El Triángulo Daliniano

Dalí y su arte

Dalí no era un hombre de un único registro, aunque la mayoría únicamente lo conoce por su pintura y su escultura. Dalí quería ser un artista en todos los sentidos, explorar todos los caminos, ser una especie de Leonardo Da Vinci del S.XX.

Dalí exploró los campos de la pintura y la escultura pero también de la escritura, el cine, la ilustración de libros, y hasta en el campo del periodismo con sus particulares reportajes. Sus ideas las reflejó en distintos artículos de diferentes revistas, muchas de ellas artísticas, a lo largo de su vida, donde se puede apreciar su evolución creativa y literaria.

Además, también destacó en publicidad, tarea muy ligada a la de periodismo. Como curiosidad, una de las aportaciones más importantes en este campo fue la realización del logotipo de Chupa-Chups, al que calificó de: es redondo y dura mucho (se refería al producto en sí, pero el logotipo ha seguido sus pasos).

Finalment, sus hitos en el diseño los realizó en el campo de la moda y la joyería, que básicamente desarrolló para Gala. Se pueden descubrir muestras de esta faceta a lo largo de la ruta.

La ruta

El triángulo daliniano (o triangle dalinià) es una muestra de la importancia que tuvo en Dalí el paisaje que lo rodeaba en el Empordà y que plasmaba sobre sus obras, pasándolo antes por su colador onírico particular.

Estas tierras dieron una gran inspiración a Dalí, pero hoy día, es Dalí quien ha dejado una huella tan profunda en ellas que, año tras año, aumentan los interesados en conocer su vida y todo aquello que lo envolvió: el Museo de Figueres, su Casa en Portlligat y el Palacio de Púbol, los tres puntos que conforman la ruta que os presentamos este mes.

El Museu Dalí

El Museo Dalí, en Figueres, es el punto de la ruta más visitado por los interesados en el mundo daliniano. Se encuentra sobre las ruinas del antiguo teatro de Figueres destruido durante la Guerra Civil, y que Dalí decidió utilizar para la localización de su museo por tres motivos que él mismo desveló: “primeramente porque él era un pintor eminentemente teatral, en segundo lugar, porque el teatro estaba delante de la iglesia donde fue bautizado y, finalmente, porque fue en el vestíbulo de ese mismo teatro donde expuso su primera muestra de pintura”.

En el Teatro-Museo, se puede ver el eje central del conjunto museográfico daliniano en Cataluña, es decir, algunas de las pinturas y esculturas más importantes que, por motivos técnicos y de conservación no se han podido conservar en la Casa de Portlligat o en el Castillo de Púbol y que no se han llevado a otros museos contemporáneos del mundo fuera de Cataluña. El espacio está formado por 22 salas situadas alrededor de un patio central decorado por elementos dalinianos con la voluntad del propio artista de ser expuestos de forma permanente en el museo, como el Cadillac Plujós. Cabe destacar la sala Mae West, una sala que recrea la cara de la actriz a partir de elementos de mobiliario diseñados por Dalí, y la cúpula de cristal en el centro del museo, un símbolo de identidad para Figueres.

Además de obras dalinianas, en el museo también encontraréis obras de otros artistas como Antoni Pitxot o Evarist Vallès, junto con la colección privada de Dalí que incluye piezas del Greco, Fortuny, Urgell, Meissonier, Duchamp, Dou y Bourguereau.

Finalmente recordar que al lado del museo, desde el año 2001, se puede visitar la exposición Dalí Joyas, donde se recogen sus diseños que, según él: “debían de ser expuestos, ya que sin la presencia de espectadores, las joyas no conseguirían cumplir la función para la cual fueron creadas y no tendrían vida”. En esta visita se pueden admirar 39 diseños exclusivos de oro y piedras preciosas y los esbozos que se hicieron para realizarlas.

La casa de Portlligat

Al lado de Cadaqués, pueblo donde Dalí había pasado largas temporadas durante su infancia y juventud, en Portlligat, se encuentra la casa donde Dalí y Gala (su vida y musa) fijaron su residencia desde 1930 y donde el artista trabajó habitualmente hasta 1982. Después de la muerte de Gala, Dalí se fue a vivir al castillo de Púbol.

La casa, se puede visitar desde 1997, está hecha a partir de la unión de distintas casas de pescadores que Gala i Dalí fueron comprando en distintos momentos y que conforman un laberinto. El visitante puede descubrir el taller del pintor, su habitación, el jardín y la piscina, la sala oval (sala con una acústica impresionante que Dali regaló a Gala para su tranquilidad i relalx cuando él recibía invitados en casa), o una terraza con vistas a la bahía de Portlligat, entre otros.

El Castillo de Púbol

Púbol és un pequeño pueblo que se encuentra yendo en dirección a la Bisbal de l'Empordà. Desde el pueblo se puede ver el castillo, rodeado de campos. Aunque este es el punto de la ruta más desconocido, se trata de un lugar indispensable para conocer mejor la vida de Dalí.

El Castillo de Púbol lo compró Dalí para Gala después de haberle prometido años atrás regalarle un castillo, pero sin ninguna intención de hacerlo realmente. Al final, Gala se lo echó en cara y él decidió comprarlo. Gala quería este castillo para pasar sus épocas de verano y descansar de su vida infatigable en Portlligat, donde Dalí siempre llevaba gente a casa y no paraba de organizar fiestas. El Castillo le serviría para disfrutar de esta soledad que tanto deseaba y donde aprovechaba para llevar a sus amantes. Únicamente podían entrar aquellos que tuviesen una invitación expresa de ella, incluso Dalí.

Dalí compró este castillo después de mirar otros castillos por la zona y aunque éste estaba en un estado bastante lamentable, Dalí lo compró. Se trata de un castillo gótico que había sido propiedad de los barones de Púbol y que, por lo tanto, su interés histórico es doble. A diferencia del Teatro-Museo de Figueres, Dalí no añadió ningún elemento suyo en la fachada del edificio, pero sí que lo hizo en su interior. Cuando murió Gala en Portlligat, la llevó con su Cadillac hasta el castillo donde está enterrada en la Delme-Cripta. Desde entonces, pasó sus últimos años allí. El museo abrió el año 1996 y en el interior podemos encontrar pinturas y dibujos que Dalí regaló a Gala, esculturas que decoran el jardín, la colección de los vestidos de Gala diseñados por Dalí, un taller, una sala de piano, el Cadillac, un tapete que el alcalde de Púbol regaló a los recién llegados cuando compraron el castillo...

Como nota curiosa, decir que Dalí detalló personalmente que el castillo debía poder ser visitado en un futuro y lo preparó todo con las instrucciones a seguir, como por ejemplo la música que debía sonar (Wagner).