Empedrats, Cap de la Boixassa y el Adou del Bastareny

Dejamos el coche en el aparcamiento de Cal Cerdanyola, un alojamiento rural al pie del río y junto al refugio Vientos del Cadí, punto por donde pasa la ruta de los Cavalls del Vent. Es habitual que el aparcamiento quede lleno a media mañana los fines de semana, así que es posible que tengamos que dejar el coche un poco más adelante.

Comenzaremos la ruta de los Empedrats siguiendo el PR-125 que sale junto al puente que cruza el río, hacia la derecha. Seguiremos por un camino que va recorriendo el fondo del valle en medio de un bosque de pino rojo y con varios tramos de bojedal muy espectacular. La ruta es un clásico en verano para los que buscan un lugar donde refrescarse, ya que iremos siguiendo el río todo el tiempo.

Al cabo de unos 15 min, cruzamos el río por un puente y en pocos minutos llegamos al cruce del Bullidor de la Llet. Nos desviamos por el camino de la izquierda que atraviesa el torrente por una palanca de madera y remonta con fuerte pendiente un tramo de roca y un bojedal para llegar a la surgencia del Bullidor de la Llet. Se trata de un manantial natural que sale por una fisura de la roca a unos 3 metros de altura. Es habitual que esté seco si hace semanas que no llueve o en periodos de sequía. Justo debajo del salto, se forma un espectacular canal de roca en que el torrente baja como en un "tobogán" de agua. En períodos de lluvias abundantes, este punto se hace muy espectacular y hay un pequeño mirador para contemplar el agua como baja.

Deshacemos el camino hasta el desvío donde hemos dejado el PR-125 y retomamos el camino de los Empedrats (precisamente en este punto es donde vemos que el camino original estaba empedrado y de ahí ha quedado el nombre, esta era una de las rutas más habituales para cruzar del Berguedà a la Cerdanya). En pocos minutos, el camino se encajona en el estrecho de los Empedrats y tendremos que cruzar el torrente hasta tres ocasiones. Si baja mucha agua, es posible que nos tengamos que mojar los pies en algún punto.

Después de este tramo, en menos de un cuarto de hora llegamos al salto de los Empedrats o la Cola de Caballo, una cascada con una poza que en verano es un buen lugar donde refrescarse. Cruzamos de nuevo el torrente de la Fuente del Faig y ahora remontaremos por el margen derecho por una zona rocosa donde tendremos que tener cuidado con las rocas mojadas si baja agua. Justo encima del salto grande, encontramos algunos otros pequeños saltos igualmente bonitos.

Continuamos siguiendo las marcas del PR-125 y ahora subimos decididamente mientras detrás nuestro quedan las paredes del estrecho de los Empedrats. Más arriba encontramos un desvío a la derecha, pero nosotros seguimos las marcas de PR, hacia la izquierda.

Seguimos subiendo, ahora más suavemente por una zona de pinos y boj, y ganamos altura respecto al torrente, a nuestra derecha. Más arriba, lo volvemos a cruzar y seguimos por una zona de bosque más rala, con algunos hayas, hasta llegar a la Fuente Gran d'Escriu (a unos 30-35 min desde los Empedrats).

Continuamos, de nuevo, por el margen izquierdo del torrente y en una media hora llegamos al refugio Sant Jordi (1h30-1h40 'desde el inicio). El refugio se encuentra en una zona de prados a los pies de la sierra del Moixeró. Hacia el sur, vemos todo el valle por donde hemos subido, y hacia arriba, podríamos atravesar hacia la Cerdanya por el Coll de Pendís, doscientos metros más arriba.

Nosotros sin embargo, optamos por subir al Cap de la Boixassa. Por ello, desde el refugio, deshacemos el camino hasta encontrar la señal indicador donde retomamos el PR-125 dirección suroeste. Subimos por un bosque de pino negro, pasamos junto a una cueva bastante grande y llegamos a un collado desde donde ya divisaremos nuestro objetivo. Seguimos por el pie de las crestas del Cap de la Boixassa, y atravesamos varias canales de canchales. Alcanzamos la cresta por el Paso de la Boixassa y descubrimos que la vertiente solana está totalmente cubierto por bojes (de ahí el nombre de la cima). Ahora ya sólo tendremos que remontar la cresta por el camino más fácil hasta alcanzar la cima en cuestión de un cuarto de hora.

Alcanzamos el Cap de la Boixassa (1820 m, 2h 30 'aprox.) Y contemplamos la amplia perspectiva hacia el sur, la vertiente este del Cadí y el Pedraforca. Para bajar, deshacemos el camino hasta el Paso de la Boixassa y seguimos abajo siguiendo el camino del PR que baja por la ladera sur en medio de los bojes.

En poco rato llegamos al Coll de la Pelosa, punto donde se puede acceder por pista forestal. Ahora ya sólo tendremos que bajar por la pista forestal hasta llegar al fondo del valle. Veremos que al poco rato las marcas del PR-125 marchan por un sendero hacia la izquierda: es la vía más rápida para volver al punto de origen, pero para ir hasta el salto de Murcurols y el Adou, lo mejor es seguir la pista.

De bajada, podemos acortar las amplias lazadas que hace la carretera, pero nosotros optamos por bajar suavemente siguiendo la pista forestal. Después de casi una hora de bajada, pasamos por la casa del Monnell y llegamos al fondo del valle. Al otro lado del valle, veremos por donde baja el torrente de Murcurols. Para llegar al salto, necesitaremos tomar un camino a la derecha (marcas de sendero local) que baja hasta cruzar el torrente de la Muga y remonta unos metros hasta llegar a los pies del salto de Murcurols (cuidado de no desviarse en un punto donde hay una valla al otro lado del torrente, necesitamos seguir hacia la derecha).

En el salto de Murcurols, el agua ha formado un curioso tobogán de piedra realmente original. En verano es habitual encontrárselo seco, por eso lo mejor es ir después de un período de lluvias.

Deshacemos el camino hasta la pista forestal y bajamos suavemente por el fondo del valle hasta llegar a los pies del Adou del Bastareny en unos 15-20 min. Para llegar, habrá que seguir un camino indicado muy fácil que pasa junto al río. Este es uno de los puntos más espectaculares de la ruta ya que se trata de un manantial natural que sale de en medio de las rocas y que recoge buena parte de las aguas subterráneas de la sierra del Cadí. Durante el deshielo y después de las lluvias veraniegas y de otoño, es el mejor momento para oir el estruendo de agua que sale del Adou.

Volvemos atrás y continuamos por la pista forestal planeando suavemente. Después de 2 km más por la pista y una media hora, llegamos finalmente a Cal Cerdanyola, el punto de origen de esta ruta.

Autoría imágenes y texto: Sergi Boixader