Ruta del modernismo: una mirada al patrimonio de Gironella

La ruta plantea un recorrido por diferentes elementos señalizados, con el objetivo de acompañar al visitante en el descubrimiento de la arquitectura gironellenca de finales del siglo XIX e inicios del XX. Más allá del conjunto de edificios seleccionados, la propuesta pretende mostrar los rasgos característicos de este patrimonio para identificarlo en todo el municipio.

El itinerario recorre el casco antiguo de la villa y después se dirige a la avenida de Catalunya, realizando, a pie, una ruta circular que incluye los 12 primeros edificios señalizados. Los tres últimos puntos del recorrido incluyen las colonias de Cal Bassacs, de Viladomiu Vell y de Viladomiu Nou; éstas pueden visitarse de diferentes maneras: caminando por los diversos senderos que siguen el curso del río Llobregat, por el trazado de la antigua vía del tren o desplazándose en vehículo.

Distancia: Tramo urbano 2km, tramo colonias 8,5km
Tiempo: Tramo urbano 1h, tramo colonias 2h
Señalización: Monolitos con código QR para obtener más información de los edificios.
Punto de inicio: Pont Vell

Municipios de la ruta

Gironella

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Hasta mediados del siglo XIX, la vida en la pequeña villa de Gironella seguía desarrollándose principalmente en el margen izquierdo del río Llobregat, dentro del recinto del casco antiguo. El empuje económico y demográfico que aportaron las fábricas textiles se dejó sentir en la vitalidad social, pero también en el urbanismo y en la construcción de numerosos edificios. La nueva y pujante Gironella, donde el río se convirtió en sinónimo de riqueza, se expandió mayoritariamente al otro lado del curso fluvial, al abrigo de la carretera de Sant Fruitós a Berga, y hacia el sur, con las colonias textiles. Es en esta etapa cuando el municipio adquiere gran parte de la personalidad y fisonomía actuales.

De toda la riqueza arquitectónica gironellenca de este momento, el itinerario pone en valor la de carácter residencial, aunque encontramos edificios de uso industrial igualmente significativos. Existe una gran variedad de construcciones, algunas de carácter noble y otras más modestas, así como diversidad de estilos: modernistas, historicistas y otras de talante más ecléctico o noucentista.

Dos figuras sobresalen en este panorama: Roc Cot i Cot (1865-1909) y Alexandre Soler i March (1873-1949), ambos ocuparon el cargo de arquitecto municipal de la villa y proyectaron un buen conjunto de edificios en Gironella. Roc Cot y Cot fue un arquitecto de gran versatilidad, cualidad que le permitió desarrollar un estilo eclecticista, alternando obras de cariz modernista con otras más cercanas al novecentismo. Alcanzó una gran expresividad artística mediante el uso, casi exclusivo, del ladrillo en las fachadas de algunos edificios gerundenses. De entre los proyectos más destacados a nivel local, encontramos Cal Claudi y Cal Vilamarí. Sin embargo, buena parte de su obra la realizó en Berga y en Barcelona donde colaboró con Joan Alsina y Salvador Oller. Alexandre Soler i March desarrolló un estilo propio en el que se pone de manifiesto la influencia de Domènec i Muntaner y su admiración por el período medieval, del que fue un apasionado estudioso. Es el artífice de la nueva parroquia de Santa Eulalia y se le atribuyen otros edificios de la villa como el Hotel (Av. Catalunya, 52) y la Torre del Amo de Cal Bassacs, auténtica joya del Modernismo gerundense. Su obra tiene su epicentro en Manresa, aunque también cuenta con proyectos de gran relevancia en Berga, Barcelona y Valencia.