Ruta por las Torres de Fals en Fonollosa

Una de las torres forma parte de un conjunto arquitectónico más complejo, ya que aprovechando la cresta de la colina, se le adosan en dirección a levante, una casa de planta baja y primer piso, a través de la cual se hace el acceso a la torre, la rectoría de la iglesia de San Vicente de Fals, la iglesia de San Vicente de Fals, y al final, a unos metros de distancia, el cementerio parroquial.

El conjunto de edificaciones conocido con el nombre de Castillo de Fals, no responde al sistema habitual de defensa del resto de castillos, ya que aparecen dos torres bien separadas una de la otra, una encargada de la defensa del conjunto de edificaciones que rodean la iglesia y una segunda torre de apoyo para defender el lugar.

La posición hundida del castillo hizo necesaria la construcción de una tercera torre de vigilancia, que se mantiene prácticamente intacta, adosada al Mas de la Torre Sagimona, en medio de los campos de Fals. Como elemento del castillo perteneciente a la alta edad media se conserva la torre de planta circular ubicada en lo alto de la colina que domina la confluencia de una torrentera con la riera de Fonollosa.

La torre, presenta una deformación que se mantendrá a lo largo de toda su altura, partiendo ya de su base (muy irregular), y tomando forma realmente circular a partir de los tres metros de altura. El edificio fue asentado directamente sobre la roca natural; toma un diámetro exterior de 9 metros y una altura aproximada de 19,50 metros. Cuenta con una pequeña base hecha con piedras sin trabajar y de tamaños grandes (llegan a hacer 90 x 95 cm por la cara exterior), atadas con un mortero con alto contenido de cal, muy típico de las construcciones de entorno al año 1000.

En algunos tramos de la parte exterior aún se observa el revoque que cubría los muros. El tamaño de las piedras se va reduciendo a medida que la torre toma más altura, sobre todo a partir de los 5 m. En los últimos 6 m, los sillares se muestran claramente trabajados siendo mucho más regulares, lo que nos indica una ampliación posterior a su construcción original, que en un principio habría tenido 16 m de altura. La segunda torre fue construida a mediodía de la primera, a la que daba protección.

Presenta una planta circular, pero en este caso ya desde su base. Con un diámetro externo de 9 metros e interno de 4 metros (ambos constantes), la torre se alza hasta los 17,20 m, quedando dividida en tres niveles (bajos más dos pisos) y una azotea en su parte superior. Cada uno de los niveles aparece dividido por un resalte en forma de cornisa, y la distancia entre ellos es de 5 m. La puerta, situada en la parte noroccidental, se abre a unos 7 m del suelo exterior, y a 5,5 m en el interior, a la altura del primer piso.

Es una puerta rectangular (150 x 82 cm), con un gran bloque monolítico de dintel. A los pies de la puerta debía haber una pequeña plataforma de madera con un tejado superior también de madera, este hecho sería plausible por la existencia de dos agujeros cuadrangulares junto del dintel y los pies de la puerta que habrían sido utilizados para meter las vigas. La estructura del edificio se levantó con bloques de piedra muy bien trabajados y confrontados, dispuestos en hiladas horizontales y puestos a trencajunts. Los bloques de la base presentan unas medidas considerables (39 x 107 cm; 39 x 65 cm; 39 x 86 cm;..), yendo disminuyendo sus medidas a medida que la torre va tomando altura. El vínculo de la torre está hecho a base de una mezcla de arena y cal, muy compacto y de un tono grisáceo. Desde la distancia la torre toma diferentes tonalidades según su aparato constructivo, grisáceo en la parte inferior, rojizo intenso en su parte central, y de nuevo gris oscuro en lo alto. A lo largo de la parte central y meridional aparecen una serie de agujeros cuadrados y dos ménsulas.

Destaca la gran cantidad de marcas dejadas por los canteros: una sombrilla, un semicírculo de radio sobrepasado, una figura parecida a una cuña, un rombo, una incisión similar a una A y diferentes tipos de cruces. Una observación detallada de esta segunda torre revelaría como hacia los siglos XIII-XIV podría haber sufrido graves problemas estructurales debiendo reforzarla, revistiendo con un muro exterior, que potenciaría el grueso del paramento y daría como resultado una torre forrada. Este aspecto se detecta perfectamente en la parte superior de la torre donde se puede apreciar todavía como la torre disminuye su diámetro y se adelgaza. La puerta de entrada se localiza en la parte noroccidental, a 8 m por encima del nivel de roca donde se asienta; su emplazamiento es el original, pero a lo largo de los años se ha ido llevando a cabo diferentes reformas, sobre todo en el dintel y los montantes. Actualmente el acceso se realiza desde la casa de al lado. El arco que hay encima de la puerta, ligeramente apuntado, parece bastante antiguo, aunque descansa sobre un dintel que probablemente fue añadido en época posterior.

Está construido utilizando una serie de losas verticales. Los montantes han sido alterados respecto la construcción original, las medidas de los dos son diferentes, y no están reconstruidos con el mismo tipo de piedra. La parte inferior de la puerta fue rellenada con nuevas piedras a raíz de alguna de las reconstrucciones. Parece que en el interior de la torre habría dos falsas cúpulas, y que por encima de estas todavía habría uno o dos pisos más. El conjunto de características que presenta la torre, por tanto hace pensar que la mayor parte de la edificación fue construida hacia el año 1000.

En época moderna (siglo XIX) la torre volvió a ser reforzada con la construcción de un muro ataludado que rodea todo el perímetro exterior a unos centímetros de distancia, y que servía para defenderse de las armas de fuego y la artillería. Producto de esta última fase se observa el inicio de un muro que se acaba perdiendo entre escombros. Su altura máxima es de 4,80 m, con una anchura de 2 m en su base, aunque la altura irá variando el fin de salvar los desniveles del terreno. Las aberturas del muro son la puerta a mediodía (de 80 cm de ancho) y 12 aspilleras. Los bloques de piedra del muro, de cantería, van ligados con un mortero como el de la torre, las hiladas se disponen horizontalmente y rompe junto.

El sistema defensivo del castillo de Fals presenta unas características propias que lo diferencia del resto de fortificaciones de la época (siglo X- XI). La especificidad y originalidad del conjunto de las Torres del Fals, radica en el hecho de que no se trata de una sola torre aislada, sino que conforma un complejo sistema de torres -tres en concreto- que se refuerzan mutuamente entre ellas.

Estas torres, de habitabilidad incómoda, tuvieron tareas residenciales, que pueden variar desde funciones estrictamente militares- es decir alojamiento de los guerreros encargados de la defensa- hasta convertirse, además, en residencia del castellano y su familia, guerreros, sirvientes y auxiliares. Las condiciones de habitabilidad eran ciertamente precarias, por lo tanto cabe pensar que la vivienda usual se hacía en dependencias más o menos fijas improvisadas fuera de la torre, y que esta tenía una funcionalidad defensiva y simbólica. La existencia de un sistema de torres relacionadas entre sí, a pocos metros de distancia, y la presencia de un elemento religioso al lado- iglesia de San Vicente -, indica que quizás la torre ubicada en la colina principal tendría funciones residenciales, mientras que las demás tendrían función de refuerzo militar y de vigilancia.

Autoría texto: Antonio Mora Vergés