Ruta circular corta por los riscos de Malanyeu

Salimos desde el pueblo de Malanyeu, situado en un valle colgado rodeado de riscos que hoy descubriremos y recorreremos. Empezamos a caminar por la pista forestal que llevaría hacia la casa del Llomar, a la Fageda de les Espinedes y la Font de les Travesses y a la masía del Monnell en último término.

Pronto tomaremos un camino a la derecha que empieza a subir por el denso bosque de pino silvestre. En unos 10 minutos llegaremos a uno de los grandes alicientes de la ruta: el Griell de Cal Pigot. Se trata de un tramo inundado muy vertical y espectacular junto a un torrente que en primavera y después de lluvias puede bajar bastante lleno. Nosotros deberemos subirlo y, para hacerlo, se ha instalado una cuerda y una escalera metálica para llegar hasta un curioso agujero en la roca. Pasaremos por dentro de esta puerta natural y pasaremos justo al lado del salto de agua (riesgo de mojarse cuando baja caudaloso). Terminaremos este tramo con una trepada por roca de buen coger hasta superar este espolón vertiginoso pero espectacular.

Una vez arriba, seguiremos hacia la derecha en un camino bastante empinado por una zona de pino con alguna haya esporádica que en otoño da un poco de color al bosque. Todo este tramo está bastante trillado y encontraremos algún hito. En el último tramo hay una pequeña trepada más derecha que superaremos sin demasiada dificultad (hay una cuerda de ayuda).

Al cabo de una hora desde el inicio de la ruta llegaremos a un rellano desde donde podemos desviarnos a la Foradada, otro de los espectáculos de la ruta. Se trata de una roca agujereada desde la que disfrutaremos de una fantástica vista del Pedraforca. Un buen sitio donde desayunar.

Volvemos al camino y seguimos, ahora por encima de la cresta, de nuevo en subida intensa. El camino va remontando y al cabo de una media hora gira hacia levante y en algún claro del bosque podremos disfrutar de una fantástica panorámica de los riscos de la Tor y el serrat de Furellacs, y desde donde también divisaremos el Sobrepuny y Montserrat.

El camino ahora modera su pendiente y comienza el tramo de cresta por la sierra de Furellacs en la que poco a poco el bosque deja paso a prados alpinos que nos permitirán ver todo el Alt Berguedà, pero en especial el Pedraforca.

El camino va siguiendo el hilo de la cresta sin más dificultad que atravesar una alambrada de vacas. Al cabo de un rato habrá que girar hacia la izquierda junto a una alambrada de vacas para llegar al Cap de la Baga de Cabanelles.

Seguimos por la cresta y empezamos a bajar suavemente durante unos 10 minutos hasta llegar a un cruce de caminos, donde tomaremos el que sale hacia la izquierda y empieza a bajar con decisión por medio de un hayedo.

El camino desciende fuerte y será necesario que tengamos cuidado, sobre todo en otoño, para no patinar con las hojas en el suelo. Vamos bajando y el hayedo deja paso al pino y superamos un tramo bastante vertical con la ayuda de un cable, es el Grapissot.

Superado este pequeño grao, el camino sigue en suave descenso y girando hacia poniente, para encarar el Serrat del Mill. Un tramo más allá podremos elegir si alargar o acortar la ruta en un desvío que nos permite hacer 2 kilómetros más de cresta o bajar hacia Malanyeu.

Ruta Corta

Si optamos por bajar, la ruta empieza a perder altura hacia la izquierda hasta encontrar una carretera de bosque. A partir de ese punto, sólo será necesario que sigamos la pista forestal que va bajando siguiendo el valle de Malanyeu.

En este descenso merece una mención especial el Hayedo de las Espinedas y la Fuente de las Travesías, uno de los hayedos más espectaculares del Berguedà, con algunos ejemplares centenarios, de altura notable y en una umbría sombría, de estilo similar al de la Fageda de la Grevolosa. Pasado este tramo de hayas, seguiremos la carretera forestal que en una media hora nos devolverá al pueblo de Malanyeu y al coche.