Baix Empordà
¿Qué es el Empordà?
El nombre evoca imágenes y conceptos muy diversos. Los contrastes son el rasgo distintivo de esta tierra de paso: la calma del traspaís y el bullicio estival de la costa, las playas abiertas y las calas resguardadas, las sierras y las llanuras, el trabajo en el campo y la industrialización en las ciudades, la tradición culinaria y la innovación gastronómica, el arrebato de Dalí y la sensatez de Pla … No hay, pues, un único Empordà, sino muchos. La virtud del territorio y sus habitantes es el equilibrio de todo. Cualquier visitante puede encontrar un rincón que le haga experimentar el vínculo con la historia, el paisaje y la gente de un territorio inacabable.
Enmarcado entre el macizo del Montgrí y la sierra de Cadiretes – Ardenya, el Baix Empordà se extiende como un mosaico de campos, colinas, bosques y vías de agua que se abre al Mediterráneo.
La diversidad paisajística y un clima benigno –con permiso de las tramontanadas y otros vientos más discretos– han dado lugar a una región propicia para el asentamiento humano, donde todo está a su alcance. Ya desde la prehistoria, las personas han establecido en este territorio una conexión íntima con la naturaleza, que se ha manifestado en los oficios, desde los campesinos a los artistas, pasando por pescadores y ceramistas. Recorriendo las carreteras rurales de pueblo en pueblo, admirando el relieve escarpado de la Costa Brava y probando los frutos que dan la tierra y el mar comprobaremos que el Baix Empordà es un territorio vivo, un patrimonio que evoluciona gracias al esfuerzo colectivo de una comunidad emprendedora y creativa, con carácter y personalidad, pero muy acogedora y generosa con todos los que comparten esta estima por este rincón ampurdanés de nuestro país.
Las 8 esencias
Pueblos medievales
Recorriendo las vías que atraviesan el territorio ampurdanés, aquí y allá se divisan campanarios, torres, fragmentos de muralla... Son algunos de los elementos característicos de los pueblos medievales que se esparcen entre los cultivos y los bosques del Baix Empordà.
Las piedras centenarias de estas villas preservan el legado de la comarca y son el testimonio de una forma de vida en conexión con el paisaje que se ha mantenido hasta la fecha.
Divididas entre los condados de Empúries y de Girona, las tierras de lo que hoy llamamos Baix Empordà vieron cómo, durante la edad media, se levantaban pueblos, castillos y edificios religiosos. El peso de la iglesia y la estructura social, dividida en estamentos, configuraron la fisonomía de los pueblos.
El patrimonio medieval es, sin duda, uno de los grandes atractivos del Baix Empordà. El buen estado de conservación de muchos edificios y monumentos, así como el mantenimiento de la estructura de los pueblos – callejones adoquinados estrechos, de trazado irregular–, les dan un carácter de museo al aire libre.
Un paseo por estos núcleos permite apreciar la belleza austera de las construcciones románicas y captar las aportaciones de estilos posteriores. El silencio que reina acoge a los visitantes e invita a tomarse la vida sin prisa, observando los indicios del paso del tiempo en fachadas, capiteles y soportales.
Pals, Peratallada, Palau-sator o Monells son algunos de los núcleos medievales más conocidos de la comarca, pero hay más. Descúbrelos a pie, en bicicleta o en coche. Una buena opción es seguir la ruta en coche de los pueblos medievales.
Caminos de Ronda
Uno de los principales atractivos del Baix Empordà son sus caminos de ronda, espacios que bordean la costa, que enlazan núcleos costeros y que permiten recorrer el territorio a pie disfrutando del paisaje más auténtico de la Costa Brava. Son caminos llenos de historia, utilizados, entre otros fines, para ayudar a la defensa del territorio o para el transporte clandestino.
El Baix Empordà dispone de una gran variedad de caminos de ronda. Algunos son agradables paseos junto al mar; otros más irregulares acompañan al relieve de la costa adentrándose por rocas y descubriendo calas y rincones; Y no podemos olvidar a otros que, con mayor dificultad o desnivel, generan una aventura de descubrimiento en plena naturaleza. Muchos coinciden con el sendero GR-92 o con otros senderos señalizados.
