Linyola

Linyola es el municipio más septentrional de la comarca del Pla d'Urgell. Su ubicación sobre una colina hace que se vea buena parte de la Plana de Urgell. El nombre de la población de Linyola parece que proviene de la flor de lino, ya que en épocas pasadas fue importante en la zona y los romanos decidieron ponerle este nombre.

La agricultura ha sido básica desde siempre en la población de Linyola. Mejoró mucho con la construcción del Canal de Urgell a mediados del siglo XIX. Este hizo aumentar la población e, incluso, derribar las murallas y los portales que rodeaban la villa para acomodar y permitió aumentar el número de cultivos de Linyola.

El casco antiguo de Linyola es una zona de gran interés histórico-artístico, en el que está la plaza porticada y la iglesia de Santa Maria de Linyola, obra probablemente del siglo XV, ya que no está clara la fecha de inicio. Es de estilo gótico con algún elemento del románico y con un campanario del siglo XVI, obra de Bartomeu Roig. Este campanario es el elemento más emblemático de la población y con sus cuatro torres de vigilancia se convierte en el único de este tipo en Cataluña. De la misma época encontramos el edificio del ayuntamiento, un palacio renacentista en el que vivieron varias familias burguesas hasta el siglo XVIII.

Dentro del término municipal de Linyola también podemos visitar las sitges, la font vellay algunas colecciones dedicadas al mundo rural.

Linyola tiene un plato característico, la cassola de tros de Linyola preparada con caracoles, conejo, espinacas y una gran mezcla de alimentos para convertirlo en un plato delicioso.

En cuanto a celebraciones se refiere, encontramos las fiestas mayores de Santa Quitèria, en el mes de mayo, que es iniciada con la fiesta de la Cassola y la que celebra por la Mare de Déude agosto.