Prats de Lluçanès

Prats de Lluçanès es una pequeña población de más de 2.500 habitantes situada en el noreste de la Depresión Central Catalana, en el Lluçanès. Capital de la comarca del Lluçanès, ocupa un territorio de 13:29 km2.

El primer documento escrito donde se hace referencia a Prats de Lluçanès data del año 905 y es el acta de consagración de Santa Maria de Lluçà.

Desde principios del siglo XI y hasta bien entrado el siglo XV, la población de Prats no se concentraba constituyendo ningún núcleo urbano, sino por conjuntos importantes de casas de campo, dependiendo mayoritariamente de las alcaldías de Torroella y del Soler de n'Hug. La primera iglesia de San Vicenç, el patrón Pradenc, no aparece documentada con categoría parroquial hasta el año 1063, y es a su alrededor donde tuvo lugar el nacimiento de la población de Prats.

El 1611 se constituye la subveguería del Lluçanès que duró hasta el 1716 y se creó el Consell de Jurats del Lluçanès. En 1681 Carlos II otorga a Prats de Lluçanès el título de Leal Villa. El 5 de febrero de 1714, en la última etapa de la Guerra de Sucesión, la villa fue quemada por las tropas del borbón Felipe V, comandadas por Carrillo de Albornoz, conde de Montemar, fecha y hechos que aún se recuerdan cada año tocando las campanas por el Día de Santa Ágata.

Después de las guerras carlistas, que comenzaron en Prats de Lluçanès con la revuelta de Galceran, el pueblo vivió una etapa de fuerte progreso cultural y continuó con la mejora general iniciada años antes. En 1879 se construyó el centro católico, se siguió con la edificación del Santuario de Lourdes en 1881. También este año, el 1881, se terminó el campanario de la iglesia parroquial y se construyó el cementerio actual. Dos décadas más tarde, en 1905, llegaron a la población las Hermanas Josefinas para hacerse cargo del Hospital y se inició la urbanización del paseo. En 1907 se inauguró un nuevo convento para las Dominicas.

Prats de Lluçanès se ha convertido en la capital indiscutible de la región Lluçanesa, de la que constituye la población más importante y dinámica. La villa, que en el transcurso de su historia ha sufrido grandes destrozos debido a pestes y guerras, fue reconstruida, casi en su totalidad, a principios del siglo XVIII. De antes de esta época se conservan algunas casas con portales adintelados en forma de arco de medio punto como Cal Bernat. Pero la mayoría de casas más antiguas fueron construidas entre los años 1720 y 1770. En las calles más antiguas de la ciudad se pueden ver los dinteles grabados de las casas, así como algunos ventanales de piedra y balcones muy interesantes.

Como barrios de más tradición, podemos destacar la antigua calle de la Bonasort, antes de los Llims, con la capilla que le da nombre, alrededor de la cual se configuró el primer núcleo de la población, la Plaça Vella, escenario de muchas tradiciones y costumbres de la ciudad; la zona de las Tres Fonts y del Torrent conocido popularmente como el safareig, la plaza Nova y la plaza de la iglesia. De entre los lugares más modernos, sobresalen los barrios de la plaza de Cataluña, de la Bassa dels Bous, la plaza de los Països Catalans  y sobre todo, el Paseo del Lluçanès.

La villa conserva buena parte de las torres de veraneo edificadas en la primera mitad de siglo. En la calle Mayor, en la plaza Nova y en la calle de la Bonasort quedan notables edificios de piedra. De todas las casas más notables de Prats, Cal Camps sobresale de manera especial por el hecho de que se hospedaron los personajes más ilustres de toda una época.

Prats conserva edificios de la época modernista y novecentista. Entre los más interesantes podemos destacar el matadero municipal, que conserva un magnífico vitral y la antigua fábrica de Cal Casals, la actual sede de Correos, y el cementerio municipal que conserva elementos modernistas, entre otros. Otra de las edificaciones más interesantes de la ciudad, ahora ya desaparecida, fue la glorieta de Cal Duran.

El área que ocupa el municipio de Prats se estructuró en la época posterior a la repoblación de Cataluña, alrededor de unas unidades territoriales o caseríos, los nombres han perdurado hasta nuestros días. Cabe destacar los caseríos de El Marçal y El Clot del Vilar, el de Plangiverc, El Molí del Cingle, El Soler de n'Hug del 1176, la masía y el molino de Galobardes, La Farinera, Font calenta, Serra-seca o La Pedragosa del 1392. En el barrio del Raval, están Les Vinyes, La Roca del Feliu, Cal Guerxo, Puigvistós y Cal Magí. También destacan La Villa de Llanars del 1167, La Caseta, El Coll-lliscador y Cal Butxaca. En la parte norte del pueblo encontramos las grandes masías de Cal Dama y El Grau de 1174. En la parte sur del municipio está Sorribes del 1434, La Casanova de los Riambau y la gran casa solariega de Santa Llúcia.

Por otra parte, el municipio tiene una gran cantidad de fuentes. Saliendo del pueblo, detrás la calle de la Roca de En Bras encontramos la Fuente del Ti y la Fuente del Xambó, en un paraje idóneo para relajarse. A pocos minutos también está la abundante Font de la Vila, de aguas muy buenas. En la carretera de Navàs está la Fuente de la Coromina. En la misma carretera, al cruzar el Rec del Soler, unos cien metros más abajo del puente, hay un salto de agua que forma una poza. Dentro de la cueva que hace la roca, cae un goteo de agua purísima y cristalina que forma un charco; es un paraje pintoresco y agradable, dentro del cual está la Fuente del Clotet. Carretera abajo, encontramos el Rec de las Alforges, de donde salen la Fuente de la Cugulada, la de las Alforjas y la de la Huerta de la Coma del Forn. En la carretera de Sant Feliu Sasserra está la Fuente Freda y la Font calenta, más abajo la de la Farinera. Del Rec de Prats brotan las Les Tres Fonts . Por el lado del santuario de Lourdes encontramos la Fuente de la Residencia y la de la Bernadeta. En dirección a la zona deportiva está la Fuente Guillera y la del Marçal. A un kilómetro del pueblo brota la conocida Fuente de las Coves, lugar muy pintoresco por la cantidad de grutas que forma la roca.

Oficina de turisme de Prats de Lluçanès