Vía Románica por el Alt Urgell

De Sant Andreu d'Aristot a Sant Martí de Bescaran

La ruta se inicia en el municipio de El Pont de Bar para visitar la iglesia de Sant Andreu d'Aristot. Esta iglesia románica data del año 1312 y destaca por ser un edificio de nave cubierta con bóveda de cañón, terminada en un ábside semicircular.

Seguiremos el itinerario en dirección Estamariu. Pero previamente haremos parada en Ansovell, una diminuta población perteneciente a Cava y situada en la vertiente norte del Cadí. Sin embargo, esta población destaca por la iglesia románica que acoge, dedicada a Sant Martí.

En Estamariu encontraremos uno de los primeros ejemplos implantados en Catalunya de las estructuras basilicales con influencias de Lombarda, en lugar de romanas, a través de la iglesia de Sant Vicenç. Esta iglesia se alza cerca de la carretera que conduce a Bescaran, la próxima parada.

En Bescaran se conserva una de las piezas más importantes del patrimonio románico de la comarca del Alt Urgell, el campanario de la iglesia de Sant Martí. Este campanario destaca por haber sido construido entre los siglos XII y XIII y contar con una torre de estilo lombardo.

Sant Serni de Tavèrnoles

La Vía Románica continúa en la población de Anserall, término comprendido en el municipio de Les Valls de Valira, donde se puede contemplar la abadía de Sant Serni de Tavèrnoles (San Saturnino de Tabérnolas), de origen visigótico y conocida por los lugareños como "monasterio". Ésta se alza a 300 metros del núcleo poblacional.

La iglesia fue una de las primeras construcciones de estilo románico a formarse gracias al empeño del Abad Oliva, el cual se propuso renovar las iglesias de la diócesis de Vic, influencia que se extendió al resto de edificaciones.

La basílica de Sant Serni de Tavèrnoles fue consagrada el año 1040.

El nombre de esta edificación le proviene, posiblemente, a su proximidad con el cenobio, donde se ubicaban unos hostales que daban servicios a los viajeros y que llamaban "tabernas", lo que condicionó que esta edificación fuera conocida, finalmente, como "Tavèrnoles".

Actualmente, sólo se conserva la cabecera del edificio, aunque en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) se pueden encontrar las tablas del altar y un fragmento de baldaquino.

La Vía Románica por Les Valls de Valira

La Vía Románica acoge otros monumentos románicos que se ubican en diversas poblaciones - Argolell, Asnurri, Ars y Civís - pertenecientes al término municipal de Les Valls de Valira. En Argolell se encuentra la iglesia de Santa Eugenia, de planta rectangular y ábside de planta semielíptica.

Del mismo modo que ha sucedido en Sant Serni de Tavèrnoles el MNAC también contiene tres fragmentos de pintura mural procedentes del ábside de esta iglesia.

En la parte alta de Asnurri se conserva la iglesia de Santa Eulàlia. Ésta es documentada, por primera vez, en 1038. A pesar de las modificaciones que ha sufrido, la iglesia conserva, todavía, la esencia románica precedida por una nave y un ábside semicircular.

La iglesia de Sant Martí de Ars se encuentra integrada en esta pequeña población de 40 habitantes. En este templo se conservan la torre del campanario y el muro del sur, ambos de estilo románico. Hay que apreciar su campanario cilíndrico ya que es uno de los pocos que existen hoy en día en los Pirineos y se podría considerar, también, único en Cataluña. Destacar, también, que este cenobio, durante la Edad Media, fue el centro político del valle de Sant Joan.

La población de Civís     acoge la iglesia de Sant Pere d'Os, también románica y datada del año 1312. Este edificio presenta algunas características propias que rompen con las del románico, la fortificación, la planta cuadrada y la construcción en dos pisos.

De las Valls d'Aguilar en Tost, el último tramo

El último tramo de la Vía Románica que os proponemos transcurre por el itinerario trazado entre Santa Maria de Castellbò, Santa Elena de Trejuvell, Sant Martí de Taus y Sant Martí de Tost.

La población de Montferrer i Castellbò ocupó un papel importante durante la época medieval ya que se convirtió en uno de los centros neurálgicos de Catalunya. Se conoce que esta población estaba amurallada y que tenía dos torres ya que aún se conserva una, así como parte de las ruinas del castillo.

Sin embargo, lo que es interesante de esta población, en estilo románico, es la colegiata de Santa María del año 1436, de la cual los tres ábsides redondos corresponden a este estilo.

De camino a Trejuvell es de parada obligada la iglesia de Santa Maria de Costoja. En esta iglesia fueron enterrados los vizcondes Arnau y Ermesenda de Castellbò, aunque los restos fueron quemados posteriormente, concretamente durante el período de la Inquisición.

Trejuvell acoge la iglesia románica de Santa Elena y en Les Valls de Valira encontramos Sant Esteve de la Guardia y Sant Martí de Taús.

Por último y para finalizar la ruta recomendamos visitar el cenobio de Sant Martí de Tost.