Peramola

El término comprende, además de la villa de Peramola, cabeza de municipio, los pueblos de Tragó, Cortiuda, la casería de Castell-Llebre y la aldea de Nuncarga, además de las ermitas de Sant Honorat y Sant Salvador del Corb y numerosos masías esparcidas por todas partes. El núcleo de Peramola está situado en el ancho valle del Segre y a los pies de las primeras montañas del Prepirineo: la sierra de Sant Honorat y la sierra de Aubenç.

Es el punto de partida ideal para descubrir un maravilloso Prepirineo con espectaculares formaciones rocosas, ermitas románicas y riscos vertiginosos con unas vistas espectaculares.

El pueblo conserva restos del encanto medieval presentes en su muralla, las arcadas de sus estrechas casas, ventanas de piedra y en su estructura y organización circular.

Una de las primeras muestras de presencia humana por estos territorios corresponde a las pinturas rupestres de la Roca de los Moros. El topónimo de Peramola con toda evidencia se refiere a la alta muela de piedra que se endereza tras la población, la muela de Sant Honorat, de conglomerados.

En el llano ribereño de Peramola, al sur del núcleo, queda una antigua torre, llamada de los Moros. Posiblemente es una construcción subsidiaria del castillo de la villa. Es una torre de planta cuadrada, de unos 5,40 m en los lados exteriores y una altura de tres veces su base.

Encima de la sierra de Sant Honorat se encuentran las ruinas de la ermita de Sant Honorat (1.061 m), con la vuelta derrumbada. Conserva todavía el portal con dintel adovelado y la fecha de 1729.

La iglesia parroquial de Sant Miquel, de origen románico, se encuentra en la Plaza Josep Roca, que está rodeada de un conjunto de edificaciones antiguas de la vieja arquitectura, presentando un encanto especial y pintoresco en el lugar, aumentado por el refrescante baño de las carpas que perezosas se mueven por las aguas de la balsa.

Pueblo de agua, en Peramola puede disfrutar de un agradable paseo por el Camí de les Fonts, ir de excursión hasta el salto de agua del Clot de la Font Viva o bien llenar sus cantimploras de las fuentes de dentro de la Villa.

Peramola tiene diferentes elementos de interés turístico, especialmente relacionados con el arte románico. Hay establecimientos de alojamiento y restauración.

El municipio de Peramola también está formado por otros núcleos de población:

Tragó

La tradición verbal atribuye el nacimiento de Tragó al asentamiento de un grupo de gente que proviene de otro lugar homónimo: el Tragó que centurias atrás se levanta en la sierra de Ares.

En Tragó, hay tres calles que miran hacia el río Segre, lo más distintivo podríamos decir que es la Calle del Forn. Podemos visitar dos plazas, la Plaza de Estudio y la plaza del Valle, donde se celebran todas las actividades del pueblo y el certamen literario Guillem de Belivasta (último Cátaro que pernoctó en Tragó).

Las cercanías de Tragó son unas extensas llanuras agrícolas que llevan a bonitos espacios que nos permiten descubrir bonitos bosques de la ribera del Río Segre mientras hacemos una ruta de poca dificultad a pie o en bicicleta.

Nuncarga

Emplazado en la parte meridional del término, a la izquierda del Torrent Salat, se encuentra la aldea de Nuncarga. La minúscula piña que forma el núcleo urbano actual se documenta en 1640.

El núcleo (formado por un conjunto de casas de payés y granjas) está situado al pie de todas las montañas que componen el término municipal de Peramola. Es un mirador perfecto para contemplar el esplendor del pantano de Rialb. Nuncarga y Tragó comparten la parroquia de Santa Llúcia que es bien de interés local.

Cortiuda

En Cortiuda también encontramos fuertes evidencias de entierros prehistóricos: el dolmen llamado la Piedra de los Tres Señores. Este megalito hace de mojón y rompe entre los términos de la Baronía de Rialb, Peramola y Gabarra. Sus restos se encuentran en el Museo Diocesano de Solsona (como todos los restos prehistóricos hallados en el municipio).

Castell-llebre

Orgullosamente enclavado sobre los restos de la fortaleza del mismo nombre, en un lugar privilegiado que domina sobre la ribera del Segre, encontramos la iglesia de Castell-Llebre. Una construcción originalmente románica, como el campanario, con categoría de parroquia hasta 1904, fecha en que pasa a depender, como santuario, de la parroquial de Peramola.