Ruta del corcho en Cassà de la Selva

Estación del Ferrocarril

El ferrocarril de vía estrecha de Sant Feliu de Guíxols se construyó para favorecer la pujante industria del corcho, que en Cassà de la Selva tuvo una incidencia especial. La única instalación que se ha conservado es la estación, construida en 1892, pero han desaparecido un pequeño edificio de servicios, la caseta de la brigada de Vía y Obras, un cubierto con un muelle de descarga y las mismas vías.

Las estaciones eran los equipamientos más importantes que se encontraban a lo largo de la línea del tren. El interior se dividía en tres espacios, que se identificaban con usos diferenciados: sala de espera, despacho de billetaje y facturación, y vivienda. La línea del ferrocarril se detuvo definitivamente en 1969 y, a partir de 1990, el edificio de la antigua estación, tras su rehabilitación, se ha destinado a usos diferentes: exposiciones, sala polivalente y oficinas.

Can Nadal

Manel Nadal hizo construir esta casa que se rodea más adelante de un frondoso jardín con diversidad de especies. Las relaciones entre los Nadal, fabricantes y comerciantes de tapones y los Oller, fabricantes de tapones de champán, quedaron selladas con la boda, en 1918, de Joaquim Nadal y Ángela Oller, matrimonio que se trasladó definitivamente a esta casa, en acabar la Guerra Civil. En 1984 la casa pasó a ser propiedad municipal y en 1989 entró en funcionamiento como Ayuntamiento.

El modernismo coincidió con una de las épocas de crecimiento de la industria del corcho y en Cassà está bien representado. En esta casa se utilizan esquemas propios del modernismo y se encuentran referencias a Montaner y Puig i Cadafalch.

La fachada exterior no ha experimentado cambios en la decoración original, en la que destacan las ornamentaciones, las vidrieras y los elementos de forja, con referencias florales y medievales. En cambio en el interior los elementos originales que se han conservado, a parte del techo del antiguo comedor, hoy sala de plenos, son los pavimentos de mosaico, el arrimadero de la escala hecho con estucado con elementos florales y algunos de los vitrales.

Máquina de tren y vagones

Del 1892 al 1969 una línea de ferrocarril de vía estrecha conectaba la ciudad de Girona con el puerto de Sant Feliu de Guíxols y unía poblaciones corcheras importantes. Aparte del impulso que dio a la industria del corcho, la línea también fue importante para el campo, ya que contó con un nuevo medio de transporte para llevar los productos a los mercados, y también para el sector más lúdico, dado que organizaban servicios especiales para asistir a las fiestas de los pueblos de alrededor.

Josep M. Bregante, poco después de la clausura de la línea, adquirió una locomotora, un coche y un furgón que habían sido construidos en Alemania. La locomotora, que se había comprado en 1905, la número 6, es una de las que cerró la línea y contaba con una caldera que solía gastar entre 8 y 10 kg de carbón por kilómetro. El coche y el furgón son del 1891. El coche era de viajeros y es del modelo A3; era un coche de primera clase que posteriormente se reconvirtió en segunda, con lo cual pasó de tener doce plazas tapizadas de piel a tener dieciséis en dos bancos de madera. El furgón tenía la función de transporte de equipajes.

La máquina de tren y los vagones del ferrocarril se pueden ver desde el exterior las 24 horas del día y los 365 días del año en la calle Marçal de Trinxeria de Cassà de la Selva. Las visitas al interior del ferrocarril se pueden hacer cada primer domingo de mes de 10 a 13 h, excepto cuando coincide con la Fiesta Mayor (mayo-junio), la Feria del Tap (junio) o la Feria de Santa Tecla (septiembre ).

Fábrica del Gas

Notable ejemplo modernista de arquitectura industrial. En 1896 la Sociedad de electricidad de Cassà pidió construir este edificio para destinarlo al alumbrado público y en 1901 se instaló la Compañía General de Alumbrado por acetileno de Barcelona, que debía ser la que le dio el aspecto actual. Del exterior, destaca el rótulo de la empresa, la cerámica vidriada, los restos de esgrafiado y la reja de entrada para carruajes, de forja con decoración floral, realizada por Antoni Planas (Serreta), de Cassà de la Selva, el cual tiene otros ejemplos de rejas magníficas en Cassà.

Esta empresa fabricaba y suministraba gas acetileno para el alumbrado público de Cassà, que sustituía el antiguo suministro de petróleo, aunque pronto el gas acetileno fue sustituido por la electricidad. Para producir gas acetileno se sumergían piedras de carburo en agua y por este motivo el edificio dispone de unos grandes sótanos que hacían la función de almacén de agua.

