Ruta por los vecindarios de Pardines bajo la sombra de la Sierra Cavallera

El itinerario se inicia en la Plaza del Padrón, muy cerca de la señal R130 (Pardines). Pasamos por el que había sido el antiguo castillo de Pardines, al lado de la iglesia de Sant Esteve. Ambos edificios formaban parte de las antiguas murallas que rodeaban el núcleo medieval del pueblo. Este hecho se puede apreciar en el ábside románico de la iglesia, que junto con el campanario habían tenido funciones de torre de defensa.

Bajamos por la calle Mayor y seguimos por la calle de Camprodon, donde encontramos la señal R131 (vía pecuaria). Siguiendo este antiguo camino bajamos en dirección al fondo del valle, pasando por el pequeño vecindario disperso de Llavanera. Cruzamos el río Segadell por el puente del Molí de Roca donde encontramos la señal R121 (Vilaró). Nos dirigimos en dirección a Sant Martí de Surroca, siguiendo el camino ganadero que nos llevará, después de una fuerte subida, hasta el núcleo de Puigsac, donde encontraremos la iglesia románica de Santa Magdalena.

Dejamos atrás Santa Magdalena y continuamos caminando pista arriba dejando la gran casa de Can Roca a nuestra izquierda. Un poco más arriba, antes de cruzar un torrente, abandonamos la pista para continuar por la vía pecuaria que sube por prados y recupera de nuevo la pista por donde subíamos más adelante.

Continuamos arriba por la pista hasta un cruce señalizado que nos indica el camino para ir al Pla del estany y al Pozo de hielo.

Abandonamos la red Itinerànnia para dirigirnos por este nuevo camino ancho que en pocos minutos nos lleva hasta el Pla del estany donde, hundido, encontramos el lago de Can Roca. Una cartelera nos informa sobre los importantes valores ecológicos que tienen estas zonas húmedas. Para visitar el pozo de hielo hay que dirigirse a la orilla opuesta del lago por senderos fresados por el ganado.

Al final del estanque, la ruta abandona el camino que seguíamos para dirigirse hacia la derecha cruzando los prados, al final de los cuales nace un camino bien trazado que nos lleva hasta el Pla de Bardina, desde donde las vistas hacia el Puigmal y montañas vecinas son espectaculares. Volvemos a encontrar las señales de la red Itinerànnia justo en una curva de la pista ancha que baja de la Portella de Ogassa. Hay que bajar por esta pista paralela al Torrent del Vilaró.

A los pocos metros abandonamos la pista por un camino que sale a la izquierda y que cruza el torrente. En una corta pero fuerte subida llegamos al Coll de Bac y poco más arriba a los restos de una cabaña y una cerca para el ganado.

Empezamos a bajar por la Sierra de Can Dulsat. En una zona abierta el camino gira hacia la izquierda y se adentra en un sombrío bosque. La bajada por este camino es rápida y nos conduce hasta unos planes sobre la casa de Can Dulsat, donde encontramos una segunda cartelera, ésta con una tabla de orientación.

Continuamos por la cresta y bajamos rápidamente hasta encontrar la pista de cemento de ir a la casa de Can Dulsat. Pocos metros más abajo nos cruzamos con la carretera del Vilaró.

En este punto, si no queremos volver a Pardines por el mismo camino, y tenemos tiempo y fuerzas, podemos optar por seguir la pista hacia la izquierda que una vez cruzado el río nos enfila hasta la señal R129 (Mas Ventós) y de esta subir hasta el pueblo. Ahora bien, la ruta aquí propuesta se dirige hacia la derecha, pasando por las casas de Vilaró, donde seguimos un camino que baja hacia el puente del Molí de Roca, donde encontramos la señal R121.

Finalmente rehacemos el camino de ida, ahora en subida hasta Pardines, inicio y final del itinerario.

Fuente: Consejo Comarcal del Ripollès