Montcau y la Mola desde el collado de Estenalles

Salimos del aparcamiento del collado de Estenalles, cruzamos la carretera BV-1221 y cogemos una pista asfaltada que hay junto al centro de información. Durante prácticamente todo el camino, seguiremos el Sendero Local SL-C 54 que va del Coll de Estenalles hasta la Mola.

Empezamos a subir por esta pista asfaltada durante unos 15-20 minutos hasta encontrar una bifurcación a mano izquierda en el lugar conocido como el Coll de Estella. Tomamos esta desviación para subir al Montcau (indicado) y vemos otro panel que nos advierte del riesgo de erosión de la montaña y de la recomendación de evitar coger atajos y pasamos por el camino marcado con cuerdas a ambos lados.

Vamos subiendo progresivamente por la cresta suroeste del Montcau que nos irá haciendo subir progresivamente hasta la cima. Justo poco antes de llegar, los últimos metros son algo más derechos y hacemos alguna pequeña trepada sin gran dificultad.

Una vez arriba, disfrutamos de una amplia panorámica de la Cataluña Central y del Pirineo. La montaña de Montserrat se ve perfecta y, al fondo del llano, la ciudad de Manresa. Más arriba, las estribaciones del Pirineo y del Prepirineo del Berguedà. También se ve el Macizo del Montseny y, justo al sur, la ermita de Sant Llorenç del Munt sobresale entre la montaña. Con la rosa de los vientos de la cima, ayudaremos a ubicar todos estos elementos geográficos.

Para bajar, deshacemos los últimos metros que hemos subido hacia la cima y ahora seguiremos por la cresta que baja hacia el sureste, en dirección al collado de Eres, donde encontraremos de nuevo la pista que habíamos dejado cuando nos hemos desviado hacia el Montcau.

El collado de Eras es un importante nudo de caminos y de conexión entre el Montcau y la Carena del Pagès. También entre los que venimos del cuello de Estenalles y los que bajan hacia la Cueva Simanya y el Marquet de las Rocas. Por este punto también pasa la ruta de los 3 montes (Matagalls, La Mola y Montserrat). Por lo tanto, también es fácil que sea un punto muy concurrido. De hecho, toda la cresta llana hasta la Mola se puede convertir en una auténtica romería algunos fines de semana al mediodía.

Desde el collado de Eres, remontamos unos metros por el camino ancho proveniente de la antigua pista. El bosque es un encinar frondoso y bien conservado, con algunos robles que se tiñen en otoño y de los que destaca el Roble del Palau, que encontraremos junto al camino un poco más adelante.

Antes, sin embargo, en un pequeño claro del bosque, ignoraremos un camino que sale a mano izquierda y que se va hacia las Fogueroses y la Roca solapadas. Siempre nos vamos a fijar en las marcas del SL-C 54 que iremos encontrando y ignoraremos los varios desvíos que aparecen a izquierda y derecha. Si nos fijamos, también veremos algunas marcas de puntos rojos viejos.

Superada la umbría y la cresta del Roble del Palau, bajamos unos metros en dirección sur, directamente por un tramo rocoso o bordeándolo por el lado por un pequeño sendero y continuamos por el lomo de la Carena del Pagès alterando tramos planeando con pequeñas subidas y bajadas.

Más adelante, el Collet de los Tres Términos, encontraremos otro desvío a mano izquierda que se va hacia un claro del bosque. Ignoramos esta desviación a la izquierda que nos llevaría hacia la cresta que hay sobre los Òbits. Seguimos recto adelante, siguiendo las indicaciones del SL-C 54 y bajamos un tramo rocoso. Después de esta bajada, ignoramos otro desvío a mano izquierda que nos llevaría a Òbits.

Continuamos por sendero bordeando el Cerro de en Griera por el oeste y pasamos un tramo de bosque hasta llegar al Morral del Dragón, una cueva muy conocida de la vertiente norte de la Mola. Poco antes, habremos encontrado a mano derecha un sendero que nos acercaría a las Cuevas de Sescorts.

Desde el Morral del Drac seguimos las indicaciones del SL-C 50 y 54 y evitamos el camino que pasa por la canal de la Abeja hacia Can Robert. Enfilamos en diagonal por un tramo rocoso sin dificultad y nos adentramos a una canal sombría en que está el camino empedrado para superar este espolón rocoso de la montaña. Una vez subido este escalón, llegamos al llano superior de la Mola y ahora ya sólo nos faltará acabar de llegar arriba en el Monasterio de Sant Llorenç del Munt. Desde este mirador, hay unas magníficas vistas de medio Cataluña y, si estamos de suerte, algunos días de invierno (muy pocos), incluso se divisa la Sierra de Tramuntana de Mallorca. Ya es bien cierto que el mundo es muy pequeño!

Para volver, desharemos el mismo camino que hemos seguido hasta aquí, con la única variación del tramo del Montcau, que bordearemos por la pista de abajo. Desde el collado de Eres, no será necesario que lo volvemos a subir, sino que lo podemos seguir por la vertiente sur a través de una pista de tierra y cemento hasta encontrar, de nuevo, la pista asfaltada que baja hasta el collado de tenazas, donde tenemos nuestro coche.

Autoría imágenes y texto: Sergi Boixader