Esta edificación tenía una chimenea de 25 metros que daba al edificio un marcado carácter industrial. Desgraciadamente este elemento fue derribado en 1937 para evitar los efectos de un bombardeo.

Calle Ample

A finales del siglo XIX se empezó a construir la calle Ample, dentro del proyecto de urbanización de Baudili Duran, que enlazaba el casco antiguo del pueblo con el ferrocarril. Uno de los primeros edificios que se construyó en esta calle fecha de 1893, y es el antiguo almacén de Can Duran (que posteriormente se utilizó como cine) en la esquina con la calle del Reverendo J. Bosch. A partir de este año se fueron construyendo edificios con casas modestas de planta y piso, las que tenían pequeños talleres de tapones de corcho, que al final se convirtieron en vivienda.

En esta calle quedan ejemplos interesantes de la arquitectura de finales del siglo XIX y hasta los años veinte del siglo XX: Can Cubó, can Vilahur, Can Duran-Olivé, can Garoina (familia Esteba), a la izquierda, y can Ruscalleda, a la derecha, en la esquina con la calle del Raval. Aquí donde estamos situados, Can Cubó, de estilo novecentista, era la casa de Josep Pla, maestro de obras al que se deben gran parte de las construcciones de Cassà desde finales del siglo XIX en las primeras décadas del siglo XX.

Casa de los canónigos

Casa medieval desarrollada en dos plantas. Presenta algunas reminiscencias góticas. En 1900 fue profundamente reformada y, por tanto, de la fachada originaria se ha preservado poco. Con todo, se conserva de la antigua casa medieval un arco de sillares de piedra que correspondería a un antiguo pórtico y una ventana gótica, actualmente ciega. Cabe destacar, también, las aberturas góticas de la planta piso, biforadas, con arcos trilobulados y pilar central; la cornisa y el acroterio de obra. Posiblemente habría sido la casa del sacristán, que tenía tanto o más prestigio que el cura, y más adelante fue conocida como la casa de los canónigos dado que se recogían los diezmos correspondientes a la sede de Girona.

Calle Mayor

El casco antiguo de Cassà sufrió una importante transformación debido a la industria del corcho; en la calle Mayor se reedificó algunas casas ligadas al mundo industrial con elementos modernistas y eclécticos. Una de ellas es esta casa, casa Jubert, los propietarios de la cual también lo eran de la fábrica Reliable (1926-1996) y de la banca Jubert y Presas (1902-1957), la oficina situada en la planta baja del edificio.

En Cassà, de manera excepcional, en la primera mitad del siglo XX había dos bancas, las cuales nacieron para cubrir las necesidades financieras que tenían los empresarios corcheros. Esta casa reformada en 1928, por el maestro de obras Josep Pla, cuenta con una espectacular fachada. En esta misma calle estaba la casa modernista de Can Menna (actualmente desaparecida), donde estaba la entrada a una importante fábrica corchera, la Figueras y Dausà.

Cooperativa de consumo La Protectora

La creación de las cooperativas de consumo iba muy ligada a las sociedades obreras industriales que aquí en Cassà eran representadas básicamente por los trabajadores corcheros. Esta cooperativa, que ya existía en 1884, tuvo muy pronto más de 400 asociados y se podían adquirir los productos a precios más bajos. La cooperativa dejó de funcionar a principios de los años sesenta del siglo XX. Los dos edificios corresponden a dos épocas diferentes: en 1901 y en 1929. En el edificio más nuevo, de un solo piso, aunque se puede leer en la parte superior el nombre de la Protectora. En las fachadas respectivas, destaca la decoración de motivos florales y geométricos.

Travesía del paseo de Vilaret y paseo de Vilaret

En la travesía del paseo de Vilaret aún se conservan algunos de los amplios patios de las fábricas de corcho donde daban los ventanales que iluminaban las salas de trabajo. En la parte posterior de los patios se levantaban las casas de los propietarios y los obradores que tenían la fachada principal en la calle de la Industria.

El paseo de Vilaret se construyó en 1894 con el nombre de plaza Nueva y era fruto de la ampliación del pueblo hacia la carretera. En el paseo de Vilaret había el acceso a otra fábrica importante, el Oller; en la parte posterior de la cual estaba la casa del propietario, bien conservada hoy en el número 28 de la calle de Marina. Junto a esta fábrica se puede ver, haciendo esquina con la calle de Marina, otra construcción espectacular, can Figueres, del año 1920, del arquitecto Isidro Bosch, que tiene unas magníficas rejas de forja realizadas por Antoni Planas (Serreta) en la parte de la calle de Marina.

