Prades

Prades es una villa de la comarca del Baix Camp. El pueblo también es conocido como la Villa Roja por la piedra arenisca de color rojizo que caracteriza gran parte de sus edificios.

Su altura sobre el nivel del mar (950 m) hace que disfrute de un clima atlántico que lo ha convertido en un concurrido lugar de veraneo. El invierno, sin embargo, es frío y la nieve está presente casi cada año. Con un censo de 650 habitantes, en verano puede ver incrementada su población 6 o 7 veces. La Villa fue catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC) el año 1993, por su conjunto histórico.

La casi totalidad del término de Prades se ve afectado por el PEIN (Plan de Espacios de Interés Natural) y la Red Natura 2000 del las Montañas de Prades y también encontramos parte de la Reserva Natural Parcial del Barranco del Titllar y Tossal de la Baltasana.

Muy próximos, aunque en otros términos municipales, encontramos el Parque Natural del Montsant, el PENIN del Valle del Monasterio de Poblet que limita al norte con las Llanuras del Pagès y la Sierra del Bosque, y la Reserva Natural Parcial de la Altiplano de los Motllats el sureste.

La plaza, la iglesia, el castillo y las murallas son los principales elementos que determinaron, desde la época medieval, la configuración y organización interna de la villa. La iglesia de Santa María la Mayor, documentada desde el 1194 es una construcción ecléctica, de transición del románico al gótico y con una fachada principal con elementos renacentistas. El castillo, del que por desgracia nos queda muy poco, estaba situado en el extremo noroeste de la población. Su mal estado de conservación hace que sea muy difícil su correcta interpretación. Fue la sede de los condes de Prades hasta que la cancillería se trasladó al castillo de Falset. El elemento del conjunto mejor conservado ha sido la iglesia del castillo, dedicada a San Miguel, de la que quedan pocos vestigios visibles, únicamente el ábside con la vuelta en ruinas, un tramo de la nave y una antigua capilla lateral en el extremo este del muro norte.

L'ermita de l'Abellera possiblement data del 1570, tot i que se n'han fet moltes reformes posteriors, presenta una disposició força estranya, ja que s'assenta en una cova que havia servit d'aixopluc. La cova forma part d'una cinglera que assoleix els 1.020 metres d'alçada. Aquesta situació fa que la vista que s'albira des de l'indret sigui extraordinària amb la vall del riu Brugent. Es diu que la imatge de la Mare de Déu de l'Abellera la va trobar un pastor a una alzina a la qual anava a buscar mel, i segons la llegenda, va endur-se la imatge dues vegades cap a casa i cada cop la Mare de Déu retornava al seu lloc de descobriment. També es parla que va existir una ermita anterior a l'actual a on s'hauria retirat la reina Margarida de Prades. A l'ermita hi va viure, cap al 1484, fra Bernat Boïl, primer vicari apostòlic de les Índies que va acompanyar Cistòfor Colom en el seu segon viatge a Amèrica.

En la villa confluyen dos senderos GR (Gran Recorrido), el GR 171 proveniente de Montblanc por la Mola de Estat, y el GR 65-5 variante del Camino de Santiago, que viene de la Albiol por Motllats, los dos salen del pueblo con un mismo trazado por Segalassos, al oeste.

En los alrededores de Prades encontramos numerosos caminos, senderos y pistas que hacen las delicias de los aficionados al trekking, la BTT o el paseo familiar, el Camino Natural y la Ruta del Roble Reboll, son un ejemplo, perfectamente señalizados. La Ruta del Roble Reboll, bien señalizada, nos muestra una caminata didáctica sobre el roble reboll (Quercus Pyrenaica), ejemplares únicos en toda Cataluña, de un excepcional valor biogeográfico, más o menos agrupado alrededor del Tossal de la Baltasana (Reserva Natural Parcial del Barranco del Titllar y del Tossal de la Baltasana). Cercano al Camino Natural de Prades encontramos el árbol catalogado como monumental Perelloner de Sisteré (Pyrus Spinosa), de 12 metros de altura y 3.17 metros de copa.

Como festividades destacan la Fiesta de la Patata, el domingo siguiente al 11 de septiembre, que da inicio a la campaña de la Patata de Prades (o "trumfos" como se las conoce localmente), reconocida como Indicación Geográfica Protegida (IGP ), con un almuerzo popular con longaniza, arenque, uvas y patata al horno, mercado de productos gastronómicos y concurso de guisos y tortillas de patatas. La patata de Prades es un producto de gran calidad con una carne blanca, de sabor dulce y de muy buena cocción, con piel amarilla clara y lisa y un ligero aroma de castaña.