Ruta de las fuentes en Llívia

Desde el aparcamiento de atrás de la iglesia nos dirigimos en dirección norte hasta encontrar el camino que pasa por delante de la cantera. A nuestra derecha nos queda la montaña donde en la cima está el emplazamiento de las ruinas del Castillo. Rodeando la cantera llegamos hasta el collarín de Rocacanals y ante nosotros vemos el pueblo de Estavar. Poco después de la entrada de la cantera hay unas escaleras de piedra a la derecha que conducen a la fuente del Sofre.

La fuente del Sofre

Tiene la particularidad, tal como su nombre indica, de la presencia de azufre en sus aguas. Su olor característico a huevos podridos ya se nota desde bastantes metros antes de llegar. La fuente nace de un bloque de granito que es apretado con unas bridas de hierro para preservarlo de avenidas del río. El manantial es un tubo de hierro que permite que salga un chorro continuo del agua sulfurosa que va a parar directamente al torrente. El entorno es pintoresco y hermoso.

Continuamos camino arriba. Al poco rato (1 Km. Aprox.) Vemos un letrero junto al camino; a la izquierda, arriba, ya vemos el puente del Carrasut. Nos desviamos a la izquierda por un sendero entre pinos y a los poco metros estamos junto al puente.

Puente del Carrasut

Los restos de este puente que aún perduran son de finales del s. XIX, aunque hay algunos elementos más antiguos, como son la pared y el arco que corresponden a un antiguo acueducto; este fue sustituido por el actual aprovechando estos dos elementos arquitectónicos.

Continuamos unos metros por el sendero, por una subida entre pinos, un poco empinada y sombría, y llegamos a la fuente del Ferro, situada al final del camino a mano izquierda.

Fuente del Ferro

Esta fuente está ubicada en la confluencia del torrente del Tudó con la riera de Targasona. Muy poca agua mana de la fuente, pero el terreno está teñido de rojo debido al agua ferruginosa. El agua gotea por un tubo que sale de un pequeño murete hecho con ladrillos, esta cae directamente al suelo y desagua en el torrente.

Deshacemos el camino hasta el rótulo y seguimos el camino inicial, ahora a la izquierda. Es un camino ancho que va haciendo zigazagues y subiendo ligeramente. En una curva del camino a la izquierda encontramos, a mano derecha. un pequeño salto de agua.

Salto de agua en el Camino de Cereja

No dejamos el camino hasta un cruce donde hay 3 señales, nosotros seguimos en dirección a Cereja. Pasamos entre campos de cultivo hasta que el camino de tierra termina y se convierte en un pista asfaltada que nos conduce al pueblo de Cereja.

Cruzamos el pueblo, bajamos por la calle de la Fuente hasta el final y giramos a la izquierda por el Camino Viejo de Llívia. Ya no lo dejamos hasta enlazar con la carretera que lleva a Llívia. Dejamos el cementerio a la derecha y unos metros más abajo entramos en la villa de Llívia. Ahora sólo necesitamos volver al aparcamiento de detrás de la iglesia.

Una vez finalizada la excursión aprovecharemos para conocer mejor Llívia y algunos de sus lugares más representativos.

Llívia es una villa singular, población de España en el Estado francés; así quedó configurado por el Tratado de los Pirineos (1.659) entre Francia y España. Su condición de ciudad (título que recibió en 1528) fue el que la mantuvo formando parte del lado español tras la anexión francesa del resto del territorio cerdà. Está conectada con Puigcerdà por una carretera neutral internacional. El término de Llívia es separado del de Puigcerdà, en el punto más cercano entre ambos, por sólo 1,8 kilómetros.

El Casco Antiguo de Llívia, en el entorno de la antigua plaza Mayor, las calles de Mercadal, Fontcitrana o Santa María, constituyen un conjunto de gran interés, muy bien arreglado y conservado. En sus callejuelas podemos contemplar muchas casas típicamente cerdanas, con sus fachadas de piedra, balcones y contraventanas de madera o portales con dinteles y jambas de piedra granítica. La parte más antigua, construida al pie de la colina, comenzó a formarse a mediados del siglo XIII.

Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles

Edificio de finales del siglo XVI y principios del XVII, de estilo gótico catalán, de una sola nave con capillas laterales y ábside poligonal, y un airoso campanario de torre. Fue edificada sobre una iglesia anterior, del siglo XIII. La puerta es de estilo renacentista, con elementos de tipo clásico. Está flanqueada por dos torres circulares que otorgan al templo un aspecto de fortaleza.

Fuente de la Iglesia de Llívia

Ubicada en el patio de la iglesia. Está construida encima de un pedestal de piedras. El agua sale de la boca de una cara de persona grabada en una piedra plana que hace de pared de la fuente, después cae en una pequeña pila rectangular de granito.

Torre de Bernat de So

Torre de planta redonda, probablemente del siglo XV, si bien con modificaciones posteriores. Se usó de casa de la villa, de prisión y durante un tiempo albergó la famosa Farmacia de Llívia. En el dintel de la puerta hay grabado "cárcel real". Actualmente se utiliza como sala de exposiciones.

Antigua farmacia Esteva - Museo de Llívia

Situada en la calle de los Hornos, 10. El museo de Llívia aloja los valiosos objetos de la antigua Farmacia Esteva, considerada la más antigua de Europa dado que ya existía el 1415. Desde el Jaume Esteva del 1439 hasta el León Esteva que la cerró el 1942, 23 generaciones de la misma familia se hicieron cargo de la tienda. En 1965 pasó a ser propiedad de la Diputación. De todos los objetos que se conservan el más notable es el "cordialer", un mueble policromado del siglo XVIII donde se guardaban los productos farmacéuticos. Destacan también los tarros azules de cerámica vidriada y unas excepcionales cajas de madera pintadas con retratos de sabios y científicos antiguos, obra probable del siglo XVII.

Fuente de la calle Fontcitrana

La mina, tapada con una puerta de hierro, está ubicada en la pared de una casa de la calle Fontcitrana. Construida con piedras de la zona, al igual que la pared de la casa. A la derecha hay un grifo de latón, posiblemente con agua de la red.

Fuente de Cal Petitot

Se encuentra junto a Cal Petitot, de ahí su nombre. Hecha con piedras del país y coronada con una sola piedra de forma piramidal; en la parte superior hay un pincho de hierro. El agua sale a ras de calle y cae en un pequeño charco cuadrado, también de piedras, dos escalones por debajo del nivel de la calle.

Castillo de Llívia

Un camino que sale del aparcamiento de detrás de la iglesia nos lleva en unos 15 minutos. Del antiguo castillo de Llívia, destruido por los franceses a finales del siglo XV, quedan escasos vestigios: los cimientos de la torre maestra, una sala cubierta con bóveda (seguramente una cisterna) y restos de una de las cuatro torres circulares que defendían la muralla. Por su tipología, parece que los restos corresponden a una construcción del siglo XIII.

Fuente: Ayuntamiento de Llívia