Encina corchera

Notable ejemplo de encina surera en la que se puede observar la marca de la última vez que se peló para aprovechar la corteza con destino a la industria del corcho. Este árbol fue plantado en 1959 o 1960 ante la entrada del desaparecido almacén del industrial corchero Enric Maestros y Roca y junto a la que había sido la cooperativa cassanenc UPRODECO (Unión de productoras de desperdicio del corcho), fundada en 1952 e impulsada por empresarios corcheros. Era conocida popularmente como el Trust y formaban parte casi todas las empresas corcheras de Cassà.

Calle Martí Dausà y de la Industria

Este edificio había sido una importante fábrica de corcho, Rich-Xiberta, aunque antes había sido sede de una escuela privada laica, Escuela Politécnica cassanenc, conocida popularmente como Can Vilaret. Fundada en 1887, se trasladó a este edificio en 1912 y tuvo un importante renombre por la pedagogía renovadora que utilizaba. Al fondo de la calle se vislumbra otra casa de propietarios corcheros can Tou (fábrica Dausà) ya en la calle Industria.

La calle Industria era el antiguo camino real a la Bisbal y se empezó a construir en el siglo XVIII por la necesidad que tenía el pueblo de crecer hacia aquel lado. La calle era conocida como la calle de la Leche, aunque en 1887 ya pasó a llamarse calle de la Industria, lo que denota la importancia que tenía esta actividad. Había fábricas como la de Can Tou antes mencionada, can Calau, can Cassà, can Turon, can Barceló, can Xiberta,... y la segunda banca de Cassà, la Banca Bosch y Codolà (1909 a 1956).

Can Trinxeria

Casal familiar de una rama del linaje de los Trinxeria y que en 2000 adquirió el Ayuntamiento. Vivían grandes propietarios rurales con intereses corcheros en las Gavarres. Uno de ellos fue Marçal de Trinxeria, importante defensor de la industria corchera de las comarcas de Girona y autor del libro La Liga aduanera hispano portuguesa a finales del siglo XIX.

En comparación con otros edificios modernistas de Cassà, Can Trinxeria es el mejor ejemplo de estilo neomedieval que hay. Responde a una solución historicista, de estilo neogótico, que se encontraría dentro de la línea de la reinterpretación de un palacio neogótico civil catalán, a modo de palacete urbano. Josep Ballet, el arquitecto, incorporó elementos autóctonos, como la espléndida escena de caza que hay en el balcón del primer piso.

Otros elementos destacables de la fachada son la escultura del San Jorge, bajo el balcón semicircular, y la decoración con elementos figurativos, vegetales y animales y los pináculos con figuras exentas de inspiración medieval. Otros elementos de interés son las pinturas murales y la sala cubierta con bóveda de cañón con conchas en el interior, y la torre del molino de viento del jardín, de planta octogonal y estilo neoárabe.

Centro recreativo

Espacio de ocio y también lugar de tertulia y de lectura de la nueva sociedad industrial que constaba de un café (construido en 1892), y de un teatro y salón de baile (1897), que fueron muy populares. La figura del lector en las fábricas de corcho, un trabajador que leía las noticias del diario al resto de los trabajadores, ejemplifica la importancia que el movimiento obrero daba a la instrucción.

Sala Gaià

El arquitecto Isidro Bosch ya proyectó el edificio como sala de baile, en una sociedad industrial que necesitaba nuevos espacios de ocio. En 1969 se convirtió en discoteca. Así, primero como Sala Gaià, luego como Sir Thomas, este lugar fue el centro de diversión y esparcimiento de los jóvenes cassanenc y también de los pueblos vecinos a lo largo de prácticamente tres cuartos de siglo. Después de permanecer muchos años cerrada, el Ayuntamiento la adquirió en 1998 y la inauguró en 2003 con fines culturales.

El edificio es de estilo ecléctico y presenta una nave a tres alturas. Las dos fachadas, que han sufrido muy pocas modificaciones a lo largo de los años, destacan por la utilización de elementos decorativos de diferentes estilos, por la decoración de los remates y por la utilización también del hierro forjado.

También es interesante el edificio de enfrente, conocido como el Rollo, edificio construido en 1912 por el mismo arquitecto, con una fachada característica con elementos modernistas.

Can Serra

Es un notable ejemplo de vivienda modernista particular de empresarios corcheros. Su antiguo propietario, Josep Serra i Carbó (1857-1940), registró diferentes patentes como la de una fórmula de aglomerado de corcho que vendió a la Crown Cork & Seal Corp. de Baltimore (EE.UU.), que sirvió para hacer discos que permitían el hermetismo de los populares tapones corona y con los que hizo fortuna.

