar a todos los agricultores. Actualmente el molino es de propiedad municipal y se puede visitar.

Cerca de Santa Pau encontramos el Castillo de Colltort, desde donde se puede ver la zona volcánica de la Garrotxa. En esta ruta también podremos descubrir un par de elementos que, a pesar de no estar ligados al conflicto remensa, bien valen una visita. El primero son los lavaderos de la Piña, en la Vall d'en Bas, exponentes de un tiempo donde lavar la ropa se convertía en un ejercicio muy duro, pero conciliador socialmente. Y el segundo, el Ferial de Sant Feliu de Pallerols, donde nos podremos parar y disfrutar de un buen rato en medio de la tranquilidad de la plaza del pueblo.

Verntallat se repliega en las montañas alrededor del castillo de Hostoles ya que los remensas pierden el control de Besalú y Olot. El año 1471 Girona se rinde ante la presión de Verntallat, que recibió un apoyo vital de la zona de Finestres, al oeste del castillo de Hostoles. El territorio que hoy comprende el término municipal de Sant Aniol de Finestres tuvo una importancia estratégica capital en muchos conflictos armados de la historia de Cataluña. El hecho de ser una zona montañosa y de difícil acceso, cerca de Olot, Banyoles y Girona, la convirtieron en refugio de bandoleros. Una buena muestra es la ermita de Finestres. Más cerca de los núcleos habitados, en la actualidad encontramos la iglesia de Sant Esteve de Llémena y la de Sant Aniol de Finestres

El 28 de octubre de 1472 termina la guerra civil catalana con la victoria de la monarquía con la ayuda de los remensas. Estos esperaban que el rey suprimiera los malos usos tras la contribución del campesinado en la victoria, pero no fue así, y se entró en un periodo de desconcierto.

Años más tarde el conflicto se reabrirá, pero esta vez será un compañero de Francesc de Verntallat, Pere Joan Sala quien iniciará la segunda guerra remença y que después de algunas victorias cerca de Barcelona será prisionero y ejecutado públicamente en Barcelona. Verntallat esta vez no fue a la guerra sino que intentó negociar, y terminó obteniendo casi todo lo que buscaba.

Presidió la delegación remença que firmó la sentencia arbitral de Guadalupe, en Extremadura, que pone fin a los malos usos, al derecho a maltratar y a otros abusos hasta entonces legales. Tras la sentencia, Verntallat residió en la corte y estuvo en contacto con personajes relevantes como Cristóbal Colón. Más tarde se retiró a Sant Feliu de Pallerols donde vivió en el mas Claperols. Hoy podemos encontrar una estatua que lo recuerda. En la comarca también encontramos muchos otros elementos que hacen memoria: escuelas, calles y establecimientos muestran que Verntallat es un personaje querido y recordado.