De mercado en mercado por Barcelona

Los humanos por naturaleza, desde su existencia, hemos tendido a intercambiarnos cosas entre nosotros llegando a un acuerdo mutuo. Esta acción de negociar y pactar se conoce como el mecanismo de mercado.

No obstante, este mecanismo ha evolucionada y hoy en día los mercados no son sólo un simple acuerdo entre vendedor y comprador, sino que también se han convertido en un punto de encuentro ya que con el paso del tiempo esta actividad se ha acabado desarrollando y asociando en un espacio determinado.

La historia del mercado en Barcelona

Barcelona es una ciudad abierta al mar. Su ubicación le permitió durante la época romana que se desarrollaran actividades comerciales. Esto condujo a que se convirtiera, en aquel tiempo, en el centro económico y político de Cataluña.

El primer mercado se organizó en la plaza del Ángel, que entonces se encontraba al otro lado de la muralla. A partir de este mercado inicial salieron otros posteriores como el del Born, que es donde se celebraban las justas por la nobleza, fiestas como carnaval… En aquellos tiempos los mercados tenían varias funciones a parte de la de intercambiarse cosas.

Por lo que se refiere a la ubicación y forma de los mercados hasta el siglo XIX se establecieron en las vías públicas y comenzaron a adoptar un cierto sedentarismo. Así, también, cada vez más aumentó la variedad de productos.

A mediados del siglo XIX, en mitad de la revolución industrial, aumentó el número de mercados, que se adaptaron a las nuevas técnicas constructivas, para satisfacer las necesidades de los ciudadanos y se definió el mercado como un espacio concreto, cubierto y reservado.

De cielo abierto a cubierto; El mercado de Santa Caterina

El primer mercado de Barcelona que comenzó a adoptar las nuevas características constructivas de los mercados del siglo XIX fue el Mercado de Santa Caterina. Este fue el primer mercado cubierto de la ciudad.

El mercado de Santa Caterina se encuentra en Ciutat Vella, en el barrio de la Ribera, y próximo a la Catedral de Barcelona.

Fue inaugurado el año 1848 y la finalidad de éste era acercar los alimentos a los civiles de las clases sociales populares durante los años de la posguerra. Además, también hacía llegar los alimentos a poblaciones vecinas como Badalona, El Masnou…

El nombre de este mercado deriva del derrumbamiento del convento de Santa Caterina en el año 1835 por conflictos de la época, el cual se encontraba situado donde se encuentra actualmente el mercado. Aunque inicialmente había sido proyectado como una plaza-mercado. En el año 1944 se colocó la primera piedra.

A lo largo de los años ha sufrido distintas reformas (ampliaciones, cambios,…). Las más destacables fueron las obras que finalizaron en el año 2005, que proporcionaron al mercado un nuevo techo singular hecho de azulejos de colores al estilo de un mosaico, los cuales representan frutas y verduras, de forma ondulada. Esta nueva cubierta es metálica y fue diseñada por los arquitectos Enric Miralles y Bendetta Tagliabue.

También el aparcamiento subterráneo que se construyó aprovechando las últimas rehabilitaciones del espacio y conserva el espíritu del antiguo convento gótico ya que se han decorado las paredes con pinturas que rinden homenaje a éste.

El mercado, más allá de un simple espacio

Cuando el barrio de Gracia era un pueblo independiente de Barcelona, en el año 1831 el terrateniente Marc Olives dio su finca que se encontraba en este pueblo para que se construyera una plaza con la finalidad de que los payeses y artesanos pudieran trabajar y vender sus productos.

Esta nueva plaza que se encontraba rodeada de casas, cabe recordar que los pueblos de Cataluña se han ido formando alrededor de la plaza del mercado, se llamó la plaza del Rey.

En el 1836 cambió el nombre por el de la Constitución y en 1840 cambió de nuevo para pasarse a llamar plaza de la LLibertat. Y así, con este nombre, se identificó también el mercado.

El año 1888 el mercado de la Libertad sufrió su primera reforma inaugurando la cubierta del mercado hecha de piezas de cerámica. Así como su estructura de hierro y decoración que corona su tejado con unas cenefas y viste al mercado con un escudo al más puro estilo modernista.

De estilo modernista también encontramos el mercado de Galvany. Este fue construido en unos terrenos cedidos por el conde de Galvany al barrio de Sarrià. Igual que el mercado de la Libertad, este fue un mercado al aire libre ubicado en una plaza y donde, finalmente, se construyó el mercado cubierto. Se inauguró en el año 1927 y está dispuesto en forma de cruz.

La Boqueria, uno de los mercados más importantes de Barcelona

El mercado de la Boqueria, antiguamente conocido como el mercado de Sant Josep, se encuentra en el distrito de Ciutat Vella a los pies de la Rambla. Quizás por su ubicación, en un punto estratégico de la ciudad, se ha convertido en un mercado tan emblemático.

En el siglo XII se trataba de un mercado ambulante. Muchas veces habían pensado alejarlo del lugar donde se encuentra actualmente ya que la Rambla comenzaba a ser muy transitada y creían que el mercado no era adecuado con el ambiente que se cocía en aquella zona.

Su origen, pues, era al aire libre. De hecho se encontraba en una de las puertas de la muralla, la puerta del Pla de la Boqueria.

A partir del año 1700, aproximadamente, el mercado se fue trasladando a distintos puntos de la ciudad. Hasta el año 1835 que se incendió el convento de Sant Josep y en aquel terreno el ayuntamiento proyectó la construcción del nuevo mercado.

En 1840 y coincidiendo con el día de Sant Josep se colocó la primera piedra del nuevo edificio.

El arco modernista ubicado a uno de los accesos, que está formado de hierro y vitrales de colores, se instaló en el año 1913. Posee un antiguo escudo de hierro y dos bases de obra que soportan el arco están decorados al más puro estilo gaudiniano (con “trencadís”). El año 1914 fue, definitivamente, cubierto.

El mercado más navideño

La feria de Santa Llúcia es una cita obligada por estas fechas ya que encontraremos todo lo que nos hace falta para estos días (el árbol de Navidad, figuras para el belén,…).

Se encuentra ubicada a los pies de la catedral de Barcelona y es una de las ferias más antiguas de Cataluña con casi 200 años de tradición.

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