El arquitecto Isidro Bosch proyectó esta casa mientras sus propietarios vivían en Baltimore y en la parte posterior de la casa, estaba ubicada la fábrica, conocida por Can Serra (hoy desaparecida), que era bien visible desde la calle del Molino.

En la construcción se utilizaron diferentes estilos medievales. La distribución de la casa responde a un esquema central que se refleja en la torre que sobresale del edificio y de la que cabe destacar las arcadas de estilo mozárabe y la barandilla formada por ojos de buey de piedra artificial que sigue esquemas góticos. Otros elementos a destacar son los estucados y esgrafiados, pinturas, y el jardín posterior que todavía conserva la composición de la época.

Conjunto de Can Frigola y la Torre Salvana

Es el complejo arquitectónico civil más antiguo e importante de Cassà, formado por una casa y la torre adosada. El conjunto lo levantó en el siglo XVI la familia Salvà, posteriormente pasó a manos municipales y a mediados del siglo XIX a la familia Frigola, excepto la torre adosada, que continuó siendo de propiedad municipal y que hizo la función de prisión.

Los usos a que se destinó la casa Frigola fueron, entre otros, de hostal, de tienda de pan, vino y carne...

Arcos de las Medidas

Es el único porche que existe en Cassà. Los elementos originales que se conservan son las bases del porche de piedra natural y las losas del pavimento. El 1725 el terreno pasó a manos municipales y se levantó un edificio porticado para ubicar las medidas públicas obtenidas mediante concesión real en época medieval. Las medidas eran de piedra y debían utilizarse en todas las transacciones de cereales como guía para calcular el peso. El porche era cubierto directamente por el tejado, pero en 1841 el ayuntamiento autorizó a Francisco Oller la construcción de un edificio encima del tejado.

Plaza Pequeña

Es uno de los rincones con más encanto de la población de Cassà y una de las plazas que quedan del pequeño núcleo medieval desde el que Cassà se fue expandiendo. Durante siglos, pues, fue un punto neurálgico con una gran actividad comercial y lúdica. Estaba relleno de tiendas y en su espacio central se celebraba el mercado, y en días señalados todo tipo de actividades festivas.

En este lugar también se localizaban equipamientos antiguos, como el antiguo hospital de pobres en el siglo XVI, y era el lugar donde se escogían los jurados de la Universidad de Cassà (precedente en cierto modo del gobierno local) mediante pareados, un curioso proceso de selección que se encuentra perfectamente descrito en un privilegio real del siglo XVI y que era leído antes de empezar la ceremonia a viva voz en la plaza pública de la ciudad.

Iglesia Parroquial

Se empezó a construir en el siglo XVI sobre los restos de una iglesia románica datada a finales del siglo XII y no se terminó hasta el siglo XVIII. Básicamente es de estilo gótico, con elementos renacentistas en la fachada y neoclásicos en las capillas de los cruceros. El altar mayor barroco construido por el escultor Pau Costa fue destruido durante la Guerra Civil.

Del altar original sólo se conservan cuatro columnas salomónicas, las puertas de San Pedro y de San Pablo y el expositor de la custodia, mientras que el resto es una reproducción hecha por Ramon Pericay en la década de los sesenta del siglo pasado. Durante la Guerra Civil también se destruyó el bello altar barroco de las Sogas, también de Pau Costa, y el más antiguo del Roser.

Otros elementos a destacar son la escultura de San Martín, patrón de la parroquia, en la entrada principal y los capiteles románicos que se conservan empotrados en algunos paramentos interiores. Los ventanales neogóticos de la nave fueron construidos a partir de 1926.

Colegio La Salle y Capilla de las Monjas

La nueva sociedad industrial trajo una mejora en la calidad de la enseñanza. Para paliar la situación precaria de las escuelas públicas en el siglo XIX, se fundaron escuelas laicas, como la escuela Vilaret entre otros, y religiosas. Estas últimas se situaron en esta calle: la de niñas, de las Hermanas Hijas del Inmaculado Corazón de María (que se había fundado en 1863) y la de niños, La Salle (que se había fundado en 1881), que aún continúa su actividad pedagógica y a la que en 2005 la Generalitat galardonó con la cruz de San Jorge.

Los dos elementos más representativos están situados en los dos extremos del conjunto y están fechados en el mismo año, en 1906, y por el mismo maestro de obras, Josep Pla. Uno es la fachada más cercana a la calle de la Estación, que presenta una composición de raíces neoclásicas, y el otro extremo, la capilla de las Monjas, de estilo neogótico, hoy convertida en auditorio. En 1978 las religiosas cesaron su actividad pedagógica y el Patronato de las Escuelas Cristianas la adquirió para ampliar el colegio y para continuar la labor educativa.

Fuente: Ayuntamiento de Cassà de la Selva