El Delta de l'Ebre, una reserva natural por descubrir
El delta del Ebro es un espacio natural de gran riqueza biológica en el que conviven más de 500 especies vegetales, más de 300.000 aves de 300 especies diferentes, siendo zona de invernamiento o de reposo durante los periodos migratorios.
Esta reserva natural está llena de contrastes, ya que las playas salvajes de grandes extensiones, los campos de dunas, las lagunas, los espacios planos donde tienen lugar los espejismos y las salinas comparten el espacio con la explotación agrícola de gran parte de la su superficie, principalmente arrozales. En definitiva, se trata de un entorno ideal para alejarte de la masificación y el estrés de las grandes ciudades y vivir la naturaleza en estado puro.
La ruta
El delta se puede visitar de varias maneras, a pie, en bicicleta, en barco, en coche..., aunque si desea realizar una estancia de fin de semana la mejor opción es combinar todas las opciones. Es decir, que puede recorrer en coche las distancias más grandes y realizar varias paradas en los miradores haciendo algún paseo en bicicleta oa pie. En cualquiera de los casos y dada la facilidad con que uno se puede perder por las carreteras del delta, le aconsejamos que antes de empezar se acerque al centro de información del parque natural ubicado en el pueblo de Deltebre, para organizar sus salidas con toda la información necesaria.
Nosotros le proponemos una ruta que va de sur a norte empezando por Alcanar, el municipio más meridional de Cataluña. Allí se puede visitar la ermita del Remei, un edificio de los siglos XVI y XVII y desde allí acercarse hasta una colina cercana que acoge un poblado íbero.
L'Ermita del Remei. Foto: Sergi Boixader
A unos catorce kilómetros en dirección norte desde Alcanar, llegará a Sant Carles de la Ràpita, ciudad anclada a la entrada del puerto natural más grande del Mediterráneo, el de los Alfacs. Su bahía es ideal para la práctica de la navegación a vela, remo, surfing y otros deportes acuáticos.
Desde Sant Carles puede entrar en el delta del Ebro por la parte más meridional del parque natural. Si bordea la bahía llegará hasta Poblenou del Delta, un pueblo desde donde podrá explorar la gran laguna de la Encanyissada, la más grande del delta. Muy cerca se encuentra la Casa de Madera, antiguo refugio de cazadores y que, en la actualidad, acoge un museo ornitológico.
La Casa de Fusta. Font: Turisme Amposta
Junto a la Encanyissada se encuentra la Tancada, la segunda laguna de la zona. Si toma un desvío hacia la derecha se adentrará en la barra del Trabucador, un estrecho istmo de arena de cinco kilómetros de longitud que puede recorrer en coche hasta llegar a la punta del Banya, uno de los lugares de nidificación de aves más importantes del Mediterráneo. En esta zona encontrará las salinas de la Trinidad. No se pueden visitar, pero puede verlas desde un mirador cercano.
Desde Poblenou del Delta se puede dirigir hacia Sant Jaume d'Enveja, un pueblo con orígenes en la explotación de la sal y la construcción del canal del Ebro. Desde allí sale una pista paralela al río que, en dirección norte, le llevará hasta la Isla de Buda, que reúne una representación de todos los ambientes naturales del parque natural. Sin embargo, debe saber que la isla sólo se puede visitar contratando una visita guiada, aunque sí puede observarla desde una duna-mirador situada en el margen izquierdo del río. Sin alejarse demasiado también podrá disfrutar de las playas más salvajes y vírgenes del delta: la de Mitjorn, la de la Alfacada y la nudista del Serrallo.
En el año 2010 se inauguró Lo Pasador que une las poblaciones de Sant Jaume de Enveja y Deltebre. El puente se ha convertido ya en emblema y en una infraestructura absolutamente integrada en la vida del Delta. Es más, pasear cuando cae la tarde; admirar las puestas de sol desde su punto más alto; dar una vuelta por el pueblo vecino… ya forma parte de la vida cotidiana de los habitantes de este territorio. Lo Pasador cuenta con dos carriles para coches, uno por cada sentido, un carril para bicicletas y una zona de descanso a lo largo de sus 250 metros de longitud. Tiene un cuidado diseño, amable y bien integrado en el entorno paisajístico. Por la noche se ilumina y crea un bello reflejo en las aguas del río.
Parc natural del Delta de l'Ebre. Foto: Sergi Boixader
Una vez cruce Lo Pasador llegará a Deltebre, la población más grande del delta y donde tiene su sede el Ecomuseo del parque natural del Delta.
Desde aquí si toma la T-340 llegará hasta la playa de Riumar, la única del delta que dispone de servicios. Al lado está la laguna del Garxal, un conjunto de pequeños islotes y lagunas que se puede admirar caminando o en bicicleta. También encontrará el puerto fluvial del Gatxo, desde donde salen embarcaciones turísticas que navegan por la desembocadura del río y llegan hasta las islas de Buda y Sant Antoni.
Un poco más a la izquierda de la playa de Riumar encontrará la playa de la Marquesa y la punta del Fangar, una gran superficie de arena con las dunas mejores conservadas de todo el litoral catalán. Dado que se encuentra casi en el mismo nivel del mar a veces, y según la fuerza del viento, queda inundada.
Para despedirle del delta del Ebro, le recomendamos volver hasta San Carlos de la Rápita y subir al Mirador de Guardiola, desde donde tendrá unas inolvidables vistas panorámicas del delta. Si lo hace seguro que vuelva.
¿Cómo llegar?
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Si viene por la autopista AP-7, dirección Barcelona – Valencia, puede elegir entre las salidas 39 (l'Ampolla), 40 (l'Aldea-Tortosa) y 41 (Amposta-St. Carles de la Ràpita).
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Si viene por la nacional N-340, puede elegir cualquiera de las cuatro salidas que hay en dirección a Deltebre.
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También puede llegar en tren, con la línea que une Barcelona y Valencia.
¿Cuándo ir?
La mejor época para visitar el delta es el otoño, de octubre a noviembre, cuando se ha recogido el arroz y los campos se llenan de aves migratorias. Las mejores horas para observarlas son las del amanecer y al anochecer, que es cuando salen a buscar alimento.