Ruta Literaria de Pompeu Fabra por Badalona

La Fonda de Peret

La ruta se inicia en el mismo lugar donde se inició la aventura de la familia Fabra en Badalona en 1912. La Fonda de Peret, en la calle del Mar, n úm 12 fue el primer lugar de estancia, mientras la familia esperaba el traslado del equipaje que debía llegar de Bilbao, donde ocupaba una plaza de catedrático en la Escuela de Ingenieros. Fabra vivirá en Badalona hasta el 1939, fecha en que se irá al exilio, pasando por París, Montpellier y Prada.

Plaza de Josep Cortinas, "Can Balluga"

La primera casa donde se instaló Pompeu Fabra fue en la actual plaza de Josep Cortinas, donde antiguamente había habido "Can Balluga". Desde esta residencia, el lingüista escribió y trabajó buena parte del "Diccionario General de la Lengua Catalana" (1932), un auténtico pilar del catalán. En el Diccionario se puede observar la influencia de Badalona en la redacción de la obra, con topónimos y palabras badaloneses.

Durante esta época combina su labor de gramático, con los viajes a Barcelona, donde fue nombrado profesor de la cátedra de catalán de la Diputación de Barcelona por Enric Prat de la Riba y miembro de la sección filológica del Instituto de Estudios catalanes, de la que más tarde sería presidente.

La playa

La proximidad con el mar, fue uno de los motivos principales que llevó a Fabra a instalarse en la ciudad. Su hija Teresa, tenía una salud delicada y por recomendación de los médicos debía frecuentar los baños en el agua de mar y los paseos cerca de la playa. Por eso la costa de Badalona era uno de los rincones más concurridos por Fabra, donde también aprovechaba para charlar con pescadores, ya que era una persona abierta y hospitalaria con la gente obrera. Justamente frente al mar, en la calle Santa Madrona, número 33, tuvo una de las tres residencias donde vivió en Badalona.

El tranvía

Pompeu Fabra iba a trabajar a Barcelona siempre en tranvía. No le gustaba desplazarse en tren o coche. Cogía el tranvía en la parada nº 43, en el Bar "Can Martri", en la calle Francesc Layret, esquina Padre Claret. Aprovechaba el trayecto para redactar o bien trabajar, y en caso de no tener demasiado trabajo le gustaba conversar con los otros pasajeros y mantener largos debates de política, cultura o sociedad.

Escuela de artes y oficios

Durante su estancia en la ciudad, Fabra se integra plenamente en la vida social y cultural como un badalonés más. Fue impulsor de la Escuela Marcel·lí Antic (1927) y presidente de la entidad catalanista Palestra en Badalona. Fabra también puso en marcha las Ediciones Proa, situadas en la Av. Martí Pujol, número 40. En 1915 nació la Escuela de Artes y Oficios de Badalona, que luego pasaría a ser la Escuela del Trabajo. También participó en el Club de Tenis y el Centro Excursionista. Por todo ello, la ciudad le quiso devolver un reconocimiento por su implicación social y cultural y en 1934 Fabra fue nombrado hijo adoptivo de Badalona.

Calle de la Merced, 34

Esta es la dirección de la última casa donde vivió la familia Fabra. En 1939 cambiaría el rumbo de sus vidas con la llegada del exilio. La residencia fue saqueada y buena parte de las obras y libros de gran valor quemados y desaparecidos. Hoy, acercándonos hasta este punto encontramos una placa conmemorativa en la fachada que recuerda que fue la última casa donde se estableció la familia.

Teatro Zorrilla

En 1968 este emblemático espacio acogió el homenaje con motivo del centenario del nacimiento del Maestro Fabra. Participaron intelectuales de la época y contó con una gran afluencia de público. El poema "Mi pueblo y yo" de Salvador Espriu fue escrito para la ocasión.

Plaza Pompeu Fabra

La plaza central donde se encuentran las salidas de metro L2 lleva el nombre de Pompeu Fabra en reconocimiento al lingüista catalán. La iniciativa se logró a través de entidades y ciudadanía que reivindicaban esta acción como forma de tributo al hijo adoptivo de la ciudad.

Monolito de homenaje

En la Plaza de la Asamblea de Cataluña número 9 se erige un monolito creado por Òmnium Cultural. Podemos leer un fragmento del "Homenots" que Josep Pla dedicó a Fabra, donde eleva la obra y trabajo realizado para la normalización del catalán.