Camino natural de la Muga, desde el mar Mediterráneo a los Pirineos

El itinerario comienza en la desembocadura del río en Empuriabrava, llega hasta Castelló d'Empúries, y continúa hasta Vilanova de la Muga y Pont de Molins. El trayecto sigue hasta Boadella y Escaules y finalmente termina en Sant Llorenç de la Muga. A continuación indicamos el recorrido por tramos.

De Empuriabrava a Castelló d'Empúries

En el edificio, llamado "La Colmena", en la playa de Empuriabrava es donde se inicia el recorrido. Se puede apreciar la desembocadura del río Muga y todo el golfo de Roses. En el horizonte, el caminante podrá reconocer el paisaje rural del Cabo de Creus, paraje de gran interés paisajístico y cultural. Durante los tres primeros kilómetros del recorrido, el viajero puede disfrutar de las vistas del Parque Natural de los Aiguamolls del Empordà, unos humedales naturales que albergan una gran variedad de especies de aves.

Al cabo de cinco kilómetros de marcha tranquila llegaremos a Castelló d'Empúries, en cuyas calles y plazas reconocemos el paso de la historia de los últimos 600 años.

Es recomendable visitar la antigua muralla y la puerta de la Gallarda, así como la catedral y el ecomuseo La Farinera. Saliendo del pueblo hacia Vilanova de la Muga, encontramos el enlace con el camino natural, con carteles informativos que nos indican nuestra posición y donde nos encontramos.

De Castelló d'Empúries a Peralada

Se inicia un paseo llano que transcurre entre campos de cultivo hasta llegar a Vilanova. Siguiendo la carretera que viene del pueblo, hacia la izquierda, se cruza el río Muga por un vado de hormigón que en época de inundaciones (primavera y otoño), suele ser intransitable. Una vez cruzado el río, se continúa por la carretera hacia la derecha, por el margen derecho del río

A unos 500 m, el camino deja la carretera siguiendo el río y se adentra en campos de cultivos y frutales. Es en este punto, que si el día es soleado, se puede apreciar la montaña del Canigó, primer gran cima del Pirineo en territorio francés.

Pasadas unas granjas, el camino pasa por debajo de la línea de ferrocarril de Figueras a Porbou y de la carretera que hace el mismo recorrido. A unos 200 m se encuentra una zona de descanso, en el municipio de Peralada, cuya villa es conocida por la celebración de un festival de música en el castillo de la ciudad y la producción de vinos y cavas.

Aunque queda algo separado del trazado del camino, merece la pena acercarse a Peralada y pasear por sus calles. 

De Peralada a Pont de Molins

Continuando el recorrido por la orilla del río, cruzaremos de nuevo la carretera que conecta Peralada con Vilabertran y Figueres, por debajo de un puente.

A unos 500 m, el camino transcurre por una zona de bosque de ribera. Se trata de una zona donde a menudo se puede observar algún ejemplar de nutria (Lutra lutra). En este punto conviene extremar la precaución al cruzar el río por el puente de la carretera de Cabanes a Vilabertran y Figueres y seguir el recorrido por el margen izquierdo del río.

A la altura donde el río se une con una canalización de riego, divisamos el monasterio de Sant Feliu de Cadins.

Siguiendo el río y después de pasar un par de bifurcaciones con la señalización del camino, hay que seguir por debajo de la autopista AP-7 que conecta con Francia.

El camino se ensancha notablemente en este punto. A unos dos kilómetros gira a la izquierda para volver a encontrar el río y llegar a Pont de Molins.

De Pont de Molins a Les Escaules

Cruzando el río por el puente de la carretera se reanuda a mano derecha el camino desde donde se puede ver el viaducto del tren AVE.

Antes de pasar por debajo de la inmensa infraestructura, se encuentra un cartel informativo y los primeros y mejor conservados hornos de cal del recorrido. A unos dos kilómetros, el camino se desvía hacia la derecha convirtiéndose en una senda de gran encanto, donde se pueden observar desde encinas (Quercus ilex) a frondosos bosques de galería. Se hace evidente un cambio en el paisaje, en transición hacia la montaña.

Según se avanza se llega a un pequeño zigzagueo del camino hasta encontrar una pasarela sobre el río que conduce hacia un antiguo molino de harina, muy abundantes en todo este tramo del recorrido. En este punto se aconseja descansar y contemplar el agua del río cayendo en pequeñas cascadas. Siguiendo el trazado, el camino cruza la carretera de Boadella y durante tres kilómetros atraviesa el bosque de ribera, y varias fincas con olivos, vid y huertos.

Al fondo se puede divisar el barrio de Les Escaules, resaltando la torre medieval y un salto de agua, que en época de lluvias se convierte en un magnífico espectáculo.

De Les Escaules a Boadella del Empordà

Muy cerca del salto, llamado La Caula, se encuentra el pou de glaç (pozo de hielo) mejor conservado de toda la zona. En estos agujeros, generalmente practicados en la roca, se formaba y conservaba el hielo que luego se utilizaba en las casas o se vendía en la ciudad.

Prosigue la ruta río arriba pasando por una pequeña presa y el molino de Las Pulgas, antiguo molino de harina, actualmente propiedad privada. Siguiendo el canal del molino, el camino pasa por una pasarela de hormigón y una vez descendida una escalera de acero, continúa entre los chopos y alisos hasta la toma de agua del molino.

Transcurridos dos kilómetros, se llega a Boadella d'Empordà, una localidad pequeña pero muy agradable para pasear, descansar o comer.

De Boadella de l'Empordà a Sant Llorenç de la Muga

El camino pasa al lado de las escuelas y el ayuntamiento y se dirige, cuesta arriba, buscando la carretera de Terrades. Cruzando esta carretera el camino baja a buscar de nuevo el río. Un antiguo empedrado recuerda que este camino ya lo anduvieron otros mucho tiempo atrás.

Cruzando el río por el antiguo puente de piedra se divisa una zona de descanso entre platanos (Platanus hispanica). El camino se aleja del río buscando la carretera de la presa del pantano de Boadella. Siguiendo la carretera de la presa a unos dos kilómetros, se encara la subida hacia el mirador de la presa.

A partir de este punto y durante unos cinco kilómetros, la dificultad del camino aumenta considerablemente, si bien el paisaje y el entorno merecen este pequeño esfuerzo.

En lo alto de un montículo, se divisa la ermita de santa Magdalena de Terrades. Los madroños (Arbutus unedo) y brezos (Erica sp.) delatan la importancia del bosque mediterráneo en toda esta zona. Durante la marcha, se puede apreciar el embalse y, sobresaliendo del agua en época de estiaje, los restos de antiguas edificaciones.

Después de una bajada por una rampa hormigonada, se accede a la cabecera del embalse y una vez que el valle se ensancha, divisándose la localidad de Sant Llorenç de la Muga, final del trayecto.

Asimismo el camino natural del Muga nos permite conectar con otros circuitos, como son la red de senderos de Itinerànnia, el GR-11, el GR-92 y las rutas de bicicleta de montaña (BTT) del centro de la zona Salinas -Bassegoda y el Camino de Santiago.

Fuente: Empordà Turismo / Ministerio de Medio Ambiente