Descubre las casas indianas más emblemáticas del Garraf

El término indiano fue usado como denominación coloquial de aquel inmigrante español en América que volvió enriquecido. Esta denominación se extendió durante tiempo, ya fuera con connotaciones positivas o peyorativas. Indianos que se convirtieron en líderes en la época del caciquismo y que, además, influyeron muchísimo en la construcción en muchos lugares de España. Si se quiere ver construcciones de tipo colonial, uno deberá pedir un visado Cuba para poder disfrutar de toda la arquitectura de las islas caribeñas. No obstante, si se quiere disfrutar de las casas indianas, Cataluña puede ser el lugar perfecto.

La riqueza indiana de la comarca del Garraf

Una de las zonas más interesantes para conocer la arquitectura indiana en Cataluña es el Garraf. Entre Tarragona y Barcelona fueron muchos los “americanos”, como los conocían en la zona, que se fueron a América a buscar fortuna. Al llegar se convirtieron en la nueva burguesía y fue el momento de empezar a edificar sus ostentosas casas. Casas eclécticas, modernistas, neoclásicas y llenas de encanto. La mayoría de ellas ubicadas muy cerca del mar.

Los amantes de esta arquitectura pueden informarse de todos los pueblos que poseen alguna huella indiana. Por su parte, los amantes de la isla caribeña pueden ir a visitar Cuba, sin olvidarse, eso sí, de solicitar un visado a través de páginas como Visagov.

Sitges: encontrarse con Cuba en Garraf

De toda la ruta de las casas indianas por Garraf, Sitges es uno de los puntos más importantes. En este rincón de la costa catalana, la historia de los indianos comienza en el siglo XVIII, cuando Sitges contaba con tan sólo 3.500 habitantes, principalmente campesinos y pescadores. Una vez que Carlos III permitió a España el libre comercio con sus colonias, como Cuba, Puerto Rico y Filipinas, muchas personas de este lugar se lanzaron a la aventura de la importación. Al principio era la gente más pudiente, pero tras la plaga de la filoxera, fueron muchos más los que se vieron obligados a partir.

Tras hacer fortuna, volvieron a Sitges construyendo mansiones elegantes y llamativas, y esta arquitectura tan llamativa está curiosamente en la que se conoce como calle Isla de Cuba. Es justo aquí donde se concentra la mayoría de las casas, todas ellas singulares. También palacetes o edificios modernistas, destacando entre otros la  Casa Pere Carreras o la Casa de Bartomeu Carbonell. Esta última también es conocida como la casa del reloj, debido a que es el elemento que más destaca de su fachada. Se trata de una de las construcciones indianas más importantes de Sitges, cuyo autor fue también el encargado de construir la plaza de toros la Monumental Barcelona (Ignasi i Mas i Morell). El elemento más característico, además de su reloj, es el llamado trencadís de su torre. Pequeños trozos de cerámica de colores que se asemejan mucho al trabajo de Gaudí. 

La Habana chica: Vilanova i la Geltrú

Si bien es cierto que Sitges puede ser un buen ejemplo de arquitectura indiana, otro de los tesoros de esta zona que no deberíamos perdernos es Vilanova i la Geltrú, conocida como la Habana chica.

El núcleo de la riqueza patrimonial que dejaron aquí los indianos lo encontramos en su centro histórico. Paseando por él, podemos divisar construcciones como Can Pahissa, Foment Vilanoví o la Casa Cabanyes.

Hay que destacar, además, la Plaza de la Vila, que es una de las plazas más importantes de Cataluña y que fue promovida por otro indiano, Josep Tomàs Ventosa, como se puede apreciar gracias a la gran escultura que le rinde homenaje.

Sin duda, la comarca del Garraf es un lugar perfecto para adentrarse en todas las huellas arquitectónicas que dejaron en Cataluña.