Paisajes del vino: DO Terra Alta

El Consejo Regulador de la DO Terra Alta

Toda Denominación de Origen (DO) cuenta con un Consejo Regulador que se encarga de garantizar y avalar que todos aquellos vinos que disponen de esta certificación cumplen unas condiciones determinadas.

Así, para adentrarnos en los vinos de la Terra Alta y en su cultura vitivinícola se propone iniciar la ruta en el edificio del propio Consejo Regulador en la Zona  del Vino y del Aceite (l'Espai del Vi i de l'Oli). Este es un espacio donde el cliente visitará un Centro de Interpretación que contribuye a enmarcar el descubrimiento enológico de la comarca, disfrutará de catas comentadas con reserva previa y verá más de 100 referencias de vinos amparados por esta denominación a precio de venta al público de bodega .

El Consejo Regulador está situado en la capital de la Terra Alta, en Gandesa , un municipio que se encuentra en el corazón de la comarca y es una de las zonas productoras más grandes de la Denominación de Origen. Por ello, la actividad vitivinícola es de las más predominantes en la población y se hace patente con el número de bodegas que se encuentran en el casco urbano.

Sin embargo, una bodega destaca entre el resto, la Bodega Cooperativa de Gandesa (1919). Esta obra de César Martinell, ha sido designada como una de las siete maravillas de Cataluña.

De los valles hacia los viñedos de altura

La ruta continúa hacia Corbera d'Ebre , municipio a 5 km de Gandesa .

Este es otro de los municipios con una gran tradición vitivinícola donde destacan los cultivos de cepas extendidos por los numerosos valles que conectan con Gandesa y también Vilalba dels Arcs .

En estos valles, donde predominan, significativamente, las viñas, tienen lugar formaciones geomorfológicas muy interesantes y atractivas, paisajísticamente hablando. Por un lado, se encuentran las laderas o costers, que se caracterizan por su pendiente y, por la otra, los fondos, que son espacios formados por suelos más profundos y más fértiles.

A través del valle de Canyelles, donde se pueden identificar construcciones de piedra seca entre las laderas y los fondos, se llega a Vilalba dels Arcs , población ubicada a 8 km de Corbera d'Ebre .

Vilalba dels Arcs se caracteriza por ser una de las zonas productoras de la Terra Alta con mayor altitud y con un importante espíritu cooperativista.

De hecho, el nombre de la "Terra Alta" se debe a la altitud que presenta la región sobre el nivel del mar y de la perspectiva de la depresión del río Ebro que se puede apreciar desde esta comarca.

El término de Vilalba dels Arcs se ubica, concretamente, a 400 metros sobre el mar, lo que hace que el clima sea más seco y que dominen los vientos, el cierzo y la garbinada, que desempeñan un papel importante en las particularidades que presentará, posteriormente, el vino.

Así, el Cierzo hace que las cepas y las uvas no se humedezcan, ya que las rachas que este sopla pueden alcanzar los 100 km por hora. Por el contrario, la garbinada, que es la marinada que proviene de la costa, ayuda a equilibrar el nivel hídrico y de humedad de las viñas durante los períodos más secos.

Las particularidades del norte y del centro de la Tierra Alta

A 10 km de Vilalba dels Arcs se encuentra La Pobla de Massaluca .

La Pobla de Massaluca es el municipio productor de la DO Terra Alta ubicado más al norte de la región pero donde las viñas siguen ocupando una presencia significativa. Además, estas comparten protagonismo con otras actividades agrícolas de carácter mediterráneo suficientemente importantes en la comarca, el almendro y el olivo.

De La Pobla de Massaluca sigue la ruta hasta Batea .

Sin embargo, antes de visitar Batea vale la pena detenerse en el Massalocà o Massalucà, que acoge un mirador desde donde disfrutar de la panorámica de los viñedos combinada con una obra de Arte en el Raso o al aire libre conocida como "Puntos de vista".

Massalocà se encuentra en medio de las pista que comunica La Pobla de Massaluca y Batea .

Batea es el municipio que cuenta con la mayor extensión de superficie vitícola de la Terra Alta, la cual se divide en dos zonas: la villa arriba (viñedos situados a mayor altitud) y la villa abajo.

Cerca de Batea , en la pista en dirección a Caseres , se encuentra el mirador de las Planes de Almudèfer que se convierte en un lugar privilegiado para conocer el pasado geológico de la comarca y admirar las montañas de los Ports.

Siguiendo por la carretera N-420, la ruta se dirige a Bot , justo de medio de la Terra Alta.

Esta es una de las últimas poblaciones que se propone visitar con una gran tradición vitivinícola que se evidencia en muchas de las casas del pueblo, las cuales acogen en sus dependencias su propia bodega.

Parte de esta tradición se recoge también en el Museo del Vino que aloja el Celler Cal Menescal. Este es una sala - museo que contiene herramientas y utensilios empleados en la vida rural, desde instrumentos de cocina a los propios que se utilizaban para labores agrícolas.

La huella de César Martinell

La última parada de la ruta es el Pinell de Brai , municipio ubicado a 19 km de Bot .

En esta población se encuentra otra de las obras modernistas del arquitecto Cèsar Martinell y que se convierte en una visita obligada de la ruta, la Bodega Cooperativa del Pinell.

Este edificio es una bodega modernista en el que destaca el friso de cerámica vidriada de la fachada principal y que se ha convertido, también, en un símbolo para la DO Terra Alta y ha sido declarado Bien de Interés Cultural Nacional por la Generalitat de Catalunya.

Fue construido entre 1918 y 1927, como el de Gandesa que se inició la edificación en 1919. Así, estos dos presentan las principales características de las bodegas modernistas de Martinell, las cuales destacan por ser construidas en ladrillo y en bóveda catalana. Así como las tinas homogeneizan e integran con la propia arquitectura del edificio. Unas obras maestras dignas de observar con atención.