La Granadella

El origen de la Granadella se pierde en los anales de los tiempos, la villa ya figuraba entre las 32 poblaciones de Cataluña que en la época de los romanos tenía el honorífico título de municipium. Se encuentra al sur de la comarca de Les Garrigues, tocando con el Segrià y la Ribera de Ebro, en la parte más alta (628m) de la plataforma garriguenca, Les Garrigues Altes.

La configuración de la villa es la típica de los pueblos de Les Garrigues, es decir, un crecimiento que evoluciona a partir del castillo y la iglesia hacia la llanura, entre las dos crestas de la sierra, donde estaba la antigua balsa para abrevar los animales. En el lugar donde desde el siglo XIV se veneraba un antiguo crucifijo, en 1764 se empieza a construir la iglesia actual de Santa María de Gracia, de estilo barroco y llamada por sus dimensiones la catedral de Les Garrigues. El campanario, de torre octogonal, es uno de los más bellos y majestuosos de las tierras de poniente.

Los restos del antiguo castillo forman parte del casco antiguo, donde aún se conservan restos de las murallas y los silos. En la villa cerrada encontramos el convento, primitiva iglesia de transición del románico al gótico. También casas porticadas con decoración barroca y renacentista.

Las calles de La Granadella son de un trazado desigual y caprichoso, sin empedrado. Casi todos van a parar a la plaza de la iglesia donde hay una fuente pública que no mana y unos bancos donde su la gente para escuchar la radio del bar Esport.

Del 1920, y en perfecto estado de conservación, destaca la Cooperativa Agrícola y de 1921 la harinera Sancho.

Actualmente La Granadella es una villa contemporánea ubicada en un espacio natural excelente y muy bien situada para la práctica de deportes como el BTT y las rutas a pie.

Está dotada de buenos equipamientos, infraestructuras y alta conectividad. Por ello puede desarrollarse y convertirse en un nuevo referente para aquellas personas con espíritu emprendedor, que buscan un espacio natural, confortable, culturalmente intenso y una buena vecindad donde vivir, trabajar y participar en el crecimiento socioeconómico de Les Garrigues.