Cocina ampurdanesa
La cocina es una muestra evidente de la generosidad de nuestra tierra: el mar da el excelente pescado y marisco típico de los platos de la costa; la llanura, frutas y productos del campo y de los huertos; y la montaña, carnes, quesos y productos silvestres. La mezcla de todos estos elementos es lo que ha dado a nuestra cocina la variedad de gustos y contrastes que la distingue, y que se materializa en la llamada cocina del mar y la montaña.
Paisajes únicos
El Baix Empordà no podría resumirse en una única imagen. Los territorios comprendidos entre el Montgrí, las Gavarres, Ardenya-Cadiretes y el Mediterráneo conforman un rompecabezas tan diverso como armónico. Modeladas por el tiempo, el clima y la actividad humana, las múltiples facetas del paisaje invitan a una visita atenta: desde las lisas planas de cultivo a las escarpadas aristas del litoral, cada rincón transmite el talante de la comarca.
La riqueza paisajística constituye un valor fundamental para el Baix Empordà. Y muchos de los paisajes bajo-ampurdaneses son hoy espacios naturales protegidos, entre los que destacan el parque natural del Montgrí, las Islas Medes y el Baix Ter u otros espacios como los macizos de las Gavarres y la Ardenya – Cadiretes, las Montañas de Begur, Castillo – Cap Roig, la Isla de Canet y las Riberas del Baix Ter. Este conjunto de parajes naturales otorga al Baix Empordà una fisonomía que le hace único.
La tramontana es el viento más emblemático del Empordà. Mientras que en el Alt Empordà predomina claramente, en el Baix Empordà compite con el garbí, el viento del sur. La coincidencia de estos elementos meteorológicos crea un pequeño clima propio, que es uno de los responsables del relieve, flora y fauna de la comarca. La incidencia de estos vientos fue descrita por Josep Pla, el observador más atento de la región.
Tierra de paso
Desde hace milenios, el Baix Empordà ha sido una tierra de paso y un lugar ideal para que florecieran la agricultura, la pesca, la artesanía y ciertos tipos de industria. Cada época ha dejado huella en una comarca que es una auténtica confluencia de legados y culturas.
Encanto marinero
El mar es una de las principales fuentes de riqueza del Baix Empordà. Su aprovechamiento no sólo ha sido vital durante siglos para la economía de la comarca, sino que los trabajos pesqueros, así como los habitantes de la costa y su estilo de vida, han contribuido decisivamente a configurar la identidad bajo-ampurdanesa.
La estrecha relación con el mar y los fenómenos meteorológicos que se producen es el sustrato de una cultura propia, la marinera, con hablas, creencias y rituales propios. Una de sus manifestaciones más conocidas es la canción de taberna, un género musical que plasma la vida y visión del mundo de la gente de la Costa Brava.
Mar y montaña
El Baix Empordà es un territorio vivo, donde la naturaleza caprichosa y acompañada por la huella del hombre dibujan paisajes cambiantes y de contrastes, distintos en cada rincón de la comarca. Una seña de identidad y una invitación a descubrirlo.
Los recursos naturales son la base de este territorio, que es generoso a su disposición y disfrute, siempre que seamos capaces de respetarlo y admirarlo de forma responsable. A pie o en bicicleta, el contacto con la naturaleza será constante. ¡Disfrútalo!
- Espacios naturales protegidos
- Playas y calas
- Caminos de ronda
- Senderismo
- Cicloturismo / ciclismo
- BTT
Personajes
El paisaje, las tramontanadas, la historia milenaria o quizás todo en conjunto. Se hace difícil averiguar por qué el Baix Empordà ha sido y es el nido de artistas singulares y destacados, que han encontrado un entorno propicio en el que inspirarse y crear.
- Josep Pla
- Salvador Dalí
- Mercè Rodoreda
- Carmen Amaya
- Lluís Lach
Rutas cercanas
Ver todas las rutas »- La arquitectura Medieval del Empordà (a 3.9 km)
- Grand Tour de Catalunya - Tramo 5.… (a 4.6 km)
- Un circuito para golfistes por Cataluña (a 4.6 km)
- De ruta con Josep Pla (a 4.6 km)
- Ruta de las Calas de la Costa Brava (a 6.4 km)