Espai Natura Congost de Mont-rebei Sant Esteve de la Sarga
Al atravesar la sierra del Montsec, el río Noguera Ribagorzana ha creado un inmenso corte de paredes verticales, el desfiladero de Mont-rebei, que se abre al sur en un anfiteatro de riscos impresionantes. Se trata del último gran desfiladero de Catalunya en estado casi intacto.
Entre Aragón y Cataluña, el desfiladero de Mont-rebei corta de norte a sur la sierra del Montsec, primera gran formación del Prepirineo catalán. La reserva de la Fundación protege casi 600 hectáreas en la parte catalana: el propio desfiladero y las orillas del río (donde vive la nutria), los riscos (hogar de grandes rapaces) y parte de la vertiente umbría del Montsecd'Ares (cubierto de robles).Es el último gran desfiladero de Catalunya en estado casi intacto, pero que a su vez, se puede visitar con facilidad. Únicamente está atravesado por una vía ferrata excavada en la roca que cuenta con pasamanos y miradores para facilitar la visita.Un recorrido por Mont-rebei comprende un paseo de 170 millones de años en la historia de la Tierra. Se pueden identificar fósiles con huellas y huesos de dinosaurios.
También de importancia son las excavaciones arqueológicas que se han hecho en la zona, destacando el poblado de los Altimiris, emplazamiento pre-románico de un período poco conocido de nuestra historia, del siglo V al IX.
El recorrido se inicia en La Masieta, punto de información y de servicios del espacio y por un itinerario lineal de ida y venida atraviesas todo el desfiladero. El camino enlaza unos metros más allá del espacio protegido por la Fundación con la pasarela del Desfiladero del Seguer y las escaleras en la montaña en la parte aragonesa cerca de Montfalcó.
Centro de información La Masieta: Abierto de 9 a 17 horas, todos los sábados, domingos, festivos y puentes de marzo a mediados de diciembre y, todos los días entre el 1 de julio y el 31 de agosto. Cerrado de finales de diciembre a febrero.
No os podéis perder...
El poblado de Altimiris. En uno de los contrafuertes que dominan el desfiladero de Mont-rebei, en la vertiente norte, se sitúa este emplazamiento prerrománico de un período poco conocido de nuestra historia, del siglo V al IX, entre la antigüedad y la alta edad media. El emplazamiento lo forman un poblado y una ermita que recuerda Machu Picchu. La Fundación colabora con la Universidad de Barcelona para el estudio de este y otros yacimientos de la reserva, como los de la cueva Colomera y la cueva del Mort.
El camino único del desfiladero. El itinerario a pie por el desfiladero es una vivencia única, en medio de riscales de casi 500 metros de desnivel y con lugares donde la anchura no pasa de 20 metros. El camino de herradura excavado en la roca que atraviesa el desfiladero dispone de pasamanos y miradores para facilitar la visita. Es el último gran desfiladero del país en estado casi del todo intacto.
El mirador de las nutrias. Podemos disfrutar de una vista panorámica del conjunto de la reserva desde el mirador natural que representa la curva de la pista por encima de la Noguera Ribagorzana, y que lleva a Alsamora justo antes de llegar a La Masieta, donde se observan los rápidos del río antes de entrar en el desfiladero, la ermita de la Virgen del Congost y el castillo de Xiriveta.
Árboles monumentales. Aunque se trata de un territorio relativamente seco y con una explotación humana secular, encontramos algunos árboles de grandes dimensiones que tienen un notable valor naturalista. Sobre todo podemos ver ejemplares de grandes dimensiones de robles (Quercus cerrioides), especialmente en la Obaga Mitjana y en la orilla del embalse de Canelles, entre La Masieta y el barranco de Sant Jaume. También son notables las encinas (Quercus ilex) de la masía de Carlets.
Sabías que...
De las excavaciones arqueológicas de la cueva Colomera se están obteniendo datos de las condiciones ambientales de los últimos 7.000 años que permiten entender el cambio climático.
Un recorrido por Mont-rebei comprende un paseo por 170 millones de años de la historia de la Tierra. Se pueden ver sedimentos acumulados durante este período de tiempo identificando incluso el momento en el que se extinguieron los dinosaurios, con la posibilidad de encontrar huellas y huesos.
El desfiladero de Mont-rebei es el único gran desfiladero de Cataluña que no ha sufrido los efectos de ninguna infraestructura de transporte, y se mantiene casi intacto, sin ninguna carretera o línea eléctrica que lo atraviese.