Ruta de la piel por Igualada

En esta época, la industria de Igualada se posicionó como una de las más importantes de Cataluña, así como las curtidurías de piel que acogía el municipio. Siendo tan grande su relevancia que Igualada se convirtió en el primer centro productor de piel de la península.

Simultáneamente a este período aparecían, también, las primeras industrias de género de punto.

La ruta propuesta es, pues, un itinerario que da a conocer el patrimonio industrial que posibilitó la especialización en piel a lo largo de la historia de Igualada y que todavía ocupa una fuerte importancia económica.

El Museo de la Piel de Igualada

La ruta se inicia en el Museo de la Piel de Igualada y Comarcal de la Anoia que se encuentra en Igualada y que es uno de los pioneros de Europa en esta temática, que desde el año 1996 es considerado una sección del Museo de la Ciencia y de la Técnica de Cataluña.

Este Museo está situado en el margen derecho del río Anoia, concretamente se encuentra instalado en el edificio de Cal Boyer, que es la sede de este espacio, ya que las colecciones del Museo se encuentran en dos edificaciones diversas de Igualada.

Cal Boyer es un edificio clásico que se caracteriza por ser una antigua fábrica textil de algodón de finales del siglo XIX y que se conocía como el Vapor Nou.

Esta fábrica, rehabilitada en 1986, conserva dos naves que se encuentran a distintos niveles. Además de esta diferenciación, la nave Nova acoge una sala de exposiciones temporales, un auditorio y una exposición sobre la relación del hombre con el agua.

En cambio, la nave vieja contiene la parte del Museo que permite llevar a cabo un recorrido por el mundo de la piel: nos adentra en la historia de la piel, nos da a conocer sus usos y, también, el significado cultural que ocupó en el mediterráneo. Por otra parte, nos ofrece una visión más actual que nos acerca a la utilidad que se le atribuye hoy en día a la piel.

Realizada la visita a Cal Boyer, y una vez fuera, hay que bajar en dirección al río y llegar a la calle del Rec donde se encuentra Cal Granotes, el otro edificio que junto a Cal Boyer acogen el fondo del Museo de la Piel de Igualada y Comarcal de la Anoia.

Añadir que cercano al Museo también se encuentra otra curtiduría de estilo modernista y que era conocida, popularmente, como la catedral de los blancos.

Hace falta Ranas

La calle donde se encuentra Cal Granotes recibe este nombre, ya que se encuentra un Rec que alimentaba un molino harinero en el siglo XIII a través de recoger agua mediante una esclusa. De hecho, este canal es, presumiblemente, el motivo de que Cal Granotes se instalara en este punto de Igualada y también que se haya conservado hasta la fecha.

La presencia de esta acequia, pues, comportó que los curtidores de Igualada abandonaran el vallado de las murallas y se establecieran junto a esta fuente de energía. Así pues, como junto a la acequia, se ubicó el barrio de los Adobers.

Cal Granotes es una antigua curtiduría en la que se mantienen la ribera y el tendedero, dos plantas típicas de estas edificaciones, y donde se puede presenciar, actualmente, una muestra de la técnica de abonar vegetalmente las pieles originaria de Marruecos pero adoptada por los catalanes para la producción industrial.

El museo del Traginer y la Igualadina Algodonera

En el mismo barrio curtido y el riego se encuentra el Museo del Traginer, exactamente en la plaza que ha adoptado el mismo nombre.

Este museo, conocido también como Colección Antoni Ros, muestra la evolución del transporte empleando energías de sangre y da a conocer el oficio de los arrieros y el resto que están vinculados.

El museo se encuentra ubicado en una antigua masía, " Cal Merdetes ", propiedad de la familia Ros de los años 70 y acoge una exposición distribuida en tres plantas.

En el mismo barrio, que se caracteriza por ser la parte del municipio con más identidad y paisaje industrial de Igualada, se acoge la Igualadina Algodonera, la fábrica de algodón conocida también como Vapor Vell.

Esta fábrica fue uno de los primeros edificios construidos en Cataluña durante la Revolución Industrial y, actualmente, es la fábrica más antigua de estilo manchesteriano que se conserva en Cataluña.

Gasógeno de Cal Pasqual

La fábrica de Cal Pasqual es una muestra de las industrias de segunda generación que supusieron la mecanización del sector, como también lo es Cal Boyer. Ésta se encuentra en la calle de San Carlos de Igualada, en el ensanche del municipio.

Cal Pasqual se dedicaba a la producción de tela de colchón y tela para camisería. Aunque su distinción y atractivo por ser visitada recae en el gasógeno industrial que se instaló después de la Guerra Civil y que funcionó hasta 1955.

La función de este gasógeno, que es el único conservado en Cataluña, era obtener gas pobre para generar energía para los motores de los telares y dar luz a la fábrica. Este tipo de fuente de energía se popularizó después de la guerra debido al escaso abastecimiento de petróleo en el mercado mundial.

Además de todas estas instalaciones, Igualada acoge otros muchos recursos vinculados con la industria textil. Algunos de ellos han sido conservados y otros se han acondicionado y adaptado en función de las necesidades de la sociedad. Así, por ejemplo, parte de la nave de la antigua fábrica de " Cal Font " como la chimenea, fue rehabilitada para acoger la Biblioteca Central de la población.