Montclar

Una población de la comarca del Berguedà, Montclar puede asegurarse que como lugar habitado, ya existía desde el final del mundo romano y el inicio de los tiempos medievales (hacia el siglo VI o el siglo VII).

En la más alta edad media, entre el siglo VII y X, la primera función de la colina de Montclar debió de ser la de oppidum, de lugar fortificado y de refugio natural de la población que había alrededor y de su ganado.

Todos los indicios confirman que era un pueblo fortificado, donde probablemente en época carolingia se edificó una iglesia (dedicada a San Martín). Hasta el siglo IX se mantuvo en toda la comarca el poblamiento tradicionalmente disperso, masías, bordas, cabañas y torres, e incluso formas primitivas de vivienda como es el caso de las cuevas.

En Montclar confluían dos "Strades" o caminos Ral. Un camino real hacía el itinerario Sur-Norte de Cardona a Berga. Y el otro de este a oeste unía las zonas del Lluçanès y Baix Berguedà con el Solsonès.

LUGARES DE INTERÉS

La Bassa

Es un elemento muy singular y diferencial de Montclar. Se trata de una superficie circular cerrada por un muro de unos dos metros de altura, excepto la apertura de las escaleras de acceso que da a la plaza del pueblo. La vegetación que ha crecido a su alrededor hace de este lugar un espacio fresco y muy agradable en los meses de mayor calor. Antiguamente, la balsa se llenaba de agua de lluvia y de la Font del Rector. Cuando la Feria de Reyes se celebraba en la plaza del pueblo en vez del Pla de les Alzines, la balsa se utilizaba como bebedero para el ganado que se comercializaba en la feria.

La Font:

Situada en uno de los extremos de la plaza del pueblo, la Font consta de un grifo y un abrevadero de piedra. Se encuentra adosada a la pared del depósito de agua, donde se almacenaba el agua. La fuente, construida con mampostería y esquineras de ladrillo y cubierta por una cúpula, sigue el estilo de otros edificios del municipio. El depósito se llenaba con agua proveniente de la Font dels Racons, cercana al núcleo (al pie de la carretera que lleva hacia la Espunyola) y servía para el regadío de los huertos del párroco, justo al lado de la iglesia.

Iglesia de Santa Cruz de Montclar

Las primeras menciones de la iglesia de Santa Cruz de Montclar datan del siglo X, en el acto de consagración del monasterio de Sant Llorenç, cerca de Bagà. Muy probablemente, fue la iglesia del desaparecido Castillo de Montclar, datado del siglo XIII.

El Castillo

Era la casa señorial que flanqueaba la entrada al pueblo. Se trataba de un castillo de reconquista que aprovechaba su elevación para hacer de vigilancia y proteger a la población. Durante los siglos XIV y XV, el castillo pasó por diferentes propietarios nobles, señores, caballeros e incluso reyes, como Jaime II o Alfonso el Magnánimo. Más tarde, se edificó una casa y, después de la Guerra de Sucesión, los propietarios de entonces, los Parcerissa, se vieron obligados a derribar sus partes defensivas. Actualmente, sólo se conservan elementos subterráneos en la casa de Cal Sastret, que fue edificada en el lugar donde estaba el Castillo de Montclar del siglo XVI, allí se delegó el poder real administrativo y financiero al pueblo.

El Portalet y el Camino real

El Portalet era la antigua confluencia de los dos caminos reales que pasaban en medio del núcleo de Montclar; el de Berga a Solsona y el de Berga a Cardona. Aquí se unían los caminos de las comarcas del Berguedà, el Solsonès, el Bages y Osona. Actualmente encontramos un portal nuevo, con arcos de medio punto de los años sesenta del siglo XX, anteriormente sólo se podía encontrar un paso por debajo de la casa.

El Cementerio

De origen medieval, aunque muy posiblemente entonces se extendía alrededor de la iglesia, el cementerio de Montclar consta de un recinto con la Cruz del Pedró en el centro (siglos XVIII-XIX). Aquí se bendecía el término y se rezaba entre las fiestas de la Santa Cruz de Mayo y la de Septiembre, pidiendo la protección de las cosechas. También podemos encontrar una valla que corresponde a la costumbre de separar los cementerios de los núcleos urbanos de finales del siglo XIX y principios del XX y la puerta de acceso de hierro, donde se lee la peculiar frase "Hoy yo mañana tú" 1912.

La Rectoría

La rectoría se erige ante la plaza del pueblo. Se trata de un edificio de finales del siglo XVII que consta de tres pisos. De su fachada sobresale un balcón que forma una salida mirando a la plaza y otra que forma un porche en la planta baja con cuatro vanos en arco de medio punto. Allí podemos encontrar un pozo octogonal de